capitulo 9

Muriel….

Ya quedan tres días para el juicio tengo un poco de miedo, confío en Nico totalmente se que el va a sacarme de esto, pero no quiero volver a ese maldito lugar, necesitaba ponerme al día con mis anotaciones, a Xavier no le volvería a ver sabía que se había enamorado de mi, aunque sea un hombre guapo no se podía negar, más allá de un coqueteo entre nosotros jamás pasaría.

Prendí mi computadora, abrí el archivo que estaba escribiendo para Xavier, seguí redactando desde donde me quedé la última vez.

"Después de que mi pequeño fue dado de alta en el hospital, solo me quedaban algunos tres mil dólares en mi cuenta, por lo que necesitaba encontrar trabajo de forma urgente, no sabía ya dónde buscar, los medios de comunicación me estaban destrozando todos los días a causa de Miranda, ella con sus intrigas logró dejarme como si fuese una interesada asesina, quizás debería buscar en otra ciudad o país algún trabajo que me ayudara.

Fui donde Kelly, a ver si su hermana quien era bailarina en el famoso Club Olimpo podía ayudarme a conseguir un trabajo de lo que fuese, llegué a su casa desesperada buscando ayuda, la verdad los gastos de hospitalización y cirugía de mi pequeño me dejaron casi en bancarrota, por suerte la encontré en su departamento después de un café pudimos conversar, ella me prometió hablar con su hermana para conseguirme un trabajo, la llamada decisiva en mi vida no sabía si funcionaria o no.

-¿Kelly qué sucede?.

-Kadisha disculpa necesito pedirte un favor.

-Dime.

-Mi amiga Muriel Portakolos, necesita un trabajo urgente.

-¿Ella quiere ser bailarina?.

-Lo que sea hermana, está con su pequeño enfermo.

-¿Es la que es famosa?.

-Si la misma.

-Dame veinte minutos y las llamó de vuelta.

-Ok.

Una vez cortó la llamada, sentía como si se me fuese a salir el corazón por la boca, me sentía totalmente nerviosa sabía que en ese club estaba mi esperanza, por fin podría ganar dinero que me permitiera darle una buena vida a mi pequeño bebé, los veinte minutos fueron como veinte años, sentía nervios de que me dieran la respuesta de todos los lugares a los que había ido buscando trabajo, la hermana de Kelly llamó con buenas noticias me debía presentar hoy mismo para una prueba, estaba demasiado feliz llamé a mi abuela para avisarle que tenía un entrevista de trabajo como mesera, ella me deseó la mujer de las suertes estaba segura que resultaría.

Me dirigí rápidamente en metro a Manhattan, sabía que no debía ir como monja a la entrevista, por eso pasé a una tienda de rebajas por un vestido y unos zapatos sensuales, sabía que tenía un buen cuerpo y que podía conseguir un trabajo en ese lugar, llegué buscando al administrador del lugar el cual me mandó a decir que tomara asiento que debía esperar unos minutos, me senté en una mesa mirando como ensayaban las muchachas del lugar, de verdad eran totalmente profesionales en lo que ellas hacían, sus movimientos sensuales mientras se meneaban en el tubo eran de infarto, me encantaría poder bailar como una de ellas algún día.

-Buenas tardes señorita Muriel, soy Kay.

-Buenas tardes señor, Kay un gusto.

-Dime pequeña qué labor quieres desempeñar aquí.

-La que usted me indique señor Kay.

-Primero no me digas señor ni usted dime solo Kay preciosa.

-Está bien Kay.

-Niña eres preciosa, Kadisha se quedó corta con los elogios sobre ti.

-Muchas gracias eres muy amable.

-Ahora entiendo porque el soltero de Manhattan se fijó en ti, eres una diosa, si no fuese gay desde el vientre materno te invitaría a salir.

-Era muy guapo mi esposo.

-Lo extrañas mucho mi querida.

-Todos los días Kay.

-Sin lágrimas Afrodita, bueno tengo una propuesta para ti, te gustaría servir mesas en el segundo piso, la chica que se encargaba del VIP renunció porque conoció un empresario que la sacó de aquí, que me dices ¿quieres ese puesto?.

-Acepto totalmente.

-Entonces bienvenida a Club Olimpo, tu apodo aquí será Afrodita la diosa del encanto.

-Gracias Apolo.

-Acertaste nena a mi nombre aquí.

Llame a mi abuela para contarle que debía quedarme trabajando en el club, ella cuidaría hasta la hora que terminara la visita a mi pequeño Andreas, después llamé a Kelly para darle las gracias por conseguirme un trabajo, le prometo invitarla a comer con mi primer salario, ahora podría seguir mi vida sin que Miranda me siguiera fastidiando, una de las chicas del bar me hizo una inducción de cómo trabajar en el sector VIP del lugar, eran habitaciones con capacidad para varias personas, cada una contaba con su barra propia tenía dos meseras y una barwoman, luego fuimos al lugar donde estaba la cocina por si los clientes pedían comida del menú, en ella había un chef internacional dispuesto a preparar cualquier orden de comida por más excéntrica que fuera, conocí a Britanny mi compañera de salon VIP era un amor conmigo me dijo que su ex compañera era una arpía total, se sacó una foto conmigo cuando estábamos ya maquilladas y vestidas con el uniforme del club.

-No puedo creer que estoy frente a una celebridad.

-Jajajaja soy la niña psicópata de Manhattan.

-Patrañas tu no matas ni una mosca, además si quisieras el dinero de tu marido hubieses pedido pensión a tu cuñada.

-Prefiero que mi pequeño no tenga nada que ver con ellos.

-Tienes razón yo jamás les pedí dinero a los padres de mis pequeños, eso que uno es un rapero famoso y el otro un reconocido político republicano.

-Tenemos muchas cosas en común.

-Niñas basta de cuchicheos llegó el gran jefe y viene a este salón, las quiero bellas y dispuestas a todo.

-¿El gran jefe?.

-Es el Zeus de este lugar, el dueño de todo esto, su identidad es un misterio total siempre usa máscara, es millonario excéntrico total.

De pronto siento una presencia detrás de nosotras, quienes estábamos de espaldas a la entrada, me giro y veo a un hombre alto de unos ojos azules penetrantes que me miraban con irá absoluta.

-Buenas noches señor,(hablé tartamudeando).

-¿Qué haces aquí?.

-Disculpe no entiendo su pregunta.

-Perdón me exprese mal digo dónde está la otra chica que atendía este salón.

-Ella renunció señor, yo soy su reemplazo, espero poder cubrir todas sus necesidades está noche.

-¿Todas?, Nunca digas todas señorita, puedo tentarme y querer casarme contigo.

-Me refería a su estancia en este salón.

-Lose niña es una broma, así que ahora trabaja para mí la famosa Muriel Portakolos.

-No soy famosa señor, solo soy una mujer común y corriente, que tiene que criar a su pequeño.

-Pequeño tienes un hijo.

-Si mi pequeño Andreas es la razón de mi vida.

-Lindo nombre el de tu pequeño, me sirves un whisky por favor Muriel.

-Enseguida señor.

No me podía quitar de encima la mirada de ese hombre, era como si sus ojos me estuviesen quemando, sentía que cada vez que hablaba el corazón me latía tan fuerte, nose que sucedía pero de que ese hombre producía algo en mí tan fuerte como lo produjo Andreas, se bebió varios vasos de whisky todos pedía que se los sirviera yo, nose si era idea mía o no pero sentía que este hombre tenía algo que decirme, era como si me conociera de algún lado tenía rabia e irá hacia mi.

-Afrodita.

-Dígame señor

-Limpia esto. (Dió vuelta sobre la mesa el vaso de whisky que le había entregado).

-Enseguida señor.

Me sentía tan humillada, su forma de tratarme era angustiante, Britanny sabía que no me podía ayudar en esta situación, estaba terminando de limpiar cuando arrojó con fuerza sobre la mesa el vaso, con el golpe estalló el vaso en mil pedazos algunos me saltaron directo a los brazos, sentí los pequeños cortes que se habían hecho en ellos, todos quedaron estáticos era primera vez que el jefe actuaba de esa manera con una persona, solo me límite a recoger los vidrios y limpiar rápidamente el lugar, me aguante las ganas de llorar o arrojarle los cristales a su maldita cara, debía mantener el trabajo por mi pequeño de este sueldo dependía el tratamiento de mi niño, como me hacía falta Andreas en este momento jamás hubiese permitido que yo pasará estás cosas.

-Espero que te guste el ambiente laboral.

-Desea algo más el señor.

-¿Cuanto cobras?.

-¿Disculpe?.

-¿Acaso no sabes que en estos salones las camareras son damas de compañía?.

-No lo sabía, aún no firmo mi contrato, lo firmaría mañana.

-No has respondido mi pregunta.

-Si se refiere a si ofrezco otros servicios aparte de servir mesas, no señor yo no soy prostituta no tengo nada contra las mujeres que ejercen ese oficio pero yo no estoy en venta.

-Pensé que sabías que aquí se hace de todo.

-Si pero yo no hago de todo, solo sirvo tragos y limpio el salón.

-Salgan todos menos tú Muriel.

Nos dejaron solos en ese lugar a ambos, tenía pánico de quedarme ahí con ese hombre sentía que no saldría viva de ahí, solo pedía a dios que mi pequeño nunca supiera la forma en cómo murió su madre, se puso de pie me agarró de un brazo pegándome contra la pared, no sabía que pasaría conmigo de pronto me mira fijamente a los ojos, me quede estática mirándolo quería desafiarlo cómo si nada me beso apasionadamente, fue tal sexual el beso que nos dimos que me sentía mareada, cuando tomé conciencia estaba quitándome el vestido, por impulso lo aparte con furia dándole una cachetada que me llegó a doler mi brazo de la palma hasta los hombros.

-Estas enferma como se te ocurre tocarme quien te crees maldita mujerzuela.

-Quien se cree usted señor, que lo hace pensar que yo soy una cualquiera.

-Date por despedida después de esto.

-No se preocupe, por mucho que necesite el dinero no seguiría trabajando para un asqueroso como usted.

-¿Necesitar dinero?, Si tú marido te dejó forrada en dólares, sales en todos los medios de comunicación.

-Jajajaj, cree que si estuviera forrada en dinero estaría trabajando aquí, mientras mi hijo se recupera de una cirugía al corazón en el hospital, cree que si tuviese dinero tendría que aguantar patanes cómo usted, que creen que con su fortuna compran el cuerpo de una mujer.

-¿Qué le pasó al pequeño?.

-Eso a usted no le incumbe, ya no trabajo para usted así que me retiro de su club, voy por mis cosas al casillero.

-Espera Muriel Portakolos, hablemos.

-Váyase al demonio maldito engreído.

Salí de ese lugar hecha un mar de lágrimas, no podía entender cómo se me pudo esfumar una oportunidad laboral por culpa de un patán, me fui directo a casa tenía que dormir un poco, mañana daban de alta temprano a mi bebé, me di una ducha en la que llore desconsolada por todo lo que tenía acumulado, una vez lista me calenté la comida en el microondas tenía mucha hambre, luego me fui a la cama puse el despertador para ir temprano por mi bebé".

Esa misma noche en el Club Olímpico….

-Kay.

-Dígame gran jefe.

-Quien recomendó a Muriel Portakolos.

- Kadisha.

-Dile que venga.

-Enseguida señor.

Andreas no podía creer que Muriel estuvo frente a él, Soraya una amiga de él averiguo que Muriel se había realizado un aborto cuando el falleció, que se daba la gran vida con el dinero que él le dejo, pero resulta que ahora tenía un hijo llamado Andreas, que tenía grandes problemas económicos, que debía trabajar de mesera en un club nocturno que por casualidad el era el dueño bajo su nueva identidad, alguien está mintiendo y tenía que averiguar la verdad.

-Señor me mandó a llamar.

-Como conoces a Muriel Portakolos.

-Ella es amiga y ex vecina del Bronx de mi hermana Kelly.

-Ella vivía en el Bronx.

-Si durante casi todo su embarazo ella vivió al lado de mi hermana, mi hermana me comentó que su cuñada la despojó de toda la fortuna de su esposo.

-¿Qué edad tiene su hijo?.

-Casi tres años, Muriel es viuda, el padre del bebé fue asesinado por su madre.

-Puedes retirarte.

-Compermiso.

Andreas por fin tenía información fidedigna sobre su esposa Muriel, apenas se recuperó de sus cirugías en el rostro lo primero que hizo fue buscar a Muriel solo supo que había vendido el penthouse, que había abortado al bebé y se había largado con su nuevo novio lejos.

-Kay, Muriel dejó sus datos.

-Sí señor, su nombre, dirección y teléfonos.

-Perfecto envíalos a mi correo electrónico de una vez.

-Enseguida señor.

-Otra cosa, cobró por su trabajo antes de irse.

-No señor.

-Llámala mañana y dile que venga al medio día, por su dinero, también que firme un contrato, como camarera solamente, ella no dará servicios sexuales a ningún hombre aquí, trabajará solo en el salón que yo uso.

-Perfecto señor, se hará todo lo que pide.

Necesito tener cerca a Muriel, no puedo permitir que ella esté lejos de mi, como extraña sus besos maldita sea sentirla, hoy casi la hago mía si no es porque ella me detuvo, necesito saber realmente qué pasó en estos casi tres años en que no estuve aquí, decidí salir del club directo a mi auto ya mis hombres tenían la información del hospital donde estaba internado mi hijo.

Me quite la máscara en el estacionamiento del hospital, el doctor a cargo del caso tenía toda la información a mano, me explico que mi pequeño tenía una pequeña afección al corazón, que se encontraba fuera de peligro gracias a la rápida cirugía practicada, me entregó detalles del procedimiento realizado el valor total del la operación, también me comentó que escuchó decir a la madre del bebé que había vendido un inmueble para salvar a su pequeño, las piezas iban encajando perfectamente ahora que el doctor hablaba lo que había sucedido.

Después de hablar con él dejando claro por una buena suma en su cuenta que esa conversación jamás existió entre los dos, me dirigí al cuarto de mi pequeño Andreas, al entrar veo a un niño indefenso en su cama de hospital, de inmediato mire su dulce carita no necesitaba un examen de ADN para saber que este pequeñito era mi hijo, era la copia exacta de mi antiguo rostro, estaba dormido profundamente se veía tan indefenso abrazado a su pequeño elefante, tenía que recuperar a mi familia a cómo dé lugar, bastante han sufrido por mi causa, como pude creer en las mentiras de Soraya tan fácilmente, Jamás pude imaginar que mi esposa Muriel estaba pasando por tantas carencias, me sentía avergonzado por haberme comportado como un patán, ahora entendía porqué cuando la denigre con mis acciones ella no dijo nada, tenía miedo de perder el trabajo y no tener cómo mantener a nuestro hijo.

Salí con dos cosas por hacer, la más importante era recuperar a mi familia, la segunda encargarme de que Soraya fuera arrojada desde la azotea del Empire State por ser una maldita mentirosa.

Después de encargarme yo mismo de la maldita de Soraya, quien se excuso diciendo que mintió solo porque me amaba, maldita enferma de la cabeza al menos mi antigua identidad ya no podrá ser revelada, para no ser capturado por la DEA en el hospital fingí mi muerte, me realice la cirugía plástica en Suiza cambie casi totalmente mi cuerpo, una vez recuperado volvería por Muriel mi esposa y mi hijo, pero no contaba con las mentiras que Soraya me diría sobre mi mujer, al menos ahora sé dónde están y puedo hacerme cargo de mi familia en la clandestinidad.

Muriel….

"Apenas amaneció me levanté debía estar lista para ir por mi pequeño al hospital, hoy por fin estaría en casa mi príncipe amado, me tomaría todo este día para mimarlo, mañana temprano saldría nuevamente a buscar trabajo, mi abuela había partido muy temprano a Tampa con mi tía, debía dejarlo en casa de Kelly mientras recorría Manhattan en busca de trabajo, ya iba camino a la estación de metro cuando mi teléfono suena, era un número desconocido conteste de inmediato pensando que era del hospital.

-Alo, Muriel.

-Hola, Kay buenos días, lamento lo sucedido anoche de verdad.

-De qué hablas, en el Club no ha sucedido nada.

-Kay, hablo de mi pelea con el dueño.

-A eso, bueno ya fue mi reina, te llamaba para recordarte que debes estar después del mediodía para firmar tu contrato.

-Me estás hablando en serio, pensé que estaba despedida y vetada del Club.

-Por supuesto Afrodita, hoy debes trabajar en tu salón niña.

-Genial estaré ahí, apenas dejé a mi hijo en casa.

-Ok, besos mi reina, nos vemos.

Mi día no podía ser mejor, tenía un trabajo estable a pesar del altercado con el dueño, tendría como sacar adelante a mi bebé me sentía feliz, llegué al hospital a buscar a mi pequeño los doctores se demoran un poco en darle el alta a mi niño, ya casi sería medio día llegaría retrasada a la firma del contrato, tenía una sola opción tener que ir al club a firmar con mi bebé, mi abuela no podía venir porque se encontraba en camino a Tampa, por fin salimos del hospital después de varias recomendaciones, con sus medicamentos que debía tomar hasta tener el alta médica.

Tome un taxi rumbo al Club Olimpo, debía firmar mi contrato a pesar del engreído que era mi jefe, no me importaba tolerarlo solo por el sueldo y el seguro médico, llegué con mi niño en brazos al Club las chicas del lugar estaban encantadas con mi Andreas, todas querían saludarlo me decían que sería un modelo famoso cuando fuera un joven, era la copia bebé de su padre Andreas estábamos conversando cuando llega Kay el administrador.

-Niñas sigan en lo que estaban, por dios que muñequito más hermoso.

-Hola Kay lo siento, tuve que venir con mi hijo.

-No te preocupes nena, debemos subir al salón el jefe está ahí.

-¿El jefe está aquí?.

-Si él necesita explicarte unas cosas antes de firmar.

Subí con mucho miedo por encontrarme con él, debo asumir que su beso me provocó sensaciones que solo tenía con Andreas, se me erizaba la piel de acordarme de aquel beso, entre al salón baje al bebé de mis brazos, me saque la pañalera y me senté esperando a que llegara el jefe.

-Andreas, hijo cuidado no te vayas a golpear.

-Mami quiero un helado.

-Mamá conversa con su jefe y vamos por un helado.

-Porque el trae una máscara es un superhéroe.

-Buenas tardes señorita Muriel.

-Buenas tardes señor, le pido disculpas porque tuve que traer a mi hijo porque no tenía quien lo cuidara.

-No te preocupes, hola amiguito cómo estás.

-Bien señor y usted.

-Bien pequeño, escuché que querías un helado.

-Si mami me lo comprara una vez que hable con usted.

-Puedes comerlo ahora sí a tu mami no le molesta.

-Está bien Andreas, puedes comerlo.

Le pidió a una de las camareras que trajeran todos los sabores que habían, para que mi bebé eligiera el sabor que más le gustase.

-Como se dice hijo.

-Muchas gracias señor superhéroe.

-De nada amiguito.

-Señor, Kay me dijo que necesitaba hablar conmigo, antes de firmar mi contrato.

-Perdoname.

-¿Qué?.

-Te pido perdón por lo que sucedió anoche.

-No se preocupe como dijo usted, es parte de mi trabajo.

-De eso mismo quería hablarte, trabajarás exclusivamente en este salón, no harás más trabajos solo el que indica tu contrato, puedes leerlo tranquilamente y decidir si firmas, en caso que no tengo otra propuesta para ti.

-Listo, el contrato está firmado señor.

-Ni siquiera lo leíste.

-Cuando me han cerrado todas las puertas laborales, no puedo desperdiciar una oportunidad como está, tengo un hijo que criar que necesito el trabajo, se lo agradezco mucho señor.

-No tienes que agradecer Muriel, cuentas con mi ayuda en lo que necesites.

-Esta bien nos vamos ahora, vuelvo en un rato más para empezar mi turno.

-No te preocupes, dijiste que hoy no tenías con quién dejar a tu pequeño, puedes empezar mañana.

-Está bien, entonces lo veo mañana.

Sin decir una palabra más salí de ese salón, no entendía porque mis hormonas se revolucionan con ese hombre, de esa forma quizás él tenía algo similar a mi Andreas sus bellos ojos azules".

Tiempo actual….

Mi esposo estaba en la ducha mientras yo terminaba de escribir, al terminar me metí rápidamente a la cama, me acurruque al lado de Nico (Andreas) y me dormí plácidamente esa noche.

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