Capitulo 3 ¿Qué puedo hacer?

Tras recordar las últimas palabras del hombre que apuñaló mi corazón, me sentí aún más nerviosa. Un dolor intenso se apoderó de mi pecho, mientras mi sangre se precipitaba y mi respiración se entrecortaba. Un escalofrío recorrió mi espalda y sentí como si mi alma estuviera a punto de separarse de mi cuerpo. Todo mi ser estaba al borde de la explosión. Sin embargo, el hombre que me sostenía me bajó y me colocó en los brazos de la mujer. Con voz amable, sugirió que ambas necesitábamos descansar. La mujer suavemente puso sus manos en mis mejillas, y al sentir su piel suave, mi corazón, que latía desbocado, comenzó a calmarse. Mi respiración se volvió más profunda y el dolor en mi cabeza se transformó en una sensación de cansancio que se extendió por todo mi cuerpo. Mis ojos comenzaron a cerrarse y caí en un profundo sueño.

Una vez más, escuché una puerta abrirse y, de manera instintiva, salté y giré bruscamente hacia el lugar del sonido. Durante casi siete años, viví sola y nunca tuve que despertar por el sonido de alguien entrando en mi habitación. Pero ahora las cosas eran diferentes. Si seguía despertando de manera tan abrupta, sería molesto en mi vida diaria. Necesitaba acostumbrarme a esta nueva realidad y entender dónde me encontraba. Mientras pensaba en algunas posibles soluciones a mi problema, la persona que había abierto la puerta se acercó a mi habitación. Era una de las mujeres de vestidos blancos que había visto ayer. Se paró frente a mí y me miró de una manera extraña, con lástima. Me sujetó y me cargó frente a ella, diciendo:

"Oye niña, ¿no te parece extraño? ¿Cuánto tiempo llevas despierta? No lloras, no tienes frío ni hambre".

Suspiré, ya que, por más que lo intentara, no podía hablar. Siempre había creído que los niños no hablaban porque no entendían los sonidos, pero ahora me daba cuenta de que hablar no era tan fácil. Además, no creía que fuera una buena idea empezar a hablar tan temprano. Por ahora, trataría de pasar desapercibida y observar mi entorno mientras trataba de comprender dónde me encontraba. En medio de mis pensamientos, la puerta volvió a abrirse y esta vez fue la otra mujer que había estado en la habitación el día de mi nacimiento. Al verme en los brazos de su compañera, comentó:

"Vaya, ya ha despertado. No la escuché. Lamento haber tardado".

La otra mujer le respondió en un tono un poco altanero, como si lo que estaba sucediendo fuera algo malo:

"No te preocupes. Además, esta niña es un problema. Quién sabe cuánto tiempo lleva despierta y no ha hecho ningún sonido desde que llegué".

Las dos mujeres me miraron fijamente, mientras una de ellas dijo:

"Oye, ¿y si la señora engañó al maestro de la familia?"

"No hagas preguntas así, no te han dicho que nuestras cabezas estarían en juego si se enteran."

"Ah, entiendo. Bueno, lo más sensato es pensar que la maestra engañó al maestro de la familia, ya que esta niña no tiene ningún rasgo de la familia Hellish Flames."

"Exactamente. Lo que no entiendo es por qué el maestro aceptó esto sin más."

"El maestro dice que es una mutación normal, que pueden ocurrir."

"Las mutaciones son extremadamente raras en la vida cotidiana. Imagina las probabilidades en la familia principal como la familia Hellish Flames. Ni siquiera pertenecen a la rama secundaria. Ambos maestros son de la sangre original del Demonio Belhor. Las probabilidades de que esto ocurra son nulas."

"Eso es cierto, pero si el señor la aceptó, no podemos hacer más."

"Tienes razón. Pero me da un poco de lástima. Esta niña, aunque sus colores de ojos sean desagradables y den un poco de miedo, es realmente hermosa en general."

"Sí, pero no importa lo hermosa que sea en el futuro, ni si sus llamas son las del mismísimo infierno. Como mucho, podría tener un lugar en el ejército, porque ninguna casa querrá lidiar con un mutante como ella."

Mientras ellas decían todo esto, yo estaba al borde de la locura. Estas mujeres, todas las cosas absurdas que acababan de decir, ¿familia, Hellish Flames, llamas del infierno? ¿Eran algún tipo de código secreto? La verdad es que no entendía. Pero lo que sí sabía era que mis rasgos biológicos no coincidían con los de mi supuesta familia. Ellos tenían cabello rojo escarlata y ojos rojos como la sangre, mientras que yo tenía cabello rosa y ojos amarillos. No sabía por qué, pero tal vez esta mujer que ahora era mi madre había sido infiel y yo era producto de esa infidelidad. No podía descartar esa posibilidad, ya que no la conocía. Sin embargo, lo que sí sabía con certeza eran las mutaciones biológicas, las cuales eran bastante comunes en el lugar de donde vengo. Los hijos a menudo no se parecen mucho a sus padres. Aunque no sabía nada sobre este lugar, lo mejor sería escuchar y aprender de todo lo que me rodeaba. Necesitaba averiguar qué era esta familia Hellish Flames y qué tenía que ver yo en este sitio.

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