Capitulo 20

Después de ese susto terrible nuevamente, en casa de Atenea había un silencio sepulcral, Orlando veía a su madre y su novio sonreírse.

_¿Puedo saber cómo se conocieron?_

No aguanto la curiosidad, Alondra tampoco se quedaba atrás, estaba ansiosa por escuchar eso, de esa manera evitaba hablar con orlando, necesitaba con las chicas, ni ella sabía qué pensar, que hacer, lo único que si no podía evitar, era sentir una alegría inmensa, Orlando no tendría otro hijo.

_Nos conocimos en un supermercado, Atenea compraba para preparar una lasaña y yo igual..._

Flash

Atenea escogía las verduras, los quesos y otras cosas que necesitaría y justo sentía que alguien la seguía, tomando lo mismo productos que ella.

_Me está siguiendo?_

¿El hombre se detuvo y volteo a todos lados, estaba hablando con él?

_¿Disculpa, me habla a mí?_

¿Atenea se sintió ofendida, la trataba de loca?

_Sí, está tomando lo mismo que yo, y siempre detrás de mí._

El hombre sonrió y se acercó un poco.

_Disculpe, no era mi intensión que se sintiera así, soy Armando Duque y bueno, haré una lasaña y es justo lo que necesito._

Atenea se sintió tonta, como si el supermercado fuera de ella para exigir quien compra y quien no.

_Mmm, soy Atenea Aguilar, disculpe lo grosera._

Dejo al hombre con una sonrisa y se fue a la caja a pagar, Armando se quedó Viéndola, le pareció una mujer muy hermosa, los días pasaron y ninguno se volvió a ver, hasta una oportunidad que tuvo Atenea de llevar a Oliver, justo cuando regresaba, chico con el director del colegio.

_Disculpe se... ¿Armando?_

Que recordara su nombre, le decía lo importante que fue para ella, Armando la vio con una sonrisa que hizo sentir a Atenea como una niña.

_¿Que bueno verla Atenea, vino a traer a??_

_¿A mi nieto, y usted? Lo veo solo._

Atenea no le veía ningún niño, solo un maletín y estaba vestido de traje.

_Aah, bueno soy el director de este colegio._

La cara de Atenea casi cae al suelo, no se tomó el tiempo de saber quién era el director del colegio donde estudia su nieto.

_Ooh ya entiendo._

_¿Como se llama su nieto?_

Atenea sonrió, aunque no creía que lo conociera, se lo diría con todo orgullo.

_Oliver Pernia..._

_¿De verdad? Uno de los mejores estudiantes del colegio, no solo en sus clases, también en el deporte, un orgullo para el colegio._

Atenea estaba impactada, de verdad lo conocía.

_Tengo que ir Atenea, espero verla pronto._

Beso, su mano y se fue, dejando a la señora con la boca Abierta.

_Que te pasa mujer, no estás en edad para eso._

Se fue tratando de olvidar a ese hombre guapo y que olía y vestía perfectamente, los días pasaban y los problemas empezaban a llegar, en un momento de estrés, fue a comer un postre.

_Si la vida fuera como tú._

Atenea le hablaba a su postre, una torta de fresas y crema.

_Sería aburrida, el dulce empalaga._

La voz de ese hombre casi la hace ahogar, y su sonrisa la dejaba sin aliento.

_Armando..._

_Suena bonito mi nombre en tu boca, lo dices de una manera... Sensual._

La mujer trago grueso, qué descarado era.

_Está usted casado?_

Seguía sonriendo.

_No, soy viudo, y usted?_

_Soltera, sin compromiso y divorciada hace mucho._

Armando se sentó a su lado y provo su dulce de su misma cuchara, Atenea se regañaba internamente por sentir lo que estaba sintiendo, los días pasaban y sus encuentros era más seguidos, pasando a tener más confianza.

_Atenea me gusta mucho._

Armando la llevó a su casa después de una cita.

_Armando... También me gusta._

Él se acercó y la beso, de un beso pasaron a querer más y sin pensarlo bajaron del auto y entraron a casa de Atenea, ella solo pedía que ninguno fuera y así fue, ya tenía tres meses de relación, todo empezó antes de los problemas de su hijo con alondra.

Fin del flash

_No lo puedo creer Atenea, lo metiste a tu casa?_

_¿Y qué querías? ¿Que fuéramos a un hotel?_

Alondra solo soltó una carcajada, haciendo que los tres la vieran sorprendidos.

_Disculpen, es que me dejan sin palabras, es un romance juvenil, muy lindo, muy cursi, muy lindo._

Orlando veía sonreír a su esposa, era la mujer perfecta, la mujer de su vida, la única que ama las locuras de ellos.

_Gracias, Atenea es una mujer hermosa y merece todo lo lindo._

Alondra se levantó, tenía que huir rápido, todavía no se había preparado para hablar con orlando.

_¿Para donde vas?_

_Rebe me está esperando, chao._

Atenea lo detuvo.

_Déjala, está huyendo, dale tiempo, aunque no fue intencional, sigue siendo una infidelidad y sigue recordando las veces que la trataste mal._

Orlando se recostó sobre el sofá con las manos en la cabeza.

_Lo sé, mamá._

>>>>

_Que bueno que llegas nena, ya los niños están dormidos._

Atenea le había pedido que pasara por los niños, ya era de noche, fue un día muy difícil y lleno de sorpresa para todos.

_¿Estaba hablando con el novio de Atenea, pero después te cuento, viste todo?_

_Si nena, no lo puedo creer._

_Aunque él nunca tuvo la intensión de ser infiel, no se me olvida lo mal que nos trató..._

_¿No estarás sacando excusas para no perdonarlo?_

_Claro que no._

Alondra no sabía qué hacer, su miedo era ser juzgada por la gente, si perdonaba a Orlando.

_Alondra, orlando te ama, de eso no hay duda, pienso que el matrimonio tiene altas y bajas, no digo que ser infiel, sea correcto, si decides perdonarlo, hazlo olvidando todo el pasado, y viendo esto como un aprendizaje para no dejar que suceda lo mismo, si no es así, perdónalo, pero no vuelvas con él o eso será un calvario de matrimonio, es mi opinión._

Rebeca no fue fans de Orlando, pero viendo por todo lo que han pasado, no valía la pena dar por terminado ese matrimonio, todos merecen una oportunidad y él la merecía por todo su esfuerzo.

_¿Gracias nena, te quiero mucho, oye y Fabricio?_

_No me lo nombres._

_¿Ahora qué pasó?_

En resumen se lo contó Rebeca, haciendo que alondra casi muriera de risa.

_Para que preguntas algo y luego te quejas?_

_Es que me besa y luego me dice eso._

_Pero por Dios, acaso no era lo mismo si tú se lo dijeras._

Rebeca hizo un puchero.

_¿Por qué enamorarse es tan complicado?_

_Es bonito cuando se es correspondido, y eso es justo lo que tu amor está, deja lo inmadura y llámalo, que ese hombre muere por dormir contigo._

Alondra sé levando y fue a la habitación por sus hijos.

>>>

_Dios, ayúdame a recuperar a mi esposa, ahora me siento más cerca de ser perdonado._

Orlando hablaba en la soledad de su habitación, aunque pasaron muchas cosas difíciles y dolorosas, se quedaba con la gran lección y aprendizaje de todo eso, pensar un momento antes de tomar una decisión, era muy importante, ayuda mucho a saber lo que se pierde y lo que se gana, estaba tan sumergido en sus pensamientos que se quedó dormido.

_¿Orlando.?_

Alondra lo cubrió y salió a la otra habitación, mañana sería otro día, donde hablarían quedando en quien sabe qué.

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