—No puede ayudarme, nadie puede hacerlo.
—Siempre se puede hacer algo, a menos que tengas una enfermedad terminal.
Tiene razón, lo que yo creo que es el fin de mi vida, es nada en comparación con esas personas que pronto van a morir.
—Tienes razón, disculpé por molestarlo—Intento irme, pero no me lo permite.
—Disculpe mi insistencia, pero es que las penas cuando se comparten son más llevaderas.
Es un desconocido, como le voy a decir que en mi luna de miel mi esposo está con otra mujer, pero es un desconocido, quizá nunca más lo vuelva a ver.
—Está bien, a lo mejor será una tontería, es que estoy en mi luna de miel.
—¡Oh!, ¿en serio?, ¡su esposo debe estar buscándola!—mira a todos lados.
—No sabe que estoy aquí, porque está en una de esas cabañas con otra mujer— rompo en llanto.
—Hijo de… No me había dado cuenta, pero él también es ruso.
—No se preocupe a lo mejor, no soy lo suficientemente mujer para mantener a un hombre a mi lado.
—No diga eso, lo poco que puedo ver de usted es una mujer muy atractiva.
Sé que lo dice para hacerme sentir bien—Y usted, ¿qué hace aquí?
—Bueno—Suspiró—Mi mamá está a punto de morir, y su deseo era venir aquí, a este paraíso donde fue feliz con mi papá—Yo llorando por nada, y el sí que la está pasando mal.
—¿Dónde está ella?, lo siento mucho.
—tranquila, la dejé dormida tenía ganas de venir a caminar—Mira a la nada.
Comenzamos a caminar por la orilla de la playa, me quité los zapatos.
Comenzamos a hablar de cosas, que no tienen nada que ver con lo que nos está sucediendo, caminamos por mucho rato.
Encontramos un grupo de personas que están reunidos bailando y disfrutando.
—¡Vamos a bailar!—Me tomo de la mano y sentí algo cuando su mano tocó la mía, me quedó parada allí, ¿es que no sé qué me pasó?
Él me mira con los ojos brillantes, la luz de la luna se refleja en ellos y tiene unos ojos hermosos, su rostro parece el de un actor de cine.
—Vamos, me volvió a decir haciendo presión en mi mano, yo solo miro su mano sobre la mía.
Accedí a hacerlo, ¿por qué no?, mi esposo está en una cabaña con una mujer hermosa, haciendo lo que se supone debería estar haciendo conmigo en nuestra luna de miel.
Llegamos al grupo de personas, el ritmo de esta música es muy bueno, solo observo a los demás bailar, pero me da pena intentarlo, una chica muy bonita tiene un color muy bronceado se acerca a nosotros y nos ofrece una bebida, también me doy cuenta de que están fumando algo que huele raro.
—¡Esta gente es rara!—Le susurro al desconocido.
—No son raros, solo se divierten—Me devuelve él susurró.
Tomo un poco de lo que me dieron es sabroso, me gusta, me lo tomó rápido, como si fuera jugo.
—Oye, no te lo tomes tan rápido, te vas a embriagar.
Que importa lo único que quiero es olvidar, olvidar que estoy en mi luna de miel, disfrutando con un desconocido y mi esposo disfrutando no sé con quién.
Bebí mucho ya que todo me da vueltas y además de todo estoy bailando esa música que están tocando, mis pies se mueven tan rápido que no sabía ni que pudiera hacerlo, miro al chico que está conmigo y él también baila, su cabello semi largo está todo mojado por el sudor, el pelo mojado vuela cada que se mueve, de pronto sus ojos se encuentran con los míos y siento una especie de impacto en mi cuerpo, sus ojos son hermosos, color café, su cabellera castaña y su piel blanca como es normal en nuestro país, mirando sus ojos me siento como si estuviera perdida en la profundidad del cielo o del océano.
Su sonrisa es otra cosa, tiene una sonrisa, demasiado increíble, se nota tan sincera, no forzada, se nota que la está pasando muy bien.
—¡Oye princesa!, ¿cómo la estás pasando?—me pregunta con la voz agitada, y el sudor cae en gotas por su barbilla.
¡Dios no puedo dejar de mirarlo!, a Viktor nunca lo he encontrado tan atractivo.
—¡Estoy muy bien!, ¡gracias por esto!, ¿no sé qué me pasa?, pero es que siento algo extraño en mi cuerpo, ¡una especie de no sé qué!
Me encuentro riendo como loca, con todas esas personas que están con nosotros, mientras conversó con una chica, siento la mirada pesada del hombre que está conmigo que hasta ahora no sé cómo se llama, me levanto hasta donde está él.
—Oye, ¿cómo te llamas?—Mis palabras salen con dificultad. Él me mira extraño, me da la mano para que se la tome y cuando lo hago me hala hacia él, haciendo que mi cuerpo caiga sobre el suyo.
Quedamos muy cerca, puedo sentir su aliento caliente en mi cara.
—¿Podemos ir a caminar por la playa?—me dice con esa voz, esa voz que jamás voy a olvidar, no sé qué sentí, pero mi vientre sé contrajo por su cercanía en mi cuerpo.
Viktor y yo nunca hemos estado juntos, siempre me ha respetado mucho, y yo siempre le había dejado en claro que quería llegar virgen al matrimonio, sé que a lo mejor es una estupidez en estos tiempos, pero siempre soñé que el hombre que estuviera conmigo sería para siempre.
—No son estupideces, solo estás asegurando tu futuro, eres una mujer muy hermosa—Me dice sin mirarme.
Vamos caminando por la orilla de la playa mojando nuestros pies, no sé en qué momento, pero mi mano está entrelazada con la suya.
—¡Oye desconocido!, ¡no me has dicho tu nombre!—lo miro a los ojos.
—Alexandre, ¿y tú?
—Svetlana, No quiero saber de quién eres hijo, dejémoslo así.
Lo digo porque no quiero saber nada más, solo que está noche viví una de las mejores noches al lado de un desconocido.
Nos sentamos en la arena, a mirar las olas ir y venir, el sonido del mar en la noche es tenebroso, parece como si quisiera decirte algo.
Nos quedamos callados solo mirando a la nada, cada quien pensando en sus problemas supongo.
—¿Alexandre si te pido algo lo harías?
—Depende de lo que quieras, quieres quedar viuda en tu luna de miel—Sonríe con malicia.
—¡No!—niego—¡No!. Quiero que me beses.
Sus ojos conectan con los míos, veo algo en ellos, él también desea ese contacto.
Poco a poco se acerca, mete su mano debajo de mi cabello, presionando mi nuca, ¡Dios!, tuve una serie de sensaciones en mi cuerpo, acerca sus labios a los míos, cuando está a nada de besarme, me pregunta:
—¿Estás segura?—Asiento, no sé por qué, pero muero por qué me bese.
Coloca sus labios sobre los míos, solo ese contacto estremece mi cuerpo, comienza a besar con tanta suavidad, sin intención de ir más allá, abro mi boca, para darle permiso a qué vaya más allá, estoy tan ebria, creo que hasta drogada con lo que esa gente estaba fumando que no sé nada más de mí, solo sé que me perdí en esos besos, es como si hubiera llegado una de esas olas que te arrastran, y ya no puedes salir, porque viene otra y otra.
Desperté porque siento la luz del sol que golpea mis ojos, se me dificulta un poco poder hacerlo, sobre la arena está Alexandre dormido, parece que la luz no le molesta en lo absoluto, lo quedó mirando ahora con la claridad del día, es un hombre muy bello, aún dormido y echo un desastre como está.
Me levantó con cuidado, miró hacia él, por última vez porque si de algo estoy segura es que no lo volveré a ver en mi vida.
Entro al hotel, camino de prisa, ya que mi ropa está hecha un desastre, sucia, mojada, me da vergüenza que vayan a decir que la esposa de Viktor Jodchenkov anda por ahí como una vagabunda.
Miro de soslayo la entrada del hotel y veo que Viktor viene entrando, subo el ascensor de prisa, tengo que llegar antes que él, no se puede enterar por nada del mundo que no dormí aquí.
«Como no va a saber qué algo sucedió, si ya no eres la misma»
Ahora sí que voy a estar en problemas, aunque la conciencia me recrimina que lo que hice estuvo mal, y yo, pues no me siento muy bien por ello, Viktor me va a pedir el divorcio de inmediato cuando sepa la verdad.
Con la llave electrónica abro la puerta de la habitación, me quito la ropa y el vestido, lo meto debajo del colchón, me meto bajo las sábanas.
Escucho que la puerta se abre y él entra de lo más de fresco, se mete al baño y escucho el agua correr, me quedo mirando el techo, ¿Que hice?, ¡Me comporte el cómo él!
Él sale del baño solo con el paño en la cintura.
—¡Buenos días!—Finjo bostezar porque acabo de despertar.
—¡Buenos días!—No hace ni el intento de acercarse a darme un beso de buenos días, cosa que agradezco, el sabor de los besos de Alexandre están en mi piel todavía.
—Te esperé y ya después me quedé dormida—Lo miro por el espejo, él levanta una ceja.
—Es que me conseguí con unos primos que hace mucho no veía, nos pusimos a tomar y se los paso la hora.
—¿Por qué no me avisaste?, hubiera ido a compartir contigo.
—Lo siento amor, pensé que estabas cansada, además a ti no te gusta tomar tanto—Me mira por el reflejo.
—Tienes razón, solo los hubiera aburrido, así descansé un poco—Me estiró, para desperezarme, cuando en realidad muero de sueño.
—Levántate, tenemos que desayunar, hoy toca pasear en el yate, ya el capitán me avisó que está listo.
¡Qué emoción!, me emociona mucho, nunca me había subido a un yate, mucho menos ir a pasar un día allí, se supone que debería ser un día espectacular, porque lo pasaría con el “amor de mi vida”
Me levanto arrastrando los pies, cuando paso por su lado se me queda viendo el cabello, inmediatamente me pasó la mano por él, no sé qué tenga, pero ojalá eso no me delate.
Entro al baño y abro la regadera, el agua está muy rica, me meto en ella, tengo arena por todos lados, seguro Viktor se dio cuenta de eso, hago caso omiso a eso y sigo mi baño.
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Comments
Alba Hurtado
que bueno que gozo bailo lo dió tuvo su luna de miel,que deje ese psicopata eso es para llevar a la luna de miel a la otra 🤔🙂↔️😯🙄🧐 es no quererla nada ,🇨🇴🌹❤️🤔🙂↔️🇨🇴🇨🇴❤️
2024-07-27
0
Lorena Angulo
se acostó con Alex🤔?
2024-03-30
2
Maris Benitez
Se entregó a Alex 🫣🫣🫣🫣🫣🫣🫣y bueno consumo su matrimonio con otro ,como él lo hizo con otra 🤭🤭🤭🤭🤭🤭
2024-01-19
2