capitulo 14

Hoy sería la noche de mi estreno como bailarina del club Olimpo, esto que hacía era para demostrar que podía tener mucho dinero sola por mi cuenta, con mi show pretendía llegar a la Vegas en algún momento, quería triunfar pero necesitaba algún patrocinador sabía que está noche lo podría conseguir, si me pudiese identificar con algo en mi vida sería con una sirena, siempre he amado lo misticas que ellas pueden ser.

Kay me preparo para mi show, quise que saliese perfecto porque sabía que Andreas estaría viéndome desde su palco privado, salí a escena tenía una esfera de cristal con agua ahí empecé a realizar movimientos sensuales, mientras nadaba en la piscina la pintura se fue saliendo de a poco hasta quedar solo con cristales dorados en mis partes íntimas, era un bikini especial creado para mí al terminar la música los hombres que estaban en el club me aplaudían con fuerza, me lanzaban billetes Kay más nuestro acompañante su pareja Lucky recogieron los billetes, iríamos al camerino a contarlos debíamos separar nuestra parte más de del bar, yo entre a sacarme la pintura Kay me ayudó debía salir a convivir con el público del club, tenía una fila de hombres ricos que querían fotos conmigo o darme sus tarjetas para que los llamara.

Entre los hombres que llegaron había un chico que me llamo la atención el entro sin autorización, al salir de la ducha me asusté la verdad que su mirada me asusto mucho, Andreas llegó con sus hombres a saludarme vio esa escena lo sacaron por el pasillo al elevador, que habrá pasado con el no lo sé pero ese hombre me dió mucho susto, su mirada era como la de un animal depredador listo para atacar su presa, sentí por primera vez en mi vida miedo genuino de alguna persona.

-Mi amor estás bien.

-Si, me dió un poco de miedo ese hombre, pero no me digas amor porque no lo soy.

-Preciosa vamos a cenar por favor, tu sabes que eres mi mujer hace años, por favor no seas así conmigo.

-No me interesa necesito un auto que me lleve a casa, ya es tarde quiero ver a mi hijo porque me debe estar esperando.

-Vamos yo te llevo, vístete para que nos vayamos, no pienso salir de aquí eres mi esposa quiero verte desnuda.

-Vete por favor no me hagas gritar que te saquen de aquí por favor.

Salió para que me pudiese vestir, ya lista tome mi bolso para irme a la casa donde me esperaba mi hijo, Andreas me llevo quería pasar a verlo pero me negué le dije que si quería verlo fuesemos a la corte, no insistió asi que me baje para entrar a casa, mi bebé estaba en el sofa con mi abuela quien ya tenía lista la cena para nosotros, le conté de cómo fue mi espectaculo quedó maravillada con los detalles de mi show, después de cenar me fui a la cama debía hacer dormir a mi pequeño Andreas, su padre comenzó a mandarme mensajes pero lo ignore no quería hablar con el, me llamo por teléfono varias veces decidí contestar porque ya me tenía cansada.

-Que rayos quieres.

-A ti, a mi mujer tengo ganas de verte.

-Ya me viste hoy, para que quieres verme de nuevo.

-Quiero verte en mi cama, ven por favor necesito de ti esta noche, estoy estacionado afuera de tu casa al menos déjame pasar, tengo un poco de frío aquí en el auto.

-No me importa ve a tu casa.

-Por favor mi amor, déjame dormir contigo hoy si no quieres que la pasemos bien al menos déjame quedarme abrazado a ti, estoy nostálgico por favor mi amor me siento mal del corazón.

-Deja de ser manipulador, a mi casa no entras ya te lo dije vete de una vez por todas de mi vida.

-Esta bien me iré a dormir solo está noche.

-Ok adiós.

Me tape para dormir hasta que mi abuela golpeó la puerta, me dijo que si amaba de verdad a mi esposo debía darle una oportunidad para al menos hablar, que no deberíamos dejar pasar tiempo porque ya tenemos un hijo, me negué rotundamente a qué lo dejara pasar a la casa no lo quería ver en pintura, pero era tarde estaba subiendo las escaleras a mi cuarto el muy desgraciado, mi abuela le permitió la entrada a mi habitación para que durmiera conmigo estaba segura que algo le había regalado para que reaccionara así tan amiga de el.

-¿Que te dió para que seas tan amable con el?.

-Su Ferrari que está estacionado afuera.

-¡Que! cómo es eso que me vendiste por un maldito auto abuela por dios.

-Es la compensación por dejar a tu madre sin haberlo matado en un hospital psiquiátrico.

-Bueno yo los dejo me iré a dormir mañana debo pasear en mi Ferrari.

Cerro la puerta dejándome ahí con Andreas quien se quitaba la ropa para meterse a la cama conmigo, mi abuela me había dejado con llave para no cambiarme de habitación, mi pequeño estaba en su camita al lado de la mía, abrió los ojos con el ruido que hizo su padre al entrar lo miro dándole una sonrisa feliz, Andreas le dió un beso en la frente para que volviera a dormir al menos con alguien que fuese sincero.

-Papá eres tú.

-Vez hijo te prometí que dormiríamos los tres juntos en familia.

-Mamá papá está aquí.

-Ya lo ví mi amor, hijo tu sabes quién es el, porque no me dijiste que sabías que el era tu padre.

-Porque papá era el súper héroe que conocí.

-Que le dijiste a mi hijo idiota.

-La verdad que yo era su padre, que volví de viaje para estar con ustedes que viviríamos los tres juntos para siempre, ya deja de reclamar mi amor hazte a un lado que ya me quiero acostar.

-En el suelo es donde dormirás.

-Por nada del mundo yo dormiría ahí.

Abrió las tapas de mi cama me hizo a un lado para acomodarse, porque me hace esto si yo no quiero nada en absoluto con el, no se merece ni siquiera una palabra mía este idiota, estaba tan molesta por la situación que la verdad preferí callarme la boca y dormír, a la mañana siguiente cuando desperté Andreas me tenía abrazada por la cintura, trate de soltarme de su agarre pero comenzó a bajar la mano directo a mis bragas, metió su mano en mi feminidad tuve que morder la almohada para no jadear por lo que me estaba haciendo, luego me corrió mi braga con la mano libre introduciendo su masculinidad en mi, comenzó a moverse dentro de mi con una de sus manos me tapo la boca con el otro brazo me tenía agarrada, estaba tan enojada por como me estaba tratando pero a la vez disfrutaba de esa sensación de estar con tu hombre, me quedé disfrutando hasta que terminó la verdad estuvo muy buena la follada mañanera que tuvimos, me levanté para ducharme el fue conmigo no quería dejarlo entrar pero debíamos aclarar ciertos puntos.

-Nunca más en tu vida vuelvas a tomarme de esa forma, no me gusta cuando quieres hacer las cosas a la fuerza.

-Mi amor contigo jamás sería a la fuerza, se perfectamente que disfrutaste de aquel momento de marido y mujer igual que yo.

-Que me haya gustado no tiene nada que ver con que te aproveches de mi por estar dormida, además está nuestro hijo aquí como se te ocurre algo así.

Nos duchamos juntos cosa que hacíamos siempre después de hacer el amor, estábamos listos para salir a vestirnos cuando siento un golpe seco en el suelo, corrí a ver era mi pequeño quien durmiendo se había caído de la cama, por suerte no estaba herido fue solo el susto por el golpe mi pequeño en ves de llorar se reía porque se cayó gracioso según el, Andreas insistía en llevarlo al doctor para que lo revisara espere sin pararlo del suelo unos minutos, luego lo lave para salir al doctor mi abuela había salido temprano a lucir su Ferrari, Andreas pidió a uno de sus hombres venir por nosotros, el doctor reviso a mi pequeño gracias a Dios no tenía nada más que un chichón por el golpe, fuimos a desayunar a un restaurante muy comimos comida deliciosa, luego fuimos al penthouse mientras mi pequeño dormía siesta era momento de hablar seriamente con Andreas.

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