Capítulo 15.

David abrazó a su padre así llevándolo a su habitación, las pequeñas mellizas ya estaban dormidas, después de una rica cena estaban satisfechas así que se fueron a su habitación. La cabaña era de madera y pequeña, su padre la construyó con sus propias manos y su esfuerzo en los años. Había dos habitaciones nada más así que las niñas dormirían con su padre, David pensó vigilar a Dayanna durante la noche por si tenía algún dolor.

Narra David

Estoy furioso con mi madre, como se atrevió a abandonarnos de esa manera tan cruel, mi padre la ama con locura todavía, cómo pudo soportar saber que el amor de su vida lo ha engañado con otra persona… yo no sé si perdonaría una infidelidad o una mentira… ese hombre con el que engaño a mi padre era un noble hijo de un Vizconde…. Detesto a los nobles, solo con recordar cómo trato a mi padre en ese momento.

-

En ese momento David estaba furioso, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se daba cuenta de los quejidos de Dayanna, así que ella comenzó a moverse y comenzó a balbucear.

- Te extraño… te extraño…- ella comenzaba a apretar algo muy fuerte y quería llorar, pero David no sabía si era por tristeza o por el dolor de su cuerpo así que preparó la medicina y ella debía beber, entonces el al colocárselo en la boca ella no quería beberla, después de tres intentos ella seguía escupiéndole y ardía en fiebre.

- Lo siento - él bebió la medicina y la besó, lo hacía para lograr que ella lo bebiera. Al final logró su objetivo, la recostó de nuevo en la cama con demasiado cuidado para que siguiera descansando. La cubrió con una manta para que no pasara frío. Ella se había calmado, su fiebre desaparecía y ya no se quejaba del dolor, entonces David vio en su mano que ella había soltado ese agarre y dejó ver un hermoso anillo con un diamante grande zafiro.

- Su diseño parece ser que le pertenece a un hombre, alguien tan hermosa como tu como no tendría a alguien a su lado – David suspiró y se quedó profundamente dormido. A la mañana siguiente David despertó asustado, un rayo de luz era proyectado en su hermoso rostro, colocó su mano en la cabeza y dijo:

- Cómo es posible que me haya quedado dormido, que mal curador soy – después de suspirar ese hombre observó la cama que se encontraba vacía, se sorprendió tanto que salió rápido de la habitación en busca de ella, pero, no había rastro de ella por ninguna parte así que el inmediatamente salió de la cabaña y ese día hacía frío, él creyó que ella había huido porque debía buscar a alguien así que se puso en cuclillas y suspiro, no sabía porque sentía un dolor en su corazón como si alguien lo hubiera abandonado, el jamás tuvo un amigo así que pensó que por primera vez podía tener a alguien a su lado. De pronto en ese momento sus hermanas le gritaron, pero él no lograba escucharlas así que ellas corrieron y se tiraron sobre él abrazándolo fuertemente, el al caer no se percató de algo, esa hermosa mujer seguía de pie, su padre le había prestado unas muletas, el al verla que seguía ahí quedó pasmado y ella le dio una cálida sonrisa, sin duda ambos habían sentido amor a primera vista.

David se puso de pie y la abrazo, su agarre fue tan delicado que intentaba lastimarla lo menos posible, la belleza de Dayanna no tenía explicación era una mujer extraordinariamente hermosa con un gran cuerpo. Mientras ambos estaban abrazados ella dijo:

- Lamento tanto haberte hecho sentir ansioso, tus hermanas entraron temprano y ya estaba despierta, pero no quise despertarte porque estabas profundamente dormido, así que me puse de pie e intente caminar un poco, tu padre me vio y rápidamente me ayudo y me dio este par de muletas, yo... si camino un poco podre mejorar, mi cuerpo es muy fuerte y puedo mejorar rápidamente, el hecho que me hayas salvado la vida, siempre voy a estar agradecida contigo -

- No tienes nada que agradecer yo lo hice de corazón, puedes quedarte todo el tiempo que necesites – El estaba sonriendo al igual que ella, su padre estaba saliendo de la cabaña con una canasta de flores.

- ¿Padre a donde se dirige? – El rápidamente se acerco a su padre y agarro la canasta.

- Voy ir al pueblo a vender estas flores –

- Padre el clima es muy fresco para usted. No puede ir en esas condiciones, su pierna a un no mejora y no quiere usar el bastón padre – David estaba molesto al igual que su padre que lo trata como a un niño. Dayanna no quiso meterse en sus asuntos, pero no pudo evitarlo.

- Pueden ir los dos si gustan así cuidas del señor Kyle, yo cuidare a las niñas-

- ¡SI! – Gritaron las niñas. David suspiro y su padre rió, no pudo negarse a la petición de ella.

David se fue al pueblo con su padre, realmente David era la misma imagen de su padre de cuando era joven pero no importaba que ambos seguían siendo muy guapos. Después de bajar una montaña un poco alta y llegar al pueblo, comenzaron a colocarse en el puesto a vender flores, prácticamente la mayoría de las mujeres nada más compraban porque estaban felices de ver a unos hombres tan hermosos.

- Hijo puedo ver que te gusto esa mujer – su padre se lo dijo en broma y estaba tan contento por ver a su hijo sonrojado.

- No es así padre, aparte esa mujer tiene un hombre que la espera en la capital, anoche se aferraba a un anillo en sus momentos más delirantes por la fiebre -

- Si te duele el corazón hijo es porque esa mujer te llamó la atención, mientras seas feliz con cualquier mujer por mi estaría muy bien, lo que siempre quiero es tu felicidad y la de las niñas, ustedes son mi tesoro y mi mas grande amor -

- Lo sé padre, pero… si ella ya tiene a alguien en su corazón no soy capaz de intervenir y seducirla -

- Tienes razón, no es moral hacer eso, aunque dudo que ese hombre sea más hermoso que tu –

- ¿Por qué padre? –

- Porque eres mi hijo – David comenzó a reír, y realmente las personas que estaban alrededor se sonrojaba por ver a un hombre tan hermoso sonreír así.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***