Capitulo 10

La mañana era silenciosa para Fabricio y Orlando, uno fue usado y el otro no avanzaba en la conquista de su esposa, dos corazones lamentables de diferentes formas.

_Esa mujer me uso, amanecí solo, sin una nota, sin una despedida, nada de nada._

Fabricio sentando en el sofá de la oficina de su amigo se lamentaba o se quejaba de lo cruel que fue Rebeca, esa mujer, todo lo que tenía de hermosa, lo tenía de cruel.

_Yo no gano ningún punto con alondra, la vida se me hace más difícil, no siento paz, es frustrante, lamentable, ver a mi esposa cada día más bella, me hace tener más miedo de perderla por completo, que llegue alguien más y gane su corazón._

Orlando ponía sus manos en la cara, Era algo que no podía evitar si llegase a suceder, ella estaba en todo su derecho, aun siendo esposos, la relación ya estaba por terminada, una posible reconciliación solo estaba en manos de Alondra, quien seguía firme en no volver con él, no solo era la infidelidad, también estaba ese bebé por medio.

_Mientras este, esa mujer en medio, las cosas serán muy difíciles entre ustedes orlando, es como decidir vivir una vida miserable y lo sabes, esa mujer hará cosas para molestar a alondra._

_No dejaré de insistir por el perdón, no la quiero perder, no sabes cuánto deseo que ese niño no sea mío._

Era cruel de su parte, pero ese error le estaba costando el amor de sus hijos, el amor de su esposa y tener un matrimonio y familia feliz.

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_¿Mi niño, te portas bien, sí?_

_Si mami, te amo._

Oliver se fue a sus clases, alondra tenía dos días libres y se los dedicaría a sus hijos y a su hogar, seguía siendo su hogar, después de llevar a Alicia a la guardería, fue a casa y empezó una limpieza, usaba un short, un top y moño alto, puso música y empezó, tarareando y bailando.

_¿Alondra?_

¿Orlando, decidió ir a buscarla a su negocio y le informaron que estaba en casa, fue en busca de ella y la encontró limpiando la biblioteca, sobre un banquillo, se quedó viendo su silueta aunque solo de espalda, como podía abandonar a esa mujer? No solo era buena madre, buena esposa, inteligente, también tenía un cuerpo espectacular.

_¿Orlando? Aah._

Alondra se asustó, no lo había visto, y su esposo rápido la agarró al ver que se iba a caer, como princesa la cargo y se vieron unos segundos a los ojos, fue una sensación muy bonita, pero en alondra llegaban los recuerdos de la infidelidad y todo el momento se dañaba.

_Ya bájame, no sabía que vendrías temprano._

_¿Fui por ti al negocio, pasamos por los niños juntos?_

Alondra que ya estaba arreglando otros libro en la parte baja, volteo a verlo, que trataba de hacer?.

_No hay problema, no tenías trabajo?._

_No._

Esa pregunta le dolía responder a Orlando, por qué siempre saco una excusa para no llegar a casa y verla, ahora deseaba tenerla cerca, poder besarla y abrazarla.

_Bien, déjame termino._

_Yo te ayudo._

Orlando quitó su saco y su camisa, Haciendo que alondra desviará su mirada, en total silencio limpiaban, ordenaban, se daban una mirada de vez en cuando, llena de muchos sentimientos.

_Aaah, listo._

Ambos se sentaron muy cansados.

_Perdón por no valorar tu trabajo, es muy fuerte, ¿por qué no contratas a alguien? Yo me encargo de eso_

Alondra volteó a verlo a la cara, estaban a casi dos metros de distancia.

_¿Olvidas que soy muy olvidadiza? Prefiero ordenar a mi manera y así recordar donde está cada cosa y es mi hogar, me gusta ponerle amor, ordenar y limpiar a mi manera._

Humildad, eso tenía alondra, Orlando sintió que no conocía lo suficiente a su esposa, no se dedicó a detallar las virtudes, solo vio sus errores.

_Eres muy sabía y virtuosa, qué imbécil he sido, cierto?._

_Me iré a arreglar._

Alondra se levantó evitando el tema, no quería escuchar algo que deseo antes, ella pedía tanto que él pasará tiempo con ella, hablarán de cosas importantes, jugarán con los niños como lo hacía un año atrás, pero ahora las cosas cambiaban y mucho.

_Espera..._

Orlando la tomo del brazo, haciendo que alondra cayera casi encima de él, se vieron a los ojos y orlando la beso, por unos segundos ella le correspondió el beso, aún lo amaba como la primera vez, pero se separó rápido.

_No lo hagas Orlando, no te puedo perdonar, así te amé._

Sin esperar respuesta se fue a su habitación, él se tocaba los labios, besarla fue como revivir esos momentos de cuando se conocieron, unos largos minutos ambos estaban listo y ya de ida a buscar a los niños.

_¿Qué hace esa mujer con mi hijo?_

Alondra se bajó rápido del auto, al ver Lilian hablaba con Oliver, el niño tenía una carita triste, a punto de llorar.

_Suelta a mi hijo Lilian._

Orlando le grito desde el auto.

_Te odio papá, nos dejarás por irte con ella, vas a tener otro hijo._

Oliver salió corriendo.

¿_ Qué diablos te pasa Lilian?

_¿Solo le dije que tendrá un hermano, acaso lo negaras?_

La mujer no tenía límites, no le importaba el daño que hacía.

_¿Eres una arpía de lo peor, esto es lo que querías orlando? ¿Hacerle daño a mis hijos?_

¿Alondra cacheteó a Lilian, como le decía eso? Salió corriendo tras su hijo.

_Esto ya fue suficiente, te pondré una orden de alejamiento hasta probar que es mi hijo, no sabes cuando me arrepiento de contratarte, de darte entrada a mi vida, eres el peor error que he cometido y nada de lo que hagas hará que comparta contigo, jamás en mi vida estaré con una mujer como tú._

_Cállate, tienes que casarte conmigo, darme lo que merezco._

Lilian ya estaba sacando su verdadera personalidad.

_¿Ja, ja, ja, ja, y que mereces? Todo lo mío es de mi esposa, si me divorcio, le daré todo, por qué es de ella, es ella quien trabajó por cumplir mi sueño._

Orlando le hablaba de una manera burlona, restregando que no le sacara nada.

_Noo, no puedes, primero la mato._

_¿Estás loca? No te atrevas acercarte a mi familia más, o lo lamentarás._

Orlando la dejo llena de ira, todo le estaba saliendo mal, todo estaba peor, ahora era su hijo.

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_Mi amor, no puedes creer en las cosas que dicen los grandes, muchas veces mienten para dañar a los niños._

_¿Entonces papá no tendrá otro hijo? ¿Y nos dejará solos?_

Alondra lo abrazó sin saber que responderle a su bebé, en algún momento tendrían que decirle la verdad.

_Oliver.,!! Campeón!!._

El niño agachó la cabeza, no quería ver a su padre.

_Campeón, prometo que tu hermanita y tú serán siempre mis tesoros, no los cambiaría por nada, por favor no creas en cosas que dicen los demás._

_¡Orlando.!_

Alondra le reprochaba eso, no podía mentirle a su hijo, tenía que decirle algún día que tendrían un hermanito en otra mujer, orlando no le prestaba atención, no dejaría que esa mujer le quitará el amor de sus hijos, estaba siendo un patán, pero su corazón dolía al sentir que su hijo lo odiaría.

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