Ahora tengo 28 años y en todos estos años no he visto a mi familia de nuevo, no sé de ellos y sinceramente no está en mis planes, solo hay una excepción y esa es mi hermosa madre a la cual amo y quiero mucho y de vez en cuando le llamo para saber cómo se encuentra ella
El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos
📲— diga - contesto sin ver el nombre en la pantalla
📲— Massimo- escucho la voz de Leonardo al otro lado de la línea
📲— sabes que detesto ese nombre, que quieres, espero y ya tengas resultados
📲— ya sé que lo detestas, pero es tu nombre y por más que intente llamarte por tu segundo nombre no me acostumbro, así que acostumbrarte tú a qué te llamen Massimo, respecto a tu pregunta, precisamente para eso te hablaba.
📲—Ahora que sucede, llevamos ya días con eso y aún no lo resuelves - digo con frustración
📲—Pues lo intento, pero yo no sé nada de la mafia, no estudie para esto
📲—No, es que no es solo que lo intentes, tienes que lograrlo porque si se viviera de los intentos todos seríamos un fracaso, me entiendes. Pudiste arreglar lo otro.
📲 Sobre eso, dicen que tienes que venir tu mismo arreglar ese asunto, ya que tienes que llegar aún acuerdo con el
📲—Vamos, esto no me puede estar pasando, cuál es la diferencia si ya sabe que es lo que quiero, acuerda algo tú con él y ya
📲— es lo que propuse, no lo aceptan, si no vienes tú, esto no terminará nunca
📲 Con un demonio, cuando quieren que me reúna con ellos y dónde
📲 En casa, ¿cuándo? Tan pronto llegues a la isla
📲 Está bien, encárgate de todo, ordena que preparen el jet y encargarte de la seguridad cuando llegue
Colgué y avente mi teléfono con mucha fuerza y este se estrelló contra la pared, pase mis manos por mi cara con frustración, es que es una completa mierda, siempre se termina haciendo lo que él quiere
La puerta de mi oficina se abre y por ella entra Amanda
— amor, que sucedió hasta allá afuera escuché el golpe
— nada, solo fue mi teléfono
— has roto tu teléfono, que te sucede
— solo olvídalo, vamos que tenemos que irnos
Tome a Amanda de la mano y salimos de mi oficina, tomamos el ascensor, bajamos al primer piso y salimos de la empresa donde afuera ya me esperaba mi carro deportivo color blanco
El valet parking me entrego la llave, rodee el carro y mientras Amanda subía lo prendí, cuando Amanda termino de subir emprendimos camino a mi departamento
Al llegar, bajamos del carro y entramos al edificio, saludé a la señora que se encontraba en la recepción, ya me conoce y me cae un poco bien
Subimos al ascensor y presioné el botón que me llevará hasta mi piso y ahí solo buscar el número de mi apartamento, el cual según es el más pequeño, así lo pedí yo, ya que supuestamente solo viviría yo ahí
Subimos a la habitación, yo preparo mi maleta, pues Amanda ni estando loca lo haría. Mientras ella, supongo, también hace lo mismo, la verdad no le estoy prestando atención
— Amanda, para que tantas maletas solo iremos a resolver ese pequeño asunto y regresamos - le cuestiono al ver que preparo muchas maletas
— solo llevo lo esencial, cariño
— lo esencial para dos semanas o qué diablos, ahora mismo haces otra maleta, empacas lo esencial para uno o dos días y nos vamos
— amor, no seas así - me suplica colgándose de mi cuello mientras la tomo de la cintura
— ya he dado una orden, la acatas o te quedas, ya hablé, te espero abajo, apúrate que ya está listo el jet - le doy un beso en los labios, tomo mi maleta y bajo para esperarla
10 minutos después la veo bajar enojada y haciendo pucheros, la verdad no estoy para aguantarla en estos momentos, me da igual si se enoja conmigo, no le voy a andar rogando, si se quiere enojar que se enoje, ella me conoce y sabe cómo soy, mejor que no le mueva
— lista - le pregunto una vez que se encuentra enfrente de mí, pero ella no contesta
— perfecto, nos vamos - le digo, tomo mi maleta y camino hacia la salida del departamento a pasos rápidos, solo escucho el ruido de sus tacones donde viene corriendo tras de mí
Subo al ascensor y la espero, no tenía planeado esperarla, pero sería muy maleducado de mi parte, además es mi prometida, cuando subió al ascensor ahora sí, presione el botón al piso principal
Mientras bajábamos ninguno de los dos hablo, yo solo venía viendo hacia el frente, las puertas del ascensor se abrieron y fui el primero en salir
Salí del edificio y me monte en mi carro, Amanda hizo lo mismo y una vez los dos arriba del carro arranque. Camino a una de las tantas pistas clandestinas que tiene mi padre, tampoco hablamos, llegamos y subimos al jet
Y es que yo podré tener mi carácter, pero Amanda tampoco se queda atrás, si es posible vamos a estar peleados en todo el viaje hasta que regresemos de nuevo a Londres, eso es bueno así Amanda no me va a hablar y no me va a pedir que nos quedemos más tiempo, aquí es donde me preguntó ¿premio o castigo?
En todo el vuelo no me habló, y yo tampoco pienso rogarle, si me va a hacer la ley del hielo, pues yo me convierto en iceburg y a ver quién le habla a quien
Aterrizamos y cuando descendí del jet frente a mí se encontraba Leonardo
— que bueno verte otra vez, ya te estaba empezando a extrañar- me dice Leonardo dándome un abrazo
— diría lo mismo, pero me has hecho venir hasta aquí - dije quitándome los lentes de sol que traía
— veo que nos has venido solo, verdad - me pregunta al ver a Amanda bajando del jet
— efectivamente, primero pensé que sería buena idea, luego todo se fue al demonio, ya que nos terminamos peleando antes de venir y ahora me aplica la ley del hielo
— porque demonios no la dejaste si se habían peleado - me pregunta y es que no sé la verdadera razón, pero a Leonardo nunca le ha caído bien Amanda
— sabes que no puedo hacer eso, es mi prometida
— no sé qué te hizo esa mujer, pero ya te dije que no me cae bien
— y eso a mí que, si el que se la coge soy yo y el que se va a casar con ella soy yo, mejor deja de decir idioteces y vámonos - me puse los lentes nuevamente y camine hacia el carro que ya nos esperaba
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