Capitulo 18 ¿Que estoy esperando?

Después de golpear a Namba con todas mis fuerzas, me sentía increíblemente agotada. El esfuerzo mental de mantenerme concentrada en el uso de mi magia era extremadamente desafiante, lo que provocaba cansancio y dolor de cabeza. Mientras me quejaba por todas mis molestias, observé a mi alrededor y me di cuenta de la incredulidad en el rostro de todos.

Se escuchaban murmullos sorprendidos mientras la gente comentaba:

"Es imposible, ¿cómo logró golpearlo? Debe ser algún truco."

"No ha utilizado ningún tipo de poder, simplemente ganó con pura fuerza bruta."

Los comentarios de desconcierto se propagaban fácilmente entre la multitud. Desde una zona elevada, donde se encontraban los miembros principales y secundarios de la familia, Lirio se dirigió a Kurenai con una expresión llena de emoción y brillantes ojos.

"Pero, ¿cómo es que mi hermana mayor, Ròse, pudo vencerlo? No vi que utilizara ningún poder, ¿realmente lo superó sin usar llamas?"

Lirio expresó su asombro y expectación. Kurenai, con un tono de voz inseguro, respondió:

"Es imposible que tu hermana pueda ganar solo con fuerza física. Después de todo el entrenamiento que ha tenido durante este año, estoy segura de que no domina las técnicas y posiciones de batalla de manera deficiente. Sin embargo, su fuerza es considerablemente limitada, no llega ni al 70% del nivel de un Rango novato. No sé qué hizo, pero encontró la manera de compensar la diferencia de velocidad."

Las palabras de Kurenai reflejaban su confusión ante mi sorprendente desempeño. Aunque mantenía mi rostro inexpresivo como siempre

Mientras Kurenai mordía su labio inferior en señal de impotencia, Lirio se encontraba aún más extasiada y sorprendida al ver a Roselight de pie frente a su derrotado oponente en el suelo.

"¡Mi hermana mayor, Roselight, es la mejor de todas!" exclamó Lirio emocionada.

Sin embargo, Kurenai interrumpió su euforia con una pregunta cargada de preocupación: "Aún no cantes victoria. Ella se las arregló con la velocidad, pero ¿qué pretende hacer con la diferencia de fuerza?"

Mientras permanecía frente a Namba, quien se levantaba del suelo con una expresión de rabia, este último gritó: "¡Maldita, nos has mentido! ¡Puedes usar llamas, nos estás engañando!"

Con una voz serena, respondí: "No sé de qué hablas. Solo puedo usar magia de la luz."

Sin embargo, todos los presentes comenzaron a murmurar y discutir sobre lo que Namba me acusaba:

"Todos vimos cómo usó magia de la luz antes."

"¿Qué está diciendo este niño? No hemos visto a la mutante usar ningún poder similar al fuego."

Como había pensado, nadie le creía a Namba, ya que solo había hecho que él pudiera ver esa ilusión. Su frustración aumentó aún más, y me amenazó diciendo: "Te voy a destruir y haré que muestres ese poder. Por desgracia, esto solo empeora las cosas. No esperaba que la diferencia fuera tan grande."

Era evidente que una espada no podía dañar a un demonio, como Kurenai me había explicado. Sin embargo, creí que si le daba un buen golpe, al menos podría asustarlo. Pero todo empeoró. Ahora solo podía seguir con mi plan de desgastarlo.

Mientras estaba inmersa en estos pensamientos, Namba, en su arrebato de ira, tomó la espada del suelo y corrió hacia mí con todas sus fuerzas. En un abrir y cerrar de ojos, su espada estaba frente a mi rostro. Logré esquivarlo, pero no sin recibir un corte en la mejilla.

Después de esquivar el ataque, escuché el alboroto a mi alrededor. Todos comentaban en voz alta:

"¿En serio fue cortada por una espada común?"

"Ella no es un verdadero demonio. ¿Cómo puede ser herida por una espada normal?"

Al mirar hacia abajo, vi que mi mejilla chorreaba sangre. Era cierto, no tenía idea de que mi cuerpo era tan frágil. Kurenai solo me golpeaba durante los entrenamientos, pero esto me dejó en una desventaja aún mayor.

Namba puso su mano en la cara mientras se reía a carcajadas y dijo: "Realmente eres un patético demonio. Tú eres la que no debería existir. Ahora verás el infierno."

En cuestión de segundos, Namba estaba frente a mí, y con un golpe en el estómago, me hizo retroceder varios pasos. El dolor era tan intenso que apenas podía concentrarme para pensar. Luego, envolviendo su puño en llamas, golpeó mi rostro y me hizo caer al suelo.

A pesar del dolor, intenté ponerme de pie, pero en un abrir y cerrar de ojos, una pequeña bola de fuego se dirigía hacia mí. Solo pude proteger mi rostro levantando mis brazos para evitar el impacto directo.

Las llamas causaron quemaduras graves en mis brazos, una sensación similar a sumergirse en agua hirviendo. Namba, al ver mis brazos quemados, comenzó a hablar en voz alta, burlándose de mi condición.

"Mira tus brazos, están quemados. ¿Sabes que soy un nivel Novato? Eso te coloca por debajo de un novato, incluso no deberías ser clasificada como demonio", se mofó Namba con arrogancia.

Aprovechando su distracción por hablar, logré ponerme de pie a duras penas. Aunque estaba al borde de la muerte, me negaba a rendirme. A pesar del dolor evidente en mi rostro, Namba no dejó de molestarse.

"Te prometo que al principio esto no era personal. Me daba igual lo que te sucediera, pensaba que solo eras una estúpida traumatizada y por eso tenías esa actitud. Pero ahora me doy cuenta de que en verdad eres una arrogante que simplemente no conoces tu lugar", me lanzó Namba mientras arremetía con una serie de golpes imparables. Logré esquivar los primeros dos, pero el resto impactaron en mi rostro y cuerpo, derribándome una vez más.

Mientras yacía en el suelo, pensé para mí misma: "Era obvio que no sería rival para él. Está claro que no soy buena con la espada y que mi talento con la magia de luz es limitado. Aun así, decidí enfrentarlo a pesar de todo esto".

Mientras Roselight estaba en el suelo, con la mente llena de estas reflexiones, apretó los labios y sus uñas se clavaron en la palma de sus manos. Justo cuando estaba a punto de bajar la mirada al suelo, la voz de Kurenai resonó en toda la sala.

"¿Qué estás esperando?", preguntó Kurenai, recordando aquellos entrenamientos de espada en los que le preguntó a Roselight por qué no intentaba usar magia durante los duelos.

"No creo que sea necesario", le había respondido Roselight en ese entonces. Pero Kurenai insistió, diciendo que si no era suficiente con las palizas que le daba, entonces ¿qué estaba esperando?

Ese recuerdo hizo eco en la mente de Roselight mientras estaba tendida en el suelo. Recordó las palabras de Kurenai: "¿Qué estás esperando? Que te asesine".

En ese momento de debilidad, Namba lanzó un golpe directo a su rostro. Fue entonces cuando Roselight liberó su magia, su cuerpo comenzó a irradiar luz. Esta luz desorientó momentáneamente a Namba, lo que me dio la oportunidad de escapar de la zona de peligro y tomar mi espada.

Una vez que Namba se recuperó de la deslumbrante luz, me miró con disgusto y dijo: "Realmente eres una estúpida". Mientras caminaba hacia su espada, preparándose para el próximo ataque.

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