Capítulo 4 ¿Una reunió importante?

Me despierto una vez más, sintiéndome un poco confundida. Ya me estoy acostumbrando a la idea de que he reencarnado y ahora soy una bebé. Han pasado tres meses desde que llegué a este lugar. La hermosa mujer de cabello rojo escarlata, que resulta ser mi madre, se llama Kurenai. El hombre alto y fornido, que se supone es mi padre, se llama Arksh. Ambos comparten el apellido Hellish Flames, ya que son primos. Parece que esto es algo normal en este lugar, para mantener el linaje de sangre intacto. Creo que esta sangre tiene un aura mística. He escuchado murmullos de que esta familia desciende de demonios, lo cual explicaría sus cuernos y ojos rojos. Pero a diferencia de lo que conozco sobre los demonios, que suelen ser agresivos y malvados, esta pareja ha demostrado todo lo contrario hasta ahora.

Ellos creen que soy una bebé normal y mi madre, Kurenai, está siempre a mi lado, cargándome y alimentándome. Al principio me daba un poco de vergüenza beber de su pecho, pero el hambre me hizo cambiar de opinión. Aún no puedo comer nada más, ya que mi organismo no me lo permite. Sin embargo, Kurenai siempre está dispuesta a cambiar mis pañales y a arrullarme en su regazo para que me duerma. Afortunadamente, no es tan complicado.

Porque soy una bebé tranquila, no doy problemas y no lloro ni me quejo sin importar cómo me cargue. Se nota claramente el cariño que tiene hacia su hija. Mi padre, Arksh, también encuentra tiempo para mí a pesar de estar ocupado. Aunque esté cansado, viene, me levanta en sus brazos y me habla sobre todo lo que espera de mí cuando crezca. Me da la impresión de que en el futuro será muy protector, incluso podría arriesgar su vida si me ve salir con algún chico. No sé si estaré viva en ese momento o si habré regresado a donde pertenezco, pero de cualquier manera, debo evitar ser descubierta. Así que haré todo lo posible por ser una niña normal y corriente.

Hoy ha sido un día ocupado para mi madre, Kurenai, ya que mi padre, Arksh tiene una conferencia o reunión con personas importantes. Aunque me tiene en sus brazos, ella está dando instrucciones en la cocina, en los jardines y en todas partes para asegurarse de que todo esté en orden para la reunión. Como siempre, yo no doy problemas y todos en el castillo, mi hogar, parecen no hablar de mí en voz alta. Aun así, murmuran entre ellos sin saber que yo los entiendo. No les presto mucha atención, pero no dicen cosas agradables. Me consideran una extraña mutación que les da miedo y les repugna el color de mis ojos y de mi cabello. Puedo entender su reacción, supongo que es difícil acostumbrarse a algo diferente. Incluso me asustaría un poco si me enfrentara a algo así. Todos los sirvientes y trabajadores del castillo tienen cabello amarillo y ojos azules, a excepción de mis supuestos padres, cuyo cabello es escarlata. Es extraño que vean sus cuernos como algo normal, ya que yo no tengo ninguno y nadie más los tiene, pero nadie menciona ese detalle. Espero descubrir pronto por qué ocurre esto.

A pesar del miedo y el asco que parezco causarles a todos en el castillo, nadie actúa de manera desagradable. Me tratan con delicadeza y están atentos a mis necesidades. Nunca he tenido que hacer un escándalo o causar problemas, lo cual parece extrañarles. Ya sea de manera consciente o inconsciente, todos saben que soy una niña tranquila y que no causo ningún desastre que pueda molestar a alguien. Por eso trabajan conmigo sin ningún problema a mi alrededor.

Cuando el atardecer llegó y el reloj marcaba alrededor de las cinco, los guardias del castillo asumieron sus posiciones firmes.kurenai y yo nos paramos en la entrada, esperando expectantes. La puerta se abre y vemos a un grupo de cuatro personas, incluyendo a mi padre, que está a la cabeza. Al estar frente a Kurenai, hacen una reverencia como muestra de respeto.

"Mi amada esposa, gracias por recibirnos con tanta elegancia. Aprecio tu preocupación y ayuda en este proceso de trabajo", dice mi padre mientras besa la mano de Kurenai.

"Eso es lo mínimo que puedo hacer, no te preocupes por nada", responde ella con amabilidad.

Después de que Arksh besa la mano de Kurenai, se aparta y me acaricia la cabeza con una sonrisa. En ese momento, un hombre de unos treinta años, con cabello negro y un traje ceremonial de seda fina, se inclina ligeramente y toma la mano de Kurenai.

"Muchas gracias por recibirnos, señora Kurenai. Estoy muy agradecido por su presencia", expresa el hombre.

"Es un placer volver a verle, Sr. Shade. Espero que disfrute su visita", responde ella con cortesía.

Cuando termina de hablar con este hombre de negro, se acerca otro hombre un poco mayor, de unos cincuenta años, con un traje militar antiguo y una mirada arrogante en sus ojos. Se dirige hacia kurenai con desagrado en su rostro, pero al verme, cambia su mirada hacia mí. Nuestros ojos se encuentran por un momento y parece sorprendido, tal vez porque mi expresión no refleja la de una niña adorable. No es algo que vaya con mi personalidad. Sin embargo, después de ese breve instante, me mira con desprecio y luego aparta la mirada hacia Kurenai. Sin pronunciar una sola palabra, se aleja con la misma arrogancia con la que se acercó. Por último, una mujer de unos 40 años, con cabello verde y un cuerpo excepcionalmente hermoso, se acerca a Kurenai con una sonrisa radiante que podría iluminar la mitad de Tokio por las noches. A medida que se acerca, abraza a kurenai.

"Me alegra que estés bien. Espero que podamos charlar un poco después de la reunión", dice la mujer.

"Gracias por tu preocupación, Srta. Green. Estaré esperando", responde Kurenai

Después de que todos saludan a Kurenai y casi me ignoran, excepto por la sonrisa de Arksh y la mirada de desprecio del anciano, todos siguen a Kurenai hacia la sala de reuniones. Terminada esta situación, Kurenai me lleva a su habitación donde procede a "torturarme" una vez más, como siempre antes de dormir, cantándome una canción que, seguramente, invoca a algún familiar suyo. Si se equivoca en alguna nota, en pocas palabras, el canto no es lo suyo, su voz es terrible. Después de pasar por esta peculiar "tortura", finalmente me quedo dormida.

Despierto al escuchar una voz, parece que no ha pasado mucho tiempo desde que terminó la reunión de Arksh. Él está a punto de contarle a Kurenai lo que se ha discutido en la reunión. Escucho esta conversación y, finalmente, empiezo a entender algo sobre el lugar en el que me encuentro.

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