Capitulo 15

Días después

Cinco días después y Fabricio estaba ya en Venezuela, le urgía hablar con Rebeca y saber si ese niño era de él.

_¿Buenos días, señorita, está Rebeca?_

La recepcionista lo quedo viendo, era una chica nueva y tenía prohibido dejar pasar cualquier hombre.

_Disculpe señor..._

_Lila..._

La taza de café que tenía en la mano se le cayó, fue tan sorprendente verlo, él corrió a su lado.

_¿Te quemaste?_

Ella negó, aun sin reaccionar bien, Fabricio la tomo en brazos y la llevó a su oficina, la sentó en el sofá y tomo sus manos para revisarla, sus pies y piernas.

_¿Qué haces aquí?_

Fue lo que salió de su boca, pero con lágrimas en los ojos, odiaba estar tan sentimental.

_¿No puedo? ¿Deje de ser tu amante?_

_Ja, te pierdes sin decir nada y vienes a decir que eres mi amante._

_¿Y tú sales embarazada y no me llamas para decirme?_

_¿Cómo sabes eso?_

_¿Así que es verdad? ¿Es mío?_

La pregunta dolía, pero era necesaria, más cuando ella misma insinuaba tener los que quería.

_No._

_¿Segura?_

_¿Para qué quieres saber? ¿Si te dijo que es tuyo, lo creerás?_

_Por supuesto, ¿por qué me mentirías con algo tan delicado?_

Rebeca se quedó viendo a ese hombre, ¿por qué lo veía tan perfecto, cuáles eran sus defectos, ser tan tonto? ¿Amarla sin condición y sin juzgarla?

_¿Tienes algún defecto? ¿Eres siempre así?_

Fabricio frunció el ceño, no entendía ah qué se refería, por qué preguntaba eso en una situación tan delicada.

_¿Estás bien.?_

¿Volteo los ojos y se regañó internamente, estaba loca o algo así?

_Sí, y si es tu hijo, si tienes dudas, le haces una prueba de ADN, no tengo problemas, yo me cuide, pero no sé qué pasó._

Una sonrisa era lo que tenía Fabricio, no solo sería padre, lo sería de la mujer de la cual se enamoró a primera vista.

_¿De que te ríes?_

_Estoy Feliz, seré padre por fin._

_Que gracioso y cuando regresaste?_

Con una mirada de pocos amigos, quería saber o ya sabía quién era la chismosa y el chismoso.

_Hoy._

_¿Hoy? ¿No estás cansado?_

Él asintió con un puchero.

_Ve a descansar._

_Mi apartamento está sucio._

Ella lo quedo viendo con una ceja levantada.

_Me hospedaré en un hotel por hoy, tranquila._

_Quédate en mi apartamento por hoy, hay otra habitación._

_¿No quieres dormir con tu amante?_

_No, no puedo dormir con alguien que no pidió explicaciones cuando solo vio que alguien me beso._

Fabricio se echó a reír, haciendo que ella se molestará.

_Ja, ja,ja, está bien, ya veo que solo seré el padre de tu hijo, es una lástima, tenía tantas ganas..._

Salió riendo, dejando a Rebeca atrás, muy molesta.

>>>

Alondra pasaba tiempo suficiente con orlando, visitaban lugares donde podrían abrir las sucursales y terminaban almorzando o cenando juntos.

_Me parece que este lugar es muy lindo, seguro y tiene bastante movimiento de niños._

Orlando observaba y le gustaba, aún más, por qué estaba un parque cerca.

_Estoy de acuerdo, también está el parque, podemos traer a los niños más seguidos sin dejar de trabajar._

Ella sonrió, era genial, buscaron al suelo y se pusieron en los trámites para comprar y hacer unas remodelaciones.

_ Estoy muy cansada, nos vamos?

_Claro amor..._

Sus miradas chocaron, Alondra se quedó viéndolo, pero no le dijo nada, solo camino unos pasos para ir al auto.

_Aquí están, que bueno que estés mi amor, por qué verás como mato a tu esposa, con ella muerta, nos podemos casar._

Lilian gritó a alondra, con un arma en las manos, el corazón de ambos estaba que se salía.

_Baja eso Lilian._

Orlando se fue acercando un poco.

_No te acerques, la mataré, se supone que ya no la querías, ¿por qué no me buscas?_

¿Estaba descontrolada, movía el arma en dirección de Alondra, las lágrimas salían de los ojos de alondra, pensaba en sus hijos, como podía estar pasando eso?

_Yo nunca dije que no la quería, no te metas cosas en la cabeza que no son._

_Baja eso, solo estamos en cosas de negocios._

_No me quieran ver la cara de estúpida._

Una risita salió de Lilian y seguía apuntado a alondra, Orlando tenía mucho miedo, miedo que le pasara algo a alondra por su culpa, sus hijos jamás le perdonarían algo así.

_Basta Lilian, no cometas una locura._

_Despídete de tu esposa._

No espero más y disparó, como loca, halo el gatillo tres veces, pero sus ojos se abrieron grande, el arma callo al piso, la recogió rápido y salió corriendo.

_Nooo Orlando?? Ayuda, una ambulancia, por favor._

Orlando se metió y recibió los disparos que iban para alondra, orlando estaba totalmente bañado en sangre, su pulso estaba muy débil, estaba prácticamente muerto.

_¡Alondra.!_

Atenea llegó corriendo a la clínica donde estaba alondra desesperada, nerviosa, sus manos temblaban, su corazón dolía, no podía ver morir al padre de sus hijos.

_Atenea, esa mujer, es mujer... Me .me disparo..._

_Cálmate alondra, cálmate._

Atenea la abrazaba, la consolaba, no podía hablar.

_Él se metió, me quería matar a mí._

_Él estará bien, estará bien._

_Está muy mal, fueron tres, está muy mal, yo lo vi... Lo vi muerto._

Atenea lloraba junto a ella, en que momento todo se volvió tan aterrador, esa mujer se obsesionó a tal punto que no quería ver viva a alondra, la creía culpable de que orlando no la buscará, pero no era así, orlando nunca la quiso, nunca la vio como mujer, solo estaba estresado y su vida con su esposa no estaba bien.

¿_ Que pasa? Como está mi hijo._

Los médicos salían y entraban corriendo, nadie les decía nada.

_¿Hablen? ¿Qué tiene mi esposo?_

_El señor entró en paro, hacemos todo lo posible._

Alondra cayó sobre sus rodillas, Atenea junto a ella, no podían perder un esposo y un hijo al mismo tiempo, los minutos pasaban volviéndose un par de horas, hasta que por fin salió un médico.

_¿Cómo está mi hijo?_

_¿Hable, como está mi esposo?_

_El señor perdió mucha sangre, entró en paro dos veces, está vivo, pero debo ser sincero._

El doctor tenía su semblante serio y cansado, no fue fácil salvarlo de la muerte.

_¿Qué pasa doctor?_

_Está en terapia intensiva, no sabemos si sobreviva a otro paró, hemos tomado la decisión de inducirlo a un coma, hasta que se recupere por completo o por lo menos para no correr el riesgo de perderlo._

Lágrimas salían de los ojos de ambas mujeres, jamás pensaron algo sí, era muy grave lo que estaba pasando, como una infidelidad traería tantos problemas y consecuencias.

_¿Podemos verlo.?_

_Solo unos minutos, deben dejar que descanse._

¿Atenea y alondra pasaron con sus matas quirúrgicas, ninguna decía nada, solo verlo así, tan frágil, tan tranquilo, alondra pensaba en todo el tiempo de casados que tenían, las cosas que hacían el uno por el otro, como todo eso tan bonito había cambiado? Ahora el estaba entre la vida y la muerte.

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