Una molestia

Conforme las semanas pasaban, en el ducado poco a poco era normal ver a los Duques tratarse con amor y que jugarán con Bruno, todos estaban emocionados muchos de ellos llevan años ahí, sobre todo Esteban lo conoce desde niño.

El trato entre Dante y Elena es más amigable, se toman de la mano se saludan de beso en la mejilla si hay mucha gente y de beso en la boca si están solos, las demostraciones de besos apasionados no son bien vistas.

Algo en lo que Elena no está de acuerdo, pero tiene que adecuarse a la época.

Dante tiene un nuevo horario, ahora desayuna y cena con ellos, ya que durante el día sale a supervisar el ducado y en ocasiones viaja, su asistente es el que ahora viaja más seguido.

-Señor le llego una invitación del marqués Conti

-Ese marqués no se rinde, sus negocios son una buena propuesta pero sé que tiene interés en que su hija sea mi concubina y no tengo intención de fracturar la relación con Elena.

-Puede rechazar la invitación

-Iré con Elena, si el marqués insiste con su hija, declinaré todo negocio con él.

Dante fue en busca de Elena, tiene que contarle lo que ha tramado el marqués desde hace un tiempo con el pretexto de hacer negocios.

Elena estaba en su despacho, su trabajo no es tan complicado por qué siempre ha sido muy organizada, al llegar aquí no tuvo problemas para adaptarse.

-Elena soy Dante,puedo pasar?

-Si, que bueno qué vienes, necesito tu firma para este pedido, me dijo el contador que por ser un pedido para cosas que necesito de la ciudad tú necesitas autorizar la compra.

-Que es?

-Quiero poner una escuela en la villa de los empleados y es el material que ocuparé, de mi presupuesto le pagaré a un maestro para que les enseñe a leer y a escribir a los niños.

-La idea es buena, ten ya lo firme.

-Ni siquiera lo leíste.

-No es necesario, confío en ti.

-Vaya eso me parece bien lo intentaré para comprar joyas Ja, ja, Ja

Dante rodeó el escritorio y se inclinó para quedar frente a ella, dándole un beso en los labios.

-Tú puedes gastar mi fortuna en lo que gustes.

Pero vine por otro asunto.

-Vamos al sillón entonces y pedimos té

Elena pidió el té y algunas galletas.

-Dime que me vas a decir.

-Tengo una cena de negocios, quiero que vayas conmigo, el marqués lleva tiempo ofreciendo una sociedad, pero no he aceptado.

-Es corrupto?

-No creo, me condiciona la sociedad, él dice que un contrato no es tan serio, pero que un compromiso con su hija asegura que el negocio sea más serio.

-Si sabe que estás casado, acaso quiere que su hija sea tu concubina 🤨.

-Así es y yo no quiero, nunca lo he querido y menos ahora que tú has decidido darme una oportunidad, no pienso echarlo a perder, si te ofrezco ir es porque con esta cena daré por terminada la negociación si él no acepta que sea por contrato ya no abra más propuestas, no estoy dispuesto a ceder.

-Bien, la señorita Michelle no me cae bien, ahora quiere lo que es mío, no se la dejaré tan fácil.

Elena se paró para sentarse sobre las piernas de Dante y besarle los labios, él la tomó de la cintura para acercarla a él, solo que Bruno entró corriendo y se separaron por la sorpresa, Mary que venía con él se sorprendió al verlos, pero Bruno no se dio cuenta.

-Papá que bueno qué estás aquí, mira mi dibujo.

-Como te fue en tu clase de música, aprendiste mucho

-Si papá, dice mi maestro que soy muy bueno.

-que bien, vamos a cenar y me cuentas.

Elena solo se reía, le gusta ver a Dante con Bruno platicar de lo más natural posible.

Para el día de la cena, ambos asisten cosa que al Marqués le molesta pensó que Dante asistiría solo, lo normal es que la marquesa sea la anfitriona, pero con la escusa de que está enferma, Elena y Dante son recibidos por el marqués y su hija.

-Que gusto tenerlos en mi casa

Excelencia mi esposa está enferma pero mi hija Michelle será una buena anfitriona

-Duque es un gusto tenerlo aquí, señora buenas noches que bueno qué asistió

-Duquesa, mi esposa es la Duquesa, le agradecería que salude con la debida etiqueta.

-Oh si disculpe Duquesa buenas noches, por favor adelante.

Michelle solo apretaba sus manos era evidente que el Duque se molestó por solo saludarlo a él.

Durante la cena ella no paro de verlo, sobre todo lo atento que él era con Elena, él le pasaba las cosas a ella y ambos se veían cómodos, algo que para ella era sumamente molesto, los rumores decían que el Duque era indiferente con Elena, pero no es así, ella está convencida de que su padre logrará que Dante la acepte como su concubina, ya que lo sea ella tiene todo para enamorarlo, así Elena se tendrá que ir y ella será la Duquesa del niño no se preocupa ella puede darle más hijos y si es un barón ella hará todo por qué su hijo sea el heredero.

Al terminar de cenar el marqués invito a Dante a su despacho, Elena y Michelle se quedaban en el salón tomando té.

En el despacho del marqués él le planteaba una vez más la sociedad, para Dante si era buen negocio pero no aceptaría a Michelle de concubina.

-Marqués su propuesta es interesante, pero solo aceptaré si es por firma de un contrato, yo no quiero a ninguna concubina.

-Duque piénselo el negocio es bueno, si usted acepta a mi hija ella es hermosa y le dará hijos, usted ya lleva más de dos años casado y la Duquesa no ha quedado embarazada, eso no es normal, debería pedir el divorcio, nuestras fortunas crecería más y mi hija tienen todo para ser una Duquesa.

-Pero como se atreve a insultar a mi esposa, ella es hermosa y es la mujer más amable que he conocido, es la madre de mi hijo y si no a quedado embarazada es por que yo no he querido, rechazo su propuesta, nunca más escucharé su ridícula propuesta, yo con Elena soy el hombre más afortunado de este mundo.

-Pero Duque, créame un negocio así tan redituable es muy bueno papa usted.

-Ya tengo todo para ser feliz y mi fortuna no será menos solo por este negocio, se le olvida a usted que yo soy un Duque

Así que me voy, no vuelva a buscarme y a su hija dígale que se mantenga alejada de mi familia, le recuerdo que no soy tan paciente, ella nunca me ha interesado.

En la sala Elena platica con Michelle, de cosas sin sentido, Michelle aprovecha para presumir su belleza, ella es dos años mayor que Elena, tiene un cuerpo sensual y ella presume de eso.

Elena no le interesa responder a sus provocaciones.

-Duquesa usted es joven su cuerpo se ve delgado, a los hombres les gustan las mujeres con más cuerpo.

-Bueno eso depende de cada caballero hay de gustos a gustos, yo estoy conforme con mi cuerpo, al ser delgada mi esposo puede cargarme desde la entrada de la mansión hasta mi cama.

-Se ve que usted siempre lo ha amado, pero él desde la academia ha sido un hombre muy serio

-Se conocen desde la academia, yo no lo conocí ahí, soy muy joven por eso no lo vi él ya era de los que estaban por graduarse cuando yo entre, pero acaso usted no ha encontrado un hombre con quien casarse, es usted muy hermosa.

-De hecho en esos arreglos está mi padre, confío que habrá buenas noticias.

-Oh que bien* esta mujer me desagrada muchísimo*

Elena perdida en sus pensamientos, y Michelle realmente convencida de que Dante aceptará que sea su concubina sonríe victoriosa frente a Elena, pero al voltear sale Dante del pasillo directo a Elena

-Amor vamos a casa, no quiero que estés en esta casa, se han atrevido a insultar a la mujer que más amo

Dante tomó de la mano a Elena y salieron, no se tomó la molestia de voltear a ver a Michelle, solo de verla le repugna, como puede ella pensar en ser una concubina, su padre jamás habrá sido amoroso con él pero ha respetado su matrimonio hasta la fecha, nunca acepto concubinas.

En el carruaje Elena se sienta sobre sus piernas él seguía enojado, pero al sentir a Elena su cara cambió.

-Dante gracias, gracias por no aceptar esa propuesta

-Elena jamás cambiaría lo que tenemos por alguien como ella, a quien no le importa nada, su belleza no es nada si la comparo contigo, tú eres la mujer a quien quiero a mi lado.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***