Beso

La caravana llegó a un pueblo lejano dónde se había escuchado que eran constantemente asediados por los bandidos. Por órdenes de Kabáh se mantuvieron a una distancia prudente mientras enviaban a soldados a vigilar 

Kabáh- (Cansado) Bueno Muyal creo que el venir a los pueblos resultó beneficioso, los bandidos comenzaron a replegarse en las afueras 

Muyal- Es cierto mi señor, lo que temo es que en cuanto regresemos ellos vuelvan 

Alitzel- (Sirviendo el té) ¿Le sirvo la comida ahora?  

Muyal- Sí, el Emperador no ha probado bocado desde la mañana. Tomaremos un descanso

Alitzel- ¿Comerá con el Emperador?

Muyal- No Ali, gracias. Primero iré a hacer algunas cosas y luego comeré (haciendo una reverencia) Me retiro…

Kabáh- (Suspirando cansado) Es agotador el venir a estas caravanas 

Alitzel- Enseguida le traeré un té relajante 

Rápidamente, Alitzel fué por la comida y el té, lo sirvió y lo colocó frente a Kabáh

Kabáh- ¿Ya comiste?

Alitzel- No su majestad, en un momento iré al carro comedor

Kabáh- (Ofreciendo una silla) Come conmigo, es demasiado 

Alitzel- No creo que sea buena idea mi señor… (apenada) no me gustan los rumores que han surgido

Kabáh- ¿Ya te llegaron?

Alitzel- (Preocupada) Sí su majestad…  

Kabáh- Me imagino que te incomoda por tu relación con ese joven

Alitzel- Si su majestad…

Kabáh- ¿Lo amas?

Alitzel- Si su majestad 

Kabáh- (Cabizbajo) Está bien… puedes retirarte 

Con preocupación, Alitzel salió de la tienda de Kabáh y se dirigió al carro comedor, tomó su plato y se sentó un poco apartada de los demás. Los rumores de su amorío con Kabáh habían tomado más fuerza a raíz de la caravana ya que era la única a la que Kabáh dejó entrar a su tienda y constantemente le pedía comer o cenar con él.  

Por lo que la mayoría al creer que ella se convertiría en la concubina la habían comenzado a tratar con más amabilidad y atención 

Alitzel- (Comiendo) Quiero regresar… no debí venir 

Mientras Alitzel comía, un barullo se escuchó a lo lejos, dejando su plato, caminó hacia el ruido. Los bandidos habían atacado la aldea y nadie había dado la señal 

Alitzel- (Sorprendida y preocupada) ¿Por qué no dijeron nada los soldados? 

Al voltear hacia una colina, vió a los soldados inconscientes amarrados

Bandido 1- (Atrás de ella) ¡Vaya tenemos otro ratón!

Alitzel- (Sorprendida) ¡AH! ¡malditos ustedes! 

El bandido tomó del brazo a Alitzel y ella con una patada fuerte entre las piernas lo derribó, luego corrió hacia el pueblo 

Bandido 1- ¡Estúpida! ¿a dónde vas? ¡estás acorralada! 

Sabiendo que no podría regresar al campamento, corrió hacia el pueblo buscando algo con qué alertar a los demás.

Alitzel- (Corriendo entre el disturbio) ¡Se que deben tener pólvora en algún lugar! (viendo unos barriles con aceite) ¡Esto servirá! 

Rápidamente tomó unas telas y las metió en el barril prendiendo fuego, luego corrió para resguardarse. La explosión fué bastante fuerte y derribó varias casas, aturdida, Alitzel caminó  hacia el bosque, pero fué interceptada por el bandido

Bandido 1- ¡Eres inteligente! (tomándola de los brazos) me gustan las mujeres así 

Alitzel- (Pateando) ¡Dejame maldito! 

Ella comenzó a forcejear mientras el bandido la jalaba hacia el bosque, en ese momento se escuchó el grito de los soldados de Yexalen y todos los bandidos comenzaron a pelear

Bandido 1- ¡Mierd&! ¡Esto es tú culpa! ¡no habíamos herido a nadie! y ¡ahora tenemos que pelear! 

Alitzel- ¿No hirieron a nadie?

Al ver hacia el pueblo se dió cuenta que efectivamente los aldeanos no estaban allí y que solo había casas destruidas. Recordó que en el ataque al palacio había pasado algo similar, antes de los ataques habían hecho algún tipo de disturbio para que los aldeanos salieran 

Alitzel- ¿Por qué solo crean caos? ¡quieren distraer! ¡no quieren herir a la gente! ¡solo crear disturbios! ¡Todo esto era para atraer al Emperador! 

Bandido 1- Muy inteligente 

Comprendiendo la situación, Alitzel golpeó al Bandido en la nariz haciendo que fluyera su sangre. Esté molesto la sujetó del cuello y la azotó en la tierra 

Bandido 1- ¿Sabes? A pesar que el jefe libélula nos dió la órden de no herir a nadie de los pueblos, creo que contigo haré una excepción… aunque no pareces del pueblo si no de la caravana (desgarrando su blusa) así que no estoy incumpliendo su órden

Asustada, Alitzel intentó zafarse, pero el agarre del tipo sobrepasaba sus fuerzas. Sin más remedio, tomó tierra y la arrojó a los ojos del bandido, luego girando sobre el brazo de éste lo sometió y pateó para que la liberara. Acomodándose la blusa desgarrada corrió hacia Kabáh quien luchaba con un bandido, este al verla rápidamente atravesó su espada al maleante y con furia la arrojó hacia el otro que venía tras de ella.

La espada se clavó en el pecho del maleante y cayó de bruces, Alitzel se arrojó a los brazos de Kabáh quien la cubrió con su capa. 

Kabáh- ¡¿Por qué estás aquí?! ¡eres una loca Ali!     

Alitzel- ¡Yo fui quien detonó los barriles, los otros soldados fueron amagados! 

Kabáh- Ok, quedate a mi lado, te protegeré

Sin hacer caso, Alitzel se amarró la blusa para que no se abriera y tomando la espada de un bandido se colocó al lado de Kabáh en defensa

Alitzel- Descuide su majestad, no necesito que me proteja yo también sé pelear 

Kabáh- (Sonriendo orgulloso) Eso creí… 

Los dos comenzaron a luchar codo a codo con los bandidos; los soldados vieron con asombro a su Emperador blandiendo espada al lado de la joven que decían sería la concubina del emperador.

Soldado 1- (Orgulloso) ¡Esa chica merece ser la concubina de nuestro señor! 

Soldado 2- ¡Sería una excelente líder! 

Soldado 3- ¡Doy mi aprobación para que sea la concubina!   

La batalla no duró mucho ya que como en otras ocasiones los bandidos comenzaron a escapar

Kabáh- ¡Vayan tras ellos! ¡no los dejen escapar! (dirigiéndose a un soldado) Les dirán el camino hacia los demás, síganlos con cautela (viendo a Alitzel limpiándose sangre de la boca) ¿estás bien?

Alitzel- Si señor… (tocandose su pecho) ¡¿mi collar?! (buscando) Perdí el collar que me dió Imosh 

Kabáh- No creo que lo encuentres 

Alitzel- ¡Tengo que encontrarlo su majestad! 

Luego de hacer una reverencia se fué buscando por todos lados su collar, Kabáh la veía con ojos incómodos y comenzó caminar para dar indicaciones

Kabáh- (Dirigiéndose a un soldado) Diles a la caravana que venga al pueblo

Soldado- ¡Sí señor!  

Cuando el soldado se fué, Kabáh se sentó en una roca y al lado de él vió el collar de Alitzel, lo tomó y lo guardó en su bolso del pantalón.  Para la noche todo el campamento y los aldeanos habían regresado al pueblo. 

Alitzel- (Terminado de preparar el baño de Kabáh) Está listo su majestad

Kabáh- (Quitándose la bata) Gracias

La mirada de Alitzel se desvió rápidamente al ver el torso desnudo de Kabáh

Alitzel- ¿Necesita algo más?  

Kabáh- No… dime ¿Encontraste tu collar?

Alitzel- (Triste, volteando hacia otro lado) No… 

El chapoteo del agua hizo que Alitzel se pusiera nerviosa ya que indicaba que Kabáh estaba desnudo tras de ella

Alitzel- (Nervosa) Mmme me retiró su ma majestad 

Kabáh- ¿Dónde aprendiste a pelear?

Alitzel- (Sonrojada) La verdad no sé… desde que tengo memoria sé pelear 

Kabáh- Peleas bien… (mirándola fijamente) tallame la espalda 

Alitzel- (Sorprendida) ¡¿Yo señor?! ¡¿no quiere que llame a algún soldado?! o ¡¿al señor Muyal?!

Kabáh- (Serio) No ese es el trabajo de la que me sirve

Con nerviosismo Alitzel tomó la toalla y la llenó de jabón manteniendo la mirada en otro lado, luego Kabáh se enderezó un poco para que ella lo tallara. Con manos temblorosas Alitzel comenzó a limpiar el cuerpo de Kabáh quien no apartaba la mirada de ella

Kabáh- (Serio) ¿Es difícil servir a tu Emperador?

Alitzel- (Apenada) ¡No su majestad…. solo que es incómodo! 

Kabáh- (Tomando la mano de Alitzel) ¿Jamás has visto a un hombre desnudo? 

Alitzel- (Sonrojada) ¡NO! (muy nerviosa) ¡Yo yyy yo yo no! ¡jamás!

Kabáh- Yo tampoco había visto el pecho de una mujer, hasta hoy

Alitzel- (Apenada y nerviosa) ¡Eeee el bandido! ¡mmme mme rasgó la ropa! ¡Intentaba abusar de mí!

Kabáh- Lo sé… en cuanto te ví en esas condiciones corriendo hacia mí y a ese malnacido tras tuyo, me llené de rabia y coraje (tomando la barbilla de Alitzel la gira para que lo viera) Ali, no quiero que otro hombre te toque 

Alitzel- (Sorprendida) ¡¿Su majestad?! 

Kabáh- Ali, di mi nombre (tomándola de las mejillas) por favor, siempre dices que quieres agradecerme por mis atenciones… di mi nombre solo una vez 

Alitzel- (Nerviosa e incómoda) ¡Pe pe pero sssu su majestad! ¡por favor no! (firme) ¡yo tengo a Imosh! ¡Lo he amado desde que llegué! ¡mi coraz…! 

Antes de terminar su frase, los labios de Kabáh se apretaron a los de ella con fuerza, por un momento no supo qué hacer, ¡el Emperador la había besado!. Cuando reaccionó, lo intentó empujar con fuerza, pero este la sujetó y la atrajo hacia él haciendo que se cayera dentro de la tina. 

Muyal- (Entrando con un soldado) ¡SEÑOR! ¡tenemos notic…!

Tanto el soldado como Muyal se quedaron en medio de la tienda sorprendidos al ver la escena del Emperador besando a la joven dentro de la tina.  

Kabáh- (Dándoles la espalda, cubre a Alitzel) ¿Qué quieren?

Muyal- (Apenado) Disculpe su majestad, pero logramos dar con un campamento de bandidos 

Kabáh- Está bien… enseguida salgo 

Muyal- (Haciendo una reverencia) Si su majestad, nos retiramos…

El corazón de Alitzel estaba en shock, sentía ganas de llorar y a la vez de golpear a Kabáh. No había tenido el coraje de empujarlo delante de Muyal y el soldado ya que su ropa estaba húmeda y se transparentaba.

Alitzel- (Empujando a Kabáh le da una bofetada) ¡¿Cómo pudo?! ¡sabe que tengo a Imosh! ¡Yo lo respetaba! 

Furiosa, salió de la tina y tomando una toalla salió por la parte de atrás hacia su tienda donde se limpió una y otra vez los labios. Por su parte Kabáh se tocaba la mejilla enrojecida por la bofetada  y suspiraba triste

Kabáh- Soy un idiota… ¿qué pretendo? 

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