Capitulo 17 — Negociaciones

Me quedé con la duda hasta el momento en que mi padre leyó la última carta que había llegado. Todos los demás contenían chismes sobre mí, chismes tan grandes que era imposible para la familia real contenerlos, ya que no podían calumniar al Duque, un gran partidario del Príncipe Lucas al trono.

"¿Esa carta... del palacio prohibido?" Mi padre está sorprendido.

'Oh, ¿me están invitando a tomar el té?' Digo sin expresar ninguna sorpresa. Estaba claro que la reina querría mi presencia nuevamente.

¡No irás! No podemos mantener ninguna relación con la familia del segundo príncipe. ¿Estás loco? Sabes muy bien a quién apoyamos.

"Ah, papá... Creo que has leído lo suficiente sobre lo que el Príncipe Lucas nos ha hecho a mí y a nuestra familia, ¿y seguirás apoyándolo?"

"¡No soporto que me desairen así!" Hice un acuerdo con la reina Lennox, con los ducados de Mortimer y Lancellotti como pilares para la ascensión del príncipe. ¿Pero menospreciar el apellido de mi familia de esa manera? ¿Por una princesa de otro imperio? Mi papá comenzaba a irritarse mientras leía y releía las cartas.

— Padre, visitaré a la segunda reina — Hago una reverencia y me voy a mi habitación, no podía dejar pasar esta oportunidad.

"¿Tienes... un plan, Vanessa?"

“Sabes que sí, duque."

Después de pasar unos días, llega el día de la visita, así que subo las escaleras y me apresuro a arreglarme. Necesitaba ver al Príncipe Rui lo antes posible para que pudiéramos establecer una relación más amistosa y pudiera poner en marcha mi plan.

Llevaba puesto algo muy simple, pero suficiente para presentarme al futuro rey de Flyanka. Era un vestido amarillo y cabello trenzado que me hacía parecer casi campesina, pero sus detalles nacarados le daban un aire aristocrático. ¡Es realmente agradable ser rico!

¡Mi señorita! Jesper se me acerca y me da la mano. Su rostro se veía más rojo que de costumbre cuando me vio. - ¿Podemos ir?

Esta vez no me importó mucho mi escolta de alto nivel. La verdad es que quería alejar a Yan de mí para evitar esos sentimientos que me advierten de problemas en el futuro. Los jinetes de la escolta ya estaban listos con sus caballos y guiaron el carruaje hasta el palacio real.

Cuando llego, presento la carta de invitación de la segunda reina y me dejan visitarla. Por supuesto, no me llevaron al palacio prohibido, ya que el Príncipe Rui estaría allí, así que estaba en la sala real esperando a la reina.

La reina Rose pronto se presenta, vistiendo ropa tan simple que me hizo preguntarme si realmente era la amada del rey. Sin embargo, era obvio que el rey protegía a la primera reina, Ekaterine, debido al hecho de que había dado a luz a un hijo "sano". Esto hizo que todos en el castillo menospreciaran a Rose.

“¡Saludos, Su Majestad la Reina Rose Lennox! - arco.

“Oh, futura duquesa, no tienes que llamarme así. Solo Rose está bien”, dice con humildad. Estaba claro cuánto la despreciaban en este palacio.

"¡Ya he dicho que, para mí, Su Majestad es la verdadera reina de este reino!" — está encantada con mis palabras, por supuesto, pero sabía el motivo de mi venida.

Antes de que los demás cuestionaran, la reina hizo una señal con la mano para que los guardias salieran de la habitación, dejando el ambiente completamente seguro para nosotros.

Después de unos minutos, el Príncipe Rui entra por las puertas de la habitación y viene hacia nosotros. Parecía estar bastante emocionado, por cierto.

Viene a saludarme por señas y me muestra lo que ha aprendido. Parecía que estaba tan entusiasmado con su idioma legítimo que terminó creando más signos para facilitar nuestra comprensión.

"¿Aprendiste todos los signos que te enseñé ese día?" Le hago señas.

"Sí, estoy aprendiendo más y creando otros signos también. ¡Nunca pensé que sería mucho más fácil hablar a través de mis manos!" Él le devuelve la señal. Parecía tener bastante fluidez en el lenguaje de señas.

"Príncipe, ¿deseas convertirte en rey?" Finalmente le hago esa pregunta.

Duda un rato en firmar, hace una mueca muy linda y tímida y luego firma:

"Toda mi vida pensé que mi hermano Lucas era más digno. Ahora entiendo que también puedo perseguir mis deseos. ¡Sí, quiero convertirme en rey!"

Me alegra escucharlo. Me sentí aliviado de que no lo estaba presionando para lograr mi plan perfecto, sino que fue su elección.

Mi plan era expandir el lenguaje de señas a los demás nobles y aristócratas de la capital para facilitar el diálogo con el príncipe. Afortunadamente, tenía a alguien en la palma de mi mano para eso: el Conde Savoia. El señor Savoia fue responsable de intentar empañar la reputación de nuestro ducado vendiéndonos sus tierras baldías. Obviamente hizo esto porque apoyó al Príncipe Rui y quería que se rompiera el vínculo más fuerte del Príncipe Lucas, en la historia, Clarisse ayuda a Lucas a recuperarse y, en consecuencia, a Yan también.

Las cartas cambiaron cuando Lucas decidió confiar ciegamente en la princesa. Si es para tomar tu trono, tengo mi títere perfecto, ¡el conde no se atreverá a desafiarme!

"Majestad, ¿cómo es su vida en este castillo?" Es decir, empresas, participación en fiestas y comidas grandiosas, ¿has participado en estos eventos? Le pregunto a la reina Rose, ella me mira con tristeza y luego responde.

"¿De qué me sirve salir de este castillo si tengo un hijo que está confinado?" Además, la primera reina siempre me impide hacer lo que tengo que hacer en este castillo, y eso incluye ver al rey en persona”, decía y sentía una punzada de dolor en el pecho. ¿Cómo puede una historia ser tan cruel para algunos?

"Su Majestad, es hora de retirarse". Es hora de ver al Conde Savoia - le sonrío y me despido del príncipe.

"¿Conde Saboya?" ¿Estás hablando de mi tío? - la reina está asombrada.

Exactamente. ¿Quién en su sano juicio apoyaría a un príncipe "incapaz"? Sólo la familia de la Reina, que es el propio Conde.

“Sí, tengo mucho de qué hablar con él. Incluso espero que su majestad aprenda a comunicarse con su alteza a través del lenguaje de señas, así que me despido de la reina.

Era hora de actuar a favor del reino y solo sería posible uniéndome a los que estaban en mi contra. Salgo del palacio con Jesper y, inesperadamente, me encuentro con Clarisse caminando entre las flores del jardín.

Lo extrañaremos. "¿Mortimer paseando por este castillo?" dice ella de la manera menos agradable posible.

— No, estaba tomando el té con el príncipe Rui.

"¿Príncipe Rui?" - se sobresalta. "¿Cómo te hiciste amigo de él?"

¿Por qué el susto? ¿Es uno de los que no cayó en tus encantos, princesa? Le sonrío.

De ningún modo. Soy una mujer decente y tener al Príncipe Lucas a mi lado es suficiente para mí. Realmente es una lástima que te hayas rebajado al rango de cautivar la atención del príncipe olvidado para obtener el amor y el poder que el duque Lancellotti nunca podrá darte." Ella se ríe de mí y lo siguiente que sé es que Lucas aparece detrás de mí. — Fue un gran movimiento acusarme para obtener más simpatía de él — Me río de eso, ella realmente era una mujer muy inteligente, como se describe en el libro.

"Ahora conociendo a mi hermano, la Sra. ¿Mortimer? ¡No eres y nunca serás la Vanessa que conozco!" La voz que sonó detrás de mí era la de Lucas. Estaba bastante irritado por lo mucho que había cambiado.

— Desafortunadamente tengo que estar de acuerdo con su alteza. Pero es un poco triste que tenga preferencia por las mujeres débiles y estúpidas —digo y me voy con Jesper. Estaba claro que yo no era la Vanessa del libro y él había sido el primero en darse cuenta.

Entramos en el carruaje y el jinete abre el camino.

"¡A la residencia Savoia, por favor!" - digo y él consiente, cambiando la ruta.

Cuando llegué allí, los guardias se sobresaltaron por mi repentina aparición. Inmediatamente envían el mensaje al Conde, que se resiste a llamarme, pero lo hace. Entro en esa mansión Savoia y me siento en el sillón de la sala, esperando que aparezca el Conde. Minutos después aparece, un poco alterado por mi presencia, pero se sienta frente a mí.

"¿A qué honor debo su visita hoy, señorita ¿Mortimer?"

Sería difícil hacer negocios con un hombre tan sospechoso como él, por lo que necesitaría un "pequeño empujón".

— ¡Fue realmente vergonzoso saber que el Conde de Saboya instituyó los Ducados del reino de Flyanka! —digo mientras una de sus criadas me sirve un poco de té—. Al crear enemistad con papá, estarás cavando tu propia tumba familiar. De hecho, ¿qué será de la reina olvidada si el condado de su familia es derrocado? Es probable que pierda su puesto.

Para entonces, el Conde Savoia se ha irritado tanto que se levanta para gritarme, perdiendo completamente la compostura. De esa manera no funcionará.

—¿Estás conspirando contra mí? —pierde el agarre.

—Oh conde, espero que escuches a mi novia con atención —¡era Yan! Había cruzado la habitación y apuntaba con su espada al conde.

¿Cómo había entrado? Miro hacia atrás y veo a los guardias completamente derrotados en el suelo. Yan había entrado a la fuerza en esa mansión solo para seguirme.

—¿Cómo supiste que vendría al condado de Savoia? —pregunto con incredulidad.

—No trates de ocultarme cosas, prometida...

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