Bien, ¿ahora tendría que lidiar con un Yan siguiéndome? Es extremadamente guapo, no puedo negarlo, pero tengo que demostrarle que tengo el control total de la situación.
"¡Siéntate, Conde!" Volvamos al asunto que nos ocupa: rápidamente el Conde pierde la confianza y se sienta en su sillón.
"¡Siga, señorita!"
"Aparentemente, el ducado de Lancellotti también está a punto de derrocarlo, conde", le digo y él me clava la mirada. “¡Oh, pero debo admitir que las tierras eran realmente muy buenas!
"¿De qué estás hablando, Vanessa Mortimer?" — por paciencia, dice el conde y Yan gira su espada hacia él.
— Oh, por favor, Yan — le susurro y luego sigo con el tema. “Es una tierra muy productiva, solo necesitaba el cuidado adecuado para que fuera digna de un condado. Quiero decir... Conocí al Príncipe Rui esta semana. Sería muy bueno si nuestras familias pudieran unirse, ¿no?
El conde pronto se sobresalta, cae hacia atrás, y luego pregunta con su voz temblorosa:
"¿Visitaste... al Príncipe Rui?"
— Sí, visité al príncipe, ¡es tan adorable! ¡Ah, sin contar a la segunda reina, Rose Lennox, es una gran mujer, digna de ser la primera! - Le sonrío, pero él dudaba cada vez más de mis palabras.
"¿Qué quiere de nosotros, señorita Mortimer?"
¿Lo que yo quiero? Pues bien, creo que podríamos aliarnos, ¿no le parece?
"¿Una alianza?" ¿Y desde cuándo los dos pilares más fuertes de Flyanka se aliarían con un príncipe sin patrocinadores? ¿Qué quieren?
“Bueno, no puedo garantizarte que el Ducado de Mortimer te apoyará, aún no he heredado el título de Duquesa. ¡Sin embargo, contarás con el apoyo del Duque de Lancellotti y de mi Condado! — el conde se sobresalta, pero aún no estaba satisfecho. Esas palabras eran demasiado buenas para ser verdad.
"¿Estarás apoyando al príncipe para que se alíe con nosotros?" ¿Qué tengo que hacer?
“Es simple, quiero que aprendas el lenguaje de señas Flyanka.
¿Lenguaje de señas? ¿Qué es eso? — sospecha el conde.
— El príncipe Rui adquirió sordera en su infancia, lo que le impedía estar cerca de los demás y mantener cualquier diálogo. El hecho de que tuviera una discapacidad física hizo que el rey se avergonzara de mostrárselo a los otros nobles y mantener a Lucas en el poder, ¿verdad? Digo y él asiente con la cabeza.
Es lo correcto. El príncipe no está calificado para presentarse ante los nobles.
"Es por eso que voy a necesitar tu ayuda". Conde Savoia, ¿sabías que podemos crear un idioma propio para los ciudadanos sordos? O mejor dicho, ya lo hemos creado y el propio príncipe está bastante emocionado de hablar con más personas que conocen su idioma.
"No me digas eso..."
“Sí, aprende lenguaje de señas. No solo eso, quiero que difundas este lenguaje entre el resto de aristócratas, nobles e incluso campesinos de la capital. Haz que la mayoría de los ciudadanos de este reino aprendan este nuevo idioma y logren mantener un diálogo muy amplio con otras personas sordas, ¡solo después de eso haremos la primera aparición del Príncipe Rui para deponer el título de heredero de Lucas! — Apenas termino de contar, los ojos del Conde brillan de éxtasis, salta de su sillón y aplaude por la excelencia de nuestro plan.
¡Pero es claro! ¡Lo haré, sí! ¡Por favor, inclúyeme!
"Está bien, entonces nos despedimos. Oh, ve a visitar a la reina a menudo. Ella ya es parte del plan también.
Salimos de la mansión Savoia y nos dirigimos a nuestros carruajes.
— Por cierto, Yan, ¿puedes decirme qué haces aquí?
“Estaba aburrido. Pensé que volverías a meterte en problemas —dice Yan, envainando su espada.
"¡Oh, por favor, nunca necesité tu ayuda con mis problemas!" — Yo ya estaba irritado por su "caridad", si puedo llamarlo así.
"Cierto", toca mi cabello, rizando mis rizos, y me susurra. “Pero me siento extrañamente atraído por todos ellos.
"¡Cállate, Yan!" Subo a mi carruaje lo más rápido posible para deshacerme de ese atractivo idiota.
Cuando llegué a casa, mi padre me estaba esperando furiosamente.
"¿Visitaste al Príncipe Rui y enojaste a la primera Reina Lennox otra vez?" ¿Quién estás pensando que eres? - gritó.
“¡Padre, planeo apoyar al Príncipe Rui! Decido enfrentarlo.
¿Tú? ¡Por Dios, Vanesa! Nunca heredarás ese ducado con tus acciones bastante imprudentes. ¡Por favor, corta las conexiones con ellos inmediatamente!
"¿Qué pasa si no lo corto?"
"¿Si no lo cortas?" Ah, era de esperar. ¡Entonces sal de mi casa para que estos males no caigan sobre mi ducado! ¡Ni siquiera el duque Lancellotti se atreverá a casarse con una mujer perdida como tú! - me amenaza.
"¡Mi Señor, no creo que esta sea la mejor manera de resolver este problema!" Jesper se entromete.
— No hay problema, Jesper, estaba listo para eso de todos modos — antes de que pudiera darme la vuelta para entrar a mis instalaciones, Yan aparece por la puerta de la mansión, lamentablemente nos estamos viendo demasiadas veces.
“No hay necesidad de preocuparse, Duque Mortimer, solo dame la mano de tu hija en matrimonio y permítele venir conmigo a Lancellotti Manor. Asumiré toda y cualquier responsabilidad - sus palabras resonaron en mis oídos y sentí que todo mi cuerpo se estremecía al tocar su mano en mi hombro.
Estaba claro que Yan había prometido ayudarme, pero ¿estaba dispuesto a casarse conmigo para lograr sus objetivos? ¿Cuánto se ha desviado ya esta historia de la línea original del libro?
— ¿Te has vuelto loco, Yan? le susurro. - ¿Matrimonio? Sabes que esto es eterno, ¿no? ¿Estás dispuesto a perder tu libertad por tal plan?
Yan me sonríe y luego responde:
"Cállate y cásate conmigo de una vez".
¡Santo Cristo, odio a Yan!
"¿Estás... seguro de esto, Duque Lancellotti?" — mi padre se aclara la garganta para que Yan vuelva a confirmar sus palabras.
“No necesitamos una gran boda. Solo trae al casamentero y déjanos firmar los papeles. Permita que la Sra. Vanessa viva en mi ducado así que no nos atreveremos a interrumpir tu negocio, Duque — dice Yan con indiferencia.
"Haz lo que quieras. Ya no me corresponde a mí interferir", dice mi padre y sale de la habitación.
"¿Te has vuelto loco, idiota, retrasado, estúpido, descerebrado, ridículo y ordinario?", le digo ya sin paciencia.
"Cierra la boca, Vanessa. Solo abre tu maldita boca para decir malas palabras sobre mí. Solo acepta casarte conmigo".
No podía negar que Yan acababa de salvarme de un gran problema en el que me había metido. De hecho, Yan siempre me estaba salvando cuando lo necesitaba. Podría ser un plebeyo al que odiaba más que a nada, pero aún así era el hombre más guapo del reino, ya ves. ¡No solo guapo, sino que ese tipo era asquerosamente rico! A veces no sería mala idea casarse con él y vivir en la mansión Lancellotti. Pensé que no sería una mala idea, pero... ¿No fue en esa época del libro cuando el tío de Yan tomó su ducado por la fuerza?
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