Capitulo 14

Una semana después

Génesis decidió regresar a casa, quería ver a su hermano, justo era su cumpleaños y no podía faltar, lo que ella no sabía, era que lo encontraría ahí.

_Hermana, viniste, ven siéntate._

Justo al lado de él, dejando todo atrás, se pusieron a platicar y a tomar, sin darse cuenta, génesis ya estaba siendo manipulada por el encanto de ese hombre, es que su olor, sus labios, imaginar su cuerpo sobre el de ella, y sentir lo que solo él sabe darle, era inevitable terminar en un hotel, génesis volvió a caer ante él, como siempre, entregando su alma y corazón a él, después de un buen momento, Génesis tomo valor y le pregunto algo que ella deseaba saber, pero su respuesta fue más fría que el hielo.

_¿Santi, que pasaría si por un descuido, salgo embarazada?_

_Jamás te dejaría a mi hijo una persona con tu fama, no está capacitada para cuidar de mi hijo, esperaría a que naciera y te lo quitaría, claro primero vería si es mío._

Esas palabras salían así, como lanzar cuchillos al aire, sin saber qué herida era más profunda, si el corazón de Génesis estaba mal, se puso peor.

_¿Dónde vas?_

Génesis solo se levantó, de la cama, se vistió rápido.

_Ven, perdón, perdón._

Pero al intentar salir, ese hombre la volvió a llevar a la cama con su donde de manipular su mente, la manejaba a su antojo, y ella no sabía como salir de ahí, estaba tan masoquista, que las palabras crueles y dolorosas, se las llevaba el viento.

Después de esa noche, Génesis se volvió a ir, se dedicó a su trabajo y a su bebé, la ilusión de tenerlo en brazos, tal vez un día demostrar que no importaba su fama, podía cuidar de un bebé, evitar que no pasará por lo que ella pasó, la vida de una persona, no siempre muestra lo que es, no juzgar a un libro por su portada, eso pensaba ella, sería la mejor madre.

_¿Qué pasa Génesis? ¿Estás pálida?_

_Tengo mucho dolor, me siento mal._

Como siempre la vida feliz y tranquila que buscaba no duraba para Génesis, ya tenía como tres meses y medio de embarazo, ese día se fue a casa de su amiga, no se sentía bien Lara seguir trabajando, pero mientras pasaban las horas, el dolor era más fuerte.

📲 Te sientes bien nena?_

📲 No, me siento muy mal._

Su amiga de inmediato llego la casa, al verla tan mal, intento levantarla para llevarla al doctor, pues tenía mucha temperatura, ella se levantó de la cama y sintió como algo caliente bajaba entre sus piernas y una horrible punzada la hizo doblarse, cuando vio hacia el piso había un pequeño charco de sangre al igual que en sus piernas, ya no aguanto más y se desmayó.

Ana María llamó de inmediato una ambulancia, cuando ella reaccionó ya estaba en una ambulancia rumbo al hospital.

_¿Mi bebé, que le pasa a mi bebé? ¿Está bien?_

Por más que pedía que le dijeran que pasaba, que su bebé estaba bien, no había repuesta, solo hacían preguntas para saber mi estado de conciencia, llegaron al hospital, en urgencias le hicieron un ultrasonido vaginal y ahí le dijeron la peor noticia que pudo haber escuchado.

_Señorita, tuvo un aborto espontáneo._

_¿Por qué?_

Esa fue la pregunta que salió de ella, quería gritar, llorar, nuevamente le quitaban un poco de felicidad que tenía.

_Pudo haber sido por el exceso de trabajo, por la mala alimentación o hasta por una fuerte discusión._

Génesis no dijo nada más, sea cual haya sido el caso, el chiste era que había perdido a su bebé a su motor de seguir adelante, por qué justo a ella? otra hubiese hecho cosas para no tenerlo, pero ella moría de ilusión, se emocionaba solo pensar tenerlo en brazos, pero no, y otra vez cayó en la depresión, ni eso era capaz de tener, algo que la motivara a ser feliz.

Su rostro era contemplado en el espejo y en su mente solo llegaban palabras dolorosas, ni para ser madre servía, quien ila a querer a una cualquiera como ella, que no puede ni dar hijos, al final de cuentas su madre tenía razón, solo servía como desahogo de hombres, esas eran las dolorosas palabras y así, nuevamente volvió al mundo de los vicios, al alcohol a las fiestas y a los hombres, se hizo peor que antes.

_Ana María, agradezco mucho todo tu apoyo, ya no quiero incomodarte más._

_Gene, no fuiste una incomodidad, eres bienvenida cuando quieras._

Un abrazo de buenas amigas, Génesis Cambio de trabajo, ahora se juntaba con personas malas que vendían droga, la paga era muy buena, menos horas de trabajo, menos cansancio y podía divertirse más, se fue vivir sola y poco a poco fue comprando sus propias cosas, sin pedirle nada a nadie, sola salía adelante hasta que llego una hermosa persona a su vida, quien cambio todo en ella, dejando la mala vida.

_ Hermana, ayúdame, mi mamá me corrió de la casa y cristal está embarazada.

Esa noticia llenó el corazón de Génesis, aún no entendía por qué su madre no sentía ún poco de amor, de compasión, compresión.

_Vengan a vivir conmigo, yo los ayudo._

Su hermana los Recibió en su casa, estuvo con ellos desde sus primeros meses de embarazo hasta que dio a luz, era ella, la encargada de todo, doctor, medicamentos y mucho más, esa beba era más de ella, que de su hermano, aunque el chico trabajaba, no le alcanza para mucho, pero ella se conformaba con que ahorrará dinero para lo que se ofreciera.

_Gracias por ayudarnos hermana._

Los tres veían a la pequeña Naomi, una princesa que fue lo mejor que le pasó a Génesis, aunque no era ella quien la trajo al mundo, en ella veía a ese bebe que pudo haber tenido ella, fue su mejor consuelo y por ella dejo atrás toda su mala vida, por ella cambio se hizo mejor y así fue durante mucho tiempo, en todo ese tiempo poco supo de santiago, evitaba el toparse con él.

Todavía salía a fiestas y si llegaba a tener uno que otro encuentro, pero ya no como antes, cambio de trabajo, de casa, su hermano pudo hacer sus cosas y se fueron a vivir aparte como una familia que eran ya, no Le dolió tanto, ya que seguido iban a visitarla.

Poco tiempo después, empezó a trabajar como secretaria aunque sin experiencia aprendió rápido, era un ejemplo bueno, se sentía bien y contenta.

Ahí conoció un chico, pero él no era de su agrado, decir que le caía mal, era poco.

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