capitulo 19

— acaso tú quieres arruinar la empresa de tu padre - inquiere Leonardo

— por qué preguntas esa estupidez 

— te estás comportando como un niño, hacer venir a ese hombre hasta la empresa para que le digan que la reunión está cancelada, es en serio

— no le veo lo malo, es para que aprenda a no jugar con mi tiempo

— ajá, te creeré 

— y tú qué te traes

— de que hablas

— desde que viste a Sofía no dejas de verla y en las oportunidades que tuviste de hablar con ella le dijiste linda, quiero que sepas que no te quiero cerca de ella, sé cómo eres y solo la utilizarás para una noche

— tienes que aceptar que tiene lo suyo y claro también es linda, o no lo crees, si la quieres para ti solo dímelo y yo me aparto 

— qué cosas dices, estoy comprometido, además ella no es de mi gusto, Amanda tiene todo lo que me gusta y Sofía no se parece en nada a ella 

— Amanda esto, Amanda lo otro, aún no creo que en serio te vayas a casar con esa mujer 

— pues créelo, no hay nada ni nadie que cambie mi decisión- dictaminó Massimo, cerrando así ese tema, siguieron hablando de cosas triviales, Sofía ya les había llevado su café y después de estar los dos platicando por mucho tiempo los dos amigos salieron de la oficina

Leonardo saludó a las chicas, mientras que Massimo solo de reojo observo a Sofía por un momento, cuando llegaron al ascensor presionó el botón para llegar al primer piso de la empresa, cuando las puertas se estaban cerrando logro ver cómo las dos mujeres murmuraban entre ellas, pero no le tomo importancia

Al salir había una fuerte lluvia, los empleados que ya salían de su turno corrían para conseguir taxis, mientras que otros tenían el privilegio de tener carro 

Un carro ya esperaba por los chicos frente a la empresa, el chófer iba hacia ellos con un paraguas y evitar que siguieran mojándose en lo que llegaban al carro, los chicos subieron mientas que el chófer guardaba el paraguas y subía al carro

Por otro lado, Sofía y Lisa, iban saliendo de la empresa cuando se toparon con la fuerte lluvia, no querían mojarse, pero no tenían opción, tenían que tomar el taxi, tardaron en tomar un taxi, ya que no querían subirlas porque estaban mojadas 

Por suerte las dos amigas consiguieron taxi y como ellas viven en el mismo edificio, ninguna de las dos tuvo problema, por eso 

— te invitaré una taza de chocolate cuando lleguemos al edificio te lo prometo 

— no se diga más, lo prometiste, iré a mi departamento y luego iré al tuyo, espero y mi taza de chocolate este listo para entonces

— jajaja, está bien, solo no lo olvides porque me lo tomaré — bromean las chicas entre ellas 

Al llegar a su destino pagan el taxi y bajan corriendo del taxi para entrar al edificio, las dos suben al elevador que las lleva hasta su piso, las chicas se separan y cada una se va a su departamento

— abuelito, ya estoy aquí - grita Sofía para que su abuelo la escuché 

— muñeca, has llegado bienvenida a casa - le dice la señora que se encarga de cuidar a su abuelo

— si Nana, he llegado, como está mi abuelito- le dice con cariño a la señora que aunque no sean familia ella le ha tomado mucho cariño

— igual, ni mal ni bien, necesita ser atendido en un hospital, aquí no podemos hacer mucho por él mi niña

— lo sé Nana, pero no tengo el dinero suficiente para tenerlo internado en un hospital, si tengo para el hospital no tendré para las medicinas - dice triste, pues su abuelo está delicado de salud

— cambia esa cara, verás que tu abuelo se recuperará, ve a verlo, se alegrará de ver qué has llegado 

Sofía se encamina a la habitación de su abuelo, cuando entra lo ve ahí recostado en la cama como siempre, no puede evitar no sentirse mal, pues si ella tuviera el dinero su abuelo no estuviera ahí en esa cama, sino tal vez en un hospital 

— has llegado mi niña - le dice su abuelo con la voz un poco cansada

— si abu, he llegado, cómo te sientes

— igual que siempre, pero ahora un poco mejor al saber que ya estás aquí, porque estás mojada 

— está lloviendo y cuando Losa y yo salimos del trabajo, tuvimos que pararnos bajo la lluvia para conseguir un taxi

— deberías conseguir un paraguas y siempre llevarlo contigo, anda ve a cambiarte y luego vienes otra vez a ver a este viejo moribundo

— abu, no digas eso, sabes que no me gusta, te prometo que trabajaré mucho para poder llevarte aún hospital y que ahí cuiden mejor de ti e iré a visitarte todos los días hasta que salgas 

— no mejor déjalo así mi niña, yo ya no creo poder más, ya estoy demasiado viejo, en cualquier momento me iré y no quiero dejarte endeudada -ante las palabras de su abuelo Sofía no pudo evitar que una lágrima traicionera saliera 

Se despidió de su abuelo y le dijo que en un momento regresaría, en el pasillo se encontró con su Nana y le pidió que le preparara chocolate por favor, a lo que ella le dijo que si 

Fue a su habitación y busco ropa seca, tomo una toalla y se metió a dar una ducha, al abrir la regadera el agua salió fría 

— maldición, no otra vez - dijo mientras el agua caía sobre su cuerpo haciendo que se erizara su piel 

Después de un tiempo salió del baño, ya estaba arreglada, justo cuando iba saliendo de su cuarto tocaron a la puerta y con una sonrisa en su rostro fue abrir, pues, sabía que era Lisa quien tocaba 

Abrió la puerta y frente a ella se encontraba Lisa con una sonrisa en su rostro, la amiga entro al departamento y pregunto por el abuelo de Sofía quien con tristeza en su voz le dijo que estaba igual que siempre

Lisa la consoló y le dijo que no se preocupara, que muy pronto su abuelo se iba a recuperar, pasaron la pequeña cocina y sirvieron el chocolate que la Nana había preparado

Después se devolvieron a la sala y se sentaron a platicar sobre su nuevo jefe, ese fue el tema de interés, las dos opinaban lo mismo, Massimo era un hombre intimidante, guapo, pero lo que les preocupa es lo arrogante y prepotente que puede ser 

Pasaron un rato platicando entre ellas, cuando Losa tenía que irse paso a despedirse del abuelo de Sofía, él conocía a Lisa y le cae muy bien, era como su segunda nieta

Cuando lisa se fue, Sofía fue a la habitación de su abuelo, platico un rato con él sobre su nuevo jefe y como las cosas parecían que cambiarían, su abuelo se fue quedando dormido y ella igual 

[...] 

Desde que Massimo tomo el cargo de presidente de la empresa, pasaron dos días, en los que pudo poner en orden su nuevo cargo, ya era conocido en los diferentes pisos de la empresa

Pues los empleados de la empresa que ya habían tratado con él no perdieron la oportunidad para divulgar la actitud de su jefe y como él trata a los empleados, así que todo el personal le tenía miedo al nuevo jefe 

Fue tanto así que en tan solo estos días todos se habían puesto de acuerdo junto con el de seguridad para qué les avisará cuando Massimo pusiera un pie en la empresa, así todos tendrían tiempo de correr a sus puestos

El estricto mandato de Massimo llegó a todos los pisos desde abajo hasta arriba y nadie quería toparse con él, ni por error, por eso el acuerdo con el de seguridad que con miedo a ser escuchado por él siempre anunciaba la llegada de su jefe 

Sofía era una de todos ellos y era la única que sufría más que el resto, pues ella era su secretaria, y aunque no quisiera verlo eso sería imposible por su cargo

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