Me Hice Fuerte Y Merezco Ser Feliz.
La adolescencia es una etapa donde se vive un tipo de vida libre, sin responsabilidades, sin un poco de madurez, de felicidad, donde las palabras que dices no tienen un peso de importancia, pero que pasa cuando no todos los adolescentes vi en esa etapa? ¿Que pasa cuando te toca madurar, ser responsable, sufrir, aceptar algo que no querías, ni pediste hacer?
Ahora, tenemos un tipo de adolescencia, donde se pierde todo ese valor, donde esa etapa de borra, donde la vida obliga a tener madurez y las decisiones duelen aún más.
_Génesis, alguna vez te has enamorado?_
La chica pensó un momento, solo tenía trece años, una chica, que aún no se imaginaba un futuro como tal, primero estaba vivir la vida tranquila, tal vez luchar por un mejor futuro, pensar que si vida no sería como la de muchos o muchas.
_¿Crees que eso es primordial, Lucía? Somos chicas, tal vez debemos esperar más tiempo y ver qué nos tiene el futuro preparado._
Su boca decía una cosa, jugando con sus manos y pensando cada palabra que decía, por qué su corazón ya latía por alguien, pero no era momento, era lo que ella pensaba.
_Ah, mi si, me gusta alguien, me gustaría darle mi primer beso._
Su amiga hablaba muy tímida y juguetona a la vez, estaba en esa etapa donde pensaba que esas cosas eran juego, donde era algo que todo adolescente debía vivir.
_¿Qué hacen chicas?_
Dos chicos muy lindos, para ambas chicas, se acercaron y besaron sus mejillas haciéndolas sentir tímidas, eran sus mejores amigos, pero más que amigos y compañeros, eran quienes aceleraban sus corazones, los que provocaban que sus ropas fueran más reveladoras, dando señales de querer algo más que amigos.
_Nada, ya vamos a casa._
Sus sonrisas reflejaban lo, cómodas y felices que eran, aunque no vivían de lujos, ser feliz era lo importante, pero Génesis pensaba en ir a su casa, las cosas no eran como antes, un nuevo integrante hacía que las cosas fueran diferentes, incómodas, pero no estaba en edad ni derecho de decidir quien vivía o estaba a su alrededor.
_¿Te llevó?_
Santiago, un chico que, para los ojos de Génesis, era el más perfecto, guapo, no tenía nada que envidiarle a nadie, no tenía que poner ni quitar nada.
_Está bien._
Santiago sonreía, había algo en él, que hacía pensar a Génesis, querer algo con él, vivir un amor de fantasía, experimentar cosas que jamás había hecho, aun siendo una chica muy joven.
_Estás linda._
Su mano pasó por el cabello de ella, algo fuerte, sintió su corazón, latía fuerte, sentir un poco de contacto fue muy lindo y deseoso para ella, y aún más de la persona que le gustaba.
_Gracias._
Sonrojada jugaba con sus manos y cabello, al darse cuenta él, sonrió.
_Como está tu mamá._
_Bien, con su nuevo amor._
Esa pregunta era difícil de responder, la actitud de su madre era tan diferente estando Santiago, a cuando estaba ella sola.
Sus palabras salían con esfuerzo, como deseaba llegar a casa y no verlos a ninguno, cambiaría el futuro si se lo permitieran.
_No es malo ser feliz._
Con una sonrisa que para Génesis era la más bella, caminaron hasta llegar a casa, no podía molestarse, él no sabía nada de lo que realmente pasaba en casa.
_Santiago, ¿cómo estás? Gracias por traer a Gene._
Su hipocresía era demasiado, Génesis solo le quedaba sonreír para disimular, cuando deseaba que su madre fuera la que aparentaba frente al chico.
_No se preocupe, señora Guadalupe, lo hago con todo gusto._
_Eres un chico muy responsable._
_No deberían andar a solas, podrían hablar mal._
Esa voz que tanto odiaba o temía gene, sabía que lo decía solo por molestar, sabía lo mucho que se gustaban ambos chicos, y eso le molestaba.
_Gracias por traerme Santi, nos vemos luego._
Sin decir más, se fue a su habitación, pensaba en tantas cosas, sentía miedo, rabia, tal vez deseo de haber nacido en otro lugar, otra familia, veía reír a todos y se preguntaba si ellos no tenían en que preocuparse.
_Génesis, ve a comprar algo._
_Ve tú, deja a Génesis que haga la cena._
_No, yo voy, tengo algo que entregar a Lucía._
La chica tomó el dinero de las manos de su madre y salió antes que dijeran algo, solo pensar en quedarse sola con ese hombre, sentía que todo el aire se le iba.
_No dejes que salga tanto, no vez cuántas muchachas se van de la casa sin saber o salen embarazadas._
_Entonces ve tú hacer los mandados._
Guadalupe se fue a la cocina, el hombre quedó pensando un momento y se fue a su habitación.
>>>
_¿Qué pasa Gene?_
El chico la observó algo nerviosa o eso pensó él.
_¿Santi? Necesito comprar algo._
Caminaron juntos y Santi no dejaba de agarrar su mano y tocar su cabello, osas que llenaban el corazón de una chica, no importaba sus problemas en casa cuando estaba con él, hizo lo que tenía que hacer, hasta que regreso y se encerró en su habitación, ese era el lugar donde podía sentirse a salvo, donde pensaba en él y todo su mundo tenía otro color.
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Comments
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2024-05-14
5
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jum por eso esque no todas las mujeres se vuelven a casar
2024-02-01
3
Monica Salazar Astudillos
Triste realidad, 😥 pero , las madres prefieren ser mujeres y disfrutar de los momentos que da el sexo, que cuidar y proteger a sus hijos
2024-01-26
3