capitulo 4

Empezamos otro día más de entrevistas, Muriel ya se notaba más familiarizada con la idea de contar su vida a un extraño, era muy dulce con todo el mundo, las personas que trabajaban con ella le tenían mucho aprecio, ella despertaba sentimientos en todas las personas que la rodeaban incluyendome, viendo como se comportaba con todos me era imposible creer que fuese una criminal como querían hacerlo parecer.

"Ayer nos quedamos en cuando mi madre me presentaría a su novio, bueno íbamos camino al penthouse del susodicho yo iba en silencio mirando el paisaje de Atenas, mi madre no paraba de cotorrear por teléfono con mi abuela, llegamos a una villa apartada de la ciudad cerca de las colinas, la vista era totalmente increíble se veía Atenas completa, entramos todos los empleados nos recibieron con mucho respeto, llegamos a una enorme sala de estar, en ella había un hombre de espaldas a nosotras mirando el paisaje con un whisky en la mano.

-Mi amor, te presento a mi hija Muriel.

El hombre se gira para saludar, no lo podía creer eso no podía ser cierto, pensaba que era una cámara indiscreta o que estaba alucinando, frente a mí tenía a mi ex novio Andreas Constantinos, quien era el misterioso novio de mi madre y mi ex novio hasta el día de hoy, me temblaba todo el cuerpo sentía ganas de llorar, reír y vomitar a la vez, que carajos pasaba aquí de qué clase de hombre era que podía tener a la madre y la hija.

-Buenas noches Muriel, un gusto conocerte.

-Bu bu buenas noches señor Andreas.

-No me digas señor cariño dime solo Andreas.

-Esta bien.

-Me alegra que por fin mis dos amores se hayan conocido, hija ve a tu habitación a dejar tus cosas yo voy a la cocina y regresó enseguida.

Salí de ahí directo a dónde me indicaba una de las sirvientas, entre a un cuarto maravilloso estaba decorado a la perfección, estaba a punto de llamar a Carrie para contarle lo sucedido cuando siento una presencia detrás de mí.

-Gracias por no decir nada.

-No lo hice por ti, fue por Cristina.

-Siento lo que sucedió está mañana, juntémonos mañana a conversar y te explico todo mi amor.

-No me digas mi amor, tu y yo no somos nada.

-Muriel por favor, dame una oportunidad de explicarte todo.

-No te preocupes está todo muy claro.

-Por favor te lo suplico.

-Quizás otro día, mañana no puedo, tengo un día ocupado, tengo una cita.

-Tu no puedes salir con otro hombre eres mia.

-Yo era tuya, hasta que me echaste como un perro está mañana.

-Sales con otro hombre y pagarás caro.

-Qué puedes hacerme que me lastime que ya no me hayas hecho, matarme si es así hazlo de una vez.

-No podría matar a la mujer que amo.

-Tu amas a mi madre te vas a casar con ella, yo solo fui una niña estúpida que se creyó el cuento del príncipe azul, ahora sí me permites tengo que hablar por teléfono.

-Aquí estaban, los estuve buscando la cena ya está servida.

-Ok mamá vamos.

-Qué conversaban.

-Le pregunté a Muriel si le había gustado la casa.

Caminamos los tres como una gran familia a la mesa del comedor, el mayordomo de Andreas casi muere de un infarto cuando me vio, pensó que yo no estaba ya en Atenas, lamentablemente era menor de edad y debía quedarme con mamá en Atenas, no sabía cómo iba a soportar que mi madre era la prometida del hombre que yo amaba, estábamos cenando cuando me acordé de una telenovela que veía con mi abuela, dónde una mujer le sacaba celos a un hombre con otro, así Andreas pagaría lo que me hizo podía mirarme pero de lejos porque nunca me volvería a tener en su cama.

-Hija, ¿quién era ese muchacho que fue a dejarte en motocicleta al hotel?.

-Yiorgos un amigo mamá.

-Amigo, jajajaja hija mía te vi cuando lo besaste.

-Mamá eso es privado mío no seas así.

-Mi pequeña se enamoró en Grecia.

-Cristina estás incomodando a Muriel.

-Gracias Andreas.

Cenamos en silencio después del comentario de mamá, me despedí de ellos y subí a mi habitación a devolver toda la comida que tenía en mi estómago, me sentía asqueada de ser parte de una cosa tan escabrosa como un triángulo amoroso, me lave los dientes para ponerme mi pijama y me acosté a dormir, estaba plácidamente dormida cuando Andreas me despierta.

-Como que te besaste con ese niño.

-Tu te acuestas y besas con mi madre.

-Ese no es el punto, hasta la mañana eras mi mujer.

-Iba a ser tu mujer hasta que te casarás con ella.

-No me voy a casar con ella.

-Pero si ella está buscando hasta casa para ustedes.

-Si me pides que no lo haga, no me caso.

-Andreas cásate y déjame en paz.

-No seas cruel conmigo se que estás enojada pero escúchame.

-No me interesa lo que tengas que decir ahora por favor sal de aquí o grito.

Salió de la habitación con cara de pocos amigos, la verdad me dió un poco de pena la situación, pero no podía ser tan estúpida para perdonar su engaño, me estuvo engañando casi un año ocultando que tenía novia y para colmo era mi madre.

A la mañana siguiente decidí contactar a Yiorgos el chico del día anterior, me arregle muy bella para salir con él durante el día, baje a desayunar a la terraza mi madre estaba cabizbaja Andreas con cara de ogro, al parecer habían tenido una discusión por la noche, mi madre quería tener relaciones sexuales y Andreas no quiso, ella le reclamo que hace casi un año el no se acostaba con ella, después la sentí romper cosas hasta que Andreas salió a dormir a otra habitación, estaba sacando cuentas del tiempo que llevaba con Andreas era casi un año, caí en cuenta que el solo se acostaba conmigo desde que éramos pareja, no pude evitar una sonrisa en mi cara el se dió cuenta y también se sonrió, de pronto su sonrisa cambio cuando la sirvienta me informo que Yiorgos estaba afuera esperando por mi, no sabía que hacer porque si salía Andreas se molestaría más aún, bueno debía sufrir antes de perdonarlo por su engaño.

-Gracias dígale que ya voy.

Me despedí de ambos, para salir corriendo en dirección a dónde me esperaba Yiorgos, me disculpé con él por no poder salir durante todo el día, le expliqué que en casa las cosas nos estaban bien y que debía hablar con Andreas, el me entendió perfectamente en compensación lo invite a comer al muelle, después de un rato nos despedimos está vez no de beso en la boca, y marque aquel número que tenía bloqueado después de dos tonos contestó.

-¿Tan corta fue tu cita con el mocoso?.

-¿Puedes venir por mi?, ¿Hablemos?.

-Estoy aquí.

Aparece tras de mí como un fantasma, me estaba siguiendo para saber qué hacía en mi cita con Yiorgos, subí a su auto para salir de ahí con destino a un lugar más privado para conversar, llegamos a un muelle donde había atracado un yate, Andreas me ayudó a subir y zarpamos unos cuántos metros mar adentro para conversar, la verdad no hablamos mucho lo bese de inmediatamente nos detuvimos, bajamos a una de las recámaras del yate en dónde hicimos como conejos el amor, a pesar de que me mintiera escuchar de mi madre que no la había tocado, me hacía confirmar que Andreas era absolutamente mío, después de un rato subimos para comer algo en la cubierta, abrimos un vino para ponernos a conversar sobre el tema que teníamos pendiente.

-Bueno Andreas te escucho.

-La noche que te conocí, fui a mi club a despejarme porque tu madre me dijo que por mi culpa se había olvidado de su hija, iba en mi limusina cuando ví a la mujer más hermosa del mundo parada afuera, decidí que entraras para conocerte supe al verte que aún eras menor de edad, pero no me importo porque estaba embobado por ti, paso en el hotel lo que tu y yo sabemos, a la mañana siguiente al despertar sentí sonar un teléfono al mirar la pantalla ví que la foto del contacto que llamaba era Cristina, iba a contestar pero me di cuenta que era el tuyo, salí huyendo de ahí para no verte más, pero el destino nos volvió a juntar en ese restaurante, ahí me di cuenta que me había enamorado completamente de ti, decidí no decirte nada porque sabía que me dejarías, ayer no tenía planeada la llegada de tu madre a la ciudad, según ella lo hizo con la excusa que veía a verte a ti, pero la conocemos perfectamente se lo que te hizo con las tijeras, espero después de oír todo esto me puedas perdonar, porque se que soy un mentiroso pero todo lo hice porque estoy completamente enamorado de ti Muriel.

Yo como era una niña que estaba viviendo su primera relación de pareja con un hombre, y porque creía amarlo totalmente decidí darle una oportunidad, con la condición que no se casara con mi madre, pero si conmigo porque si me amaba a mi yo debía ser su esposa, Andreas preparó un plan que me parecía de película para poder casarnos, iba a ser que mi madre firmara una autorización para casarme aquí en Grecia, mi madre a pesar de ser esposa de griego jamás se preocupó de aprender el idioma, por lo que Andreas le diría que estaban firmando un contrato prenupcial, pero ella no sabría que me daba autorización para casarme con Andreas, en Grecia no hay edad mínima para el matrimonio pero si la hay aquí en Estados Unidos especialmente en New York".

-¿Ahora que es una mujer adulta, cree que Andreas tenía todo fríamente calculado, hasta lo del matrimonio con usted?.

-No sabría responder a esa pregunta Xavier.

-Me parece curioso que jamás se lo cuestionara.

-Si lo hice prefiero guardarlo para mí.

"Así pasaron las semanas, inventé que estaba saliendo con Yiorgos pero la verdad que todas las tardes me veía en el yate con Andreas, teníamos sexo como condenados durante toda la tarde, luego nos íbamos a casa a fingir que nada sucedía, llegó el día de mi cumpleaños número 17 estaba todo listo para la boda, solo faltaba que mi madre firmara la autorización para casarme con Andreas en Estados Unidos, para el fue fácil hacerle creer que ella firmaba otra cosa, junto con lo que firmaba le transfierio 20 millones de dólares y diversas propiedades en Estados Unidos, ella con la cifra que Andreas le dió firmo sin leer, estaba hecho nos casaríamos por fin con Andreas, una vez firmado el documento que estaba escrito en Griego más unas hojas en blanco, que eran supuestamente para otros documentos por fin nos íbamos al registro civil de Atenas.

Me puse un vestido blanco a juego con sandalias de estilo griego, una corona de flores blancas en mi cabeza la verdad era sencilla pero hermosa, Andreas me miraba embobado vestida de novia, la ceremonia por fin comenzó después de leer muchas cosas el juez fue al grano.

-Muriel Creta Portakolos Ferrell, acepta por esposo a don Andreas Nico Constantinos Callasi, hasta que la muerte los separe.

-Acepto.

-Andreas Nico Constantinos Callasi, acepta por esposa a doña Muriel Creta Portakolos Ferrell, hasta que la muerte los separe.

-Acepto.

-Por favor firmen el registro, viendo que ambas partes firmaron, por el poder que me confiere la ley los declaro marido y mujer, pueden besarse.

Con ese beso sellamos la unión, era la señora Constantinos ya nada me podía separar de Andreas, por fin estaríamos juntos para siempre sin aquellos prejuicios de la gente, decimos que no diríamos nada por ahora debíamos encontrar el momento justo para decirle a mi madre que estábamos casados, después de casarnos el asistente de Andreas se fue a la embajada a regularizar el documento de matrimonio, debía tener un nuevo pasaporte con mi nombre de casada, nosotros nos fuimos a celebrar nuestro matrimonio".

Terminamos la entrevista ese día, tenía sentimientos encontrados me sentía totalmente celoso de Andreas, no sé si fue la forma en cómo le brillan sus ojos cuando habla de él, o que él se haya llevado sus mejores años y su inocencia por completo, pero me sentía completamente celoso de ese hombre.

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