Capitulo 9

1 semana después

Orlando no dejaba de poner en práctica las cosas que le dijo su madre, como alondra no lo escuchaba, decidió escribir una carta contando todo lo que pasó, también se aprovechaba que su esposa no decía nada de su separación y llegaba de sorpresa a las fiestas y está no era la diferencia.

_¡Alondra.! ¿Qué guapa estás?_

Fabricio se acercó, pero ni siquiera pudo besar su mejilla, ya que orlando lo quitó.

_Tiempo sin verte Fabricio, ellas son mis amigas, Yesenia y Rebeca._

Fabricio estaba muy interesado en Rebeca, una chica que le gustaba mucho la libertad y el momento, cabello corto, cuerpo no muy delgado pero en forma y no muy alta.

_Es un gusto señoritas, están muy hermosas._

_Muchas gracias, señor, soy Yesenia, comprometida._

Yesenia es alta, un poco más flaca, cabello largo y muy seria, estaba soltera, pero para no tener que lidiar con enamorados, decía que estaba comprometida.

_Yo soy Rebeca, a la orden siempre._

Con una sonrisa pícara y un porte que daba miedo de ser pateado, como si de una yegua se tratara.

_El placer es mío, están mucho más bellas que antes._

Las chicas sonrieron, Orlando le dio la mano a alondra, quería bailar con ella y ella aceptó solo para dejarle claro todo, Orlando era muy guapo, cabello y ojos oscuros, barba muy elegante, serio, pero le daba un porte de hombre Alfa, alto y un cuerpo muy trabajado, alondra no era opacada por él, alta, cabello largo y rubio oscuro, con ondas y su cuerpo espectacular, a pesar de haber tenido dos embarazos, solo le dio más cintura y masa muscular a pasar el tiempo.

_¿Por qué me tienes que seguir a todos lados Orlando? Hagas lo que hagas, no cambiaré de opinión, nos divorciaremos y punto._

_¿No hablemos de eso aquí, estás muy linda, leíste la carta?_

_¿Quieres que siga recordando como me fuiste infiel?_

_No, no es eso, solo quiero que sepas, que yo siempre pensé en no hacerlo, pero el alcohol me gano._

Alondra se separó y lo dejo solo en la pista, no le interesaba saber cómo fue que prefirió ser infiel a cuidar a su familia.

_¿Me permite una pieza?_

Rebeca sonrió y acepto la propuesta de Fabricio, un baile y otro, las copas y mucha cercanía, hicieron que terminaran en una habitación de hotel.

_Orlando.._

_¿Que haces aquí Lilian? No te cruces en mi camino._

_Tenemos que hablar de nuestro hijo._

Lilian le grito haciendo que alondra escuchara, orlando volteo a todos lados, no quería que nadie escuchará eso.

_Cállate, te dije que solo tendré una responsabilidad con ese niño, pero cuando nazca._

Orlando fue tras alondra, quien salió con el corazón a mil, le dolía tanto escuchar eso, ver que perdía al hombre que ama, que otra mujer lo tendría todas las noches.

_Maldición._

No la encontró, estaba frustrado, molesto, desesperado, eran tantas cosas las que tenía en su cabeza, que sentía que explotarían.

Al día siguiente

_¿Dónde está?_

Fabricio no podía creer que amaneció solo, su chica no estaba y no un anoto dejo, su intención no era una noche, pero parece que para ella sí.

>>>

_¿Qué pasó anoche alondra?_

El café de alondra estába frío, de tanto remover, recordaba esas palabras tan dolorosas.

_Esa mujer llegó a la fiesta, a restregar que tendrá un hijo con orlando._

Las risas de las chicas se borraron, esa mujer no descansaría hasta destruir por completo ese matrimonio.

_Es una arpía, una perra y desgraciada._

Rebeca no media sus palabras.

_¿Qué te dijo orlando?_

_No dejé que me hablara, salí de ese lugar, solo escuché que discutían._

Un abrazo era lo único que alondra necesitaba, el lugar donde trabajaba con sus amigas, era el único lugar donde se sentía tranquila y en confianza para sacar todo el dolor.

_¿Pero ustedes qué? Te vi a Ti Rebe con Fabricio._

La chica cruzó sus piernas y sonrió.

_Una noche muy rica, pero salí antes que me viera, no quiero que piense que ando en busca de una relación seria._

Alondra y Yesenia se quedaron con los ojos bien abiertos.

_Qué descarada, le partiste el corazón a fabri, él, no es como otros._

Alondra lo conocía bien, se enamoraba muy rápido.

_No me vean así, por qué mejor no le preguntas a Yesenia que trae con Justin?._

Yesenia se levantó, no quería recordar a ese idiota.

_¿Cuenta nena, que pasó?_

Alondra moría de curiosidad, aunque Yesenia si era de bonitos sentimientos.

_Nos acostamos, lo fui a ver y tenía a otra sobre su regazo, o sea que fui una más del montón._

Ninguna dijo nada, tal parece que compartían la misma desdicha.

>>>

_No te pregunto que tienes, por qué ya me imagino._

_No mamá, no te lo imaginas, cada paso que logro dar un paso, esa mujer hace que lo pierda, no sé cómo explicarle que no quiero saber de ella, que solo veré a Ese niño._

Era inútil decirle algo, esa mujer jamás entenderá nada, su única razón, no verlos felices, no permitir que se den otra oportunidad.

_Y no puedes poner una orden de alejamiento, tendrá un hijo tuyo y tu deber es velar por qué esté bien por el bienestar de ese niño._

Orlando solo escuchar de ese niño, le dolía la cabeza, recordaba todas las veces que hirió a su esposa.

_Orlando, tienes que tener cuidado con esa mujer, es capas de dañar a tus hijos, solo para vengarse._

Eso sí, le preocupo, si algo le pasaba a sus niños por culpa de ese error, alondra jamás lo perdonaría.

_Soy capaz de matar la mamá, no dejaré que le haga algo a mis hijos._

Atenea le dio un abrazo, sabía lo que se sentía una situación así, la paz que es algo muy importante, no la tenían y no se sabía hasta cuándo, y que o como podían recuperarla, un error no importando el tamaño, nos lleva a algo grande, las consecuencias son dolorosas y eso lo sabía orlando, aunque su aún esposa por papel, le Atendía en todo, empezaba a Extrañar su olor en la habitación, sus abrazos repentinos en la noche, sus rápidos por los niños, sus sonrisas algo exageradas y su compresión al verlo cansado y ella estándo agotado, le masajeaba el cuello, esas pequeñas, pero a la vez grandes cosas, eran las que tanto lo hizo amarla.

_Te amo alondra, y te amaré hasta el último respiro, no dejaré de luchar por ti._

Solo hablaba en la soledad de su habitación, viendo al techo y pidiendo al cielo que le regalará otra oportunidad para demostrar que no cambiaría a su familia por nada del mundo, alondra no la tenía fácil y esa era la razón por la cual se mantenía siempre ocupado y sus hijos eran prioridad, no dejaba de ir a ningún evento en sus colegios.

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