Flores

En un gran caballo blanco salió el Emperador blandiendo su espada hacia los bandidos que incediaban y rompían todo a su paso. Los soldados lo seguían mientras gritaban furiosos

Alitzel- (Viendo el fuego a un lado del palacio) ¡Las llamas llegaron al palacio! 

Imosh- ¡Dentro está un pozo! ¡Tenemos que llegar a él!

Aldeana 1- ¡Pero no se nos permite entrar! además que las puertas están cerradas!

Imosh- No la de Chacte… 

Alitzel- ¡Es verdad! ¡Podemos vaciar el agua del pozo por la pared! 

Rápidamente Imosh, Alitzel y otros campesinos entraron y comenzaron a llenar las  cubetas pasándolas de mano en mano para que al final, Imosh junto con otros la dejaran caer en las paredes haciendo que se apagaran las llamas. 

Imosh- (Viendo que se apagaban las llamas) Solo un poco más

Alitzel- (Viendo que se debilitaba la pared) ¡Cuidado Imosh!

Imosh- (Escuchado un crujido) ¡Todos abajo! ¡Esta cosa se está cayendo!   

Todos bajaron rápidamente y el muro colapsó

Alitzel- (Corriendo con Imosh) ¿Estas bien?

Imosh- Sí… bajamos a tiempo

Luego que el Emperador  Kan Yexalen II saliera del castillo, Canek salió tras de él y fingiendo ayudar a los aldeanos a apagar el fuego se acercó con sigilo justo cuando era atacado por un bandido

Kan Yexalen II- (Blandiendo su espada) ¡Desgraciados! 

Bandido- ¡Muerte al invasor! 

Las espadas chocaban y sin que el Emperador se diera cuenta, Canek le pinchó de lejos con una espina negra

Canek- (Logrando su cometido) ¡Perfecto! 

Rápidamente, Canek levantó la mirada hacia los bandidos y se pegó en un costado del pecho, estos dejaron de pelear y se retiraron 

Bandido 1- (Corriendo) ¡Vámonos! ¡Eso fué todo! 

Los demás bandidos corrieron y algunos soldados fueron tras de ellos mientras que el Rey era escoltado de regreso a palacio

Soldado 1- (Ayudando al Rey a bajar) ¿Está bien señor? 

Kan Yexalen II- (Agotado) Sí…. ¡agh! (mirando a los aldeanos dentro del palacio y el muro caído) ¡¿Qué mierd&?! 

Soldado 1- (Molestó) ¡¿Quién les permitió entrar a palacio?! 

Aldeano 1- (Nervioso) ¡Señor el palacio se incendiaba! ¡tuvimos que entrar para apagar las llamas! 

Kan Yexalen II-  (Apartando al Soldado) ¿Usaron el agua del pozo? 

Aldeano 2- (Preocupado) Ssi su majestad 

 Kan Yexalen II- (Conteniendo su molestia) ¡Ese poso es exclusivo de la familia Imperial! ¡viene de un manto acuífero virgen! 

Alitzel- ¡Su majestad lamentamos haber sido tan irrespetuosos pero era eso o ver arder el palacio completo! 

Kan Yexalen II- (Sorprendido) ¡¿Quién eres?! ¿Qué haces aquí?

Alitzel- Su majestad, mi nombre es Alitzel y sé que me parezco a su majestad la esposa del príncipe, pero le aseguro que no soy nada de ella 

Kan Yexalen II- ¿Estás segura?... (componiendose) Está bien… por hoy están absueltos ya que era una emergencia, pero si vuelven a entrar así al palacio no seré benevolente con ustedes. (Desafiante) Ahora regresen a sus casas…

Todos los campesinos salieron con la cabeza agachada, solo hasta que estuvieron varios metros lejos fué que los murmullos de desaprobación comenzaron a escucharse

Aldeano 2- (Molesto) Mira mi brazo ¡está quemado! y ¿para qué? para que me regañen…

Aldeano 3- (Furioso) Casi ¡Morimos por ese palacio! y ¿nos preguntó si estábamos bien? 

Aldeano 4- (Indignado) Nisiquiera nos dijo eso… 

Aldeano 1- (Al lado de Alitzel) No debimos entrar…. 

Alitzel- Hicimos lo que teníamos que hacer, si el Emperador no lo toma en cuenta, tú sí deberías sentirte bien. 

Imosh- (Limpiándose el sudor y el tizne de la cara)  Nunca le hemos importado a ese Emperador… 

Canek- (Atrás de ellos) Creo que mejor seguiré con mi camino, este lugar es peligroso

Alitzel- (Volteando) ¡¿Sigues aquí?! 

Imosh- (Molesto) Creí que te habías ido

Aldeana 1- Lo ví ayudarnos a apagar el fuego en la ciudad

Canek- ¡Claro! No podía dejarlos solos (guiñandole coqueto a Alitzel) seguiré las enseñanzas de esa lindura 

Imosh- (Molesto) ¡TE DIJE QUE…!

Alitzel- (Interrumpiendo, toma el brazo de Imosh) ¡Vamos! creo que podríamos darle las gracias por ayudarnos con el agua y con el desastre…

Imosh- (Conteniendo su ira, sigue caminando) Como quieras… 

Alitel- (Viendo de reojo a Imosh, se dirige a Canek) ¡Gracias señor por su ayuda! lamento no poder ofrecerle un plato de comida, pero creo que tenemos que ver en qué condiciones está el pueblo…

Canek- (Tomando la mano de Alitzel besa su dorso) ¡Descuida linda! Con tu sonrisa basta 

Alitzel- (Quitando su mano) Solo una cosa más señor, deje de pasarse de listo conmigo (bajando la voz) tal vez Imosh no sea mi novio, pero no quiero que se haga malos entendidos 

Canek- (Fingiendo derrota) ¡Uy! que cruel… mi corazón ¿lo rompes tan rápido? 

Sin decir nada más, Alitzel regresó al lado de los demás que se habían adelantado mientras que Canek volteaba malévolo al palacio. 

Kan Yexalen II- (En su oficina, termina de escribir una carta) Envíale esto a mi hijo de urgencia  (Cerrándola) y quiero que hagan una inspección por todo el palacio y el pueblo, puede que tengamos ratas escondidas… 

Guardia- (Tomando la carta) ¡Sí mi señor! 

Kan Yexalen II- (Recordando a Alitzel) Esa chiquilla… me da mala espina todo esto… No es casualidad que en cuanto mi hijo se fuera, atacaran… ¿Cuál era el objetivo?  No hubo grandes daños… 

Guardia 2- (Tocando la puerta) Mi señor traigo los resultados de la inspección 

Kan Yexalen II- ¡Entra! 

Guardia 2- (Entregando unas hojas) Esto es… 

Con ojos analíticos repaso cada dato y luego levantó firme la mirada

Kan Yexalen II- Diles que los daños los pueden solventar los mismos campesinos y gente del pueblo

Guardia 2- (Sorprendido) ¿Señor?

Kan Yexalen II- Pronto será la celebración del Imperio… (dándole la espalda al guardia) Eso es todo, retírate…

Con la cara pálida, el guardia salió de la oficina mientras sus ojos veían las cifras de los daños, era verdad que el Emperador no era el más despiadado, pero su falta de atención a las necesidades del pueblo era abrumadora. El Príncipe fué el que había traído una estabilidad óptima al Reino y era por eso que el pueblo seguía fiel al palacio. 

Guardia 2- (Dirigiéndose a unos aldeanos representantes) El Emperador Kan Yexalen II dice que los daños son menores y serán perfectamente costeados por la gente del pueblo…

Aldeano 1- (Furioso) ¡¿Qué?! ¡Esto es un atropello! ¡¿para esto pagamos impuestos no es así?  

Aldeanos- (Furiosos) ¡SI!

Guardia 2- (Enérgico) ¡Son órdenes de su emperador! ¡Quien esté inconforme que levante una solicitud de audiencia!

Los aldeanos guardaron silencio y sus ojos se oscurecieron mientras apretaban los puños. El solicitar una audiencia debido a descontentos con una orden del Rey era una sentencia segura ante la sociedad y posiblemente el encarcelamiento. 

Sin nada en manos se dieron la vuelta y regresaron a sus casas con el coraje de tener un gobernante tan incompetente.

Canek- (Comiendo en una posada, escucha el descontento) Bueno, esperemos que todo salga como está planeado… ya pronto regresará ese idiota de Kabáh

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