Parte 18

Pol 

Puedo ver a lo lejos como Laia estaba hablando de forma animada con mis familiares, incluso mis tías estaban emocionadas de hablar con ella. 

—¿Cómo la encontraste? —Me pregunta un tío, me giro a verlo y suspirar, había sido uno de los comentarios más fuera de lugar que había escuchado en el día, ¿qué estaba queriendo decir?

—¿Qué quieres decir con eso? —Pregunta mi papá. 

—Bueno, no creo que se hayan encontrado por casualidad, ¿Cómo la encontró? —¿Debía explicar todo el proceso? Tinder lo había utilizado demasiado para ligar y conocer chicas de mucha variedad. 

—Nos encontramos y nos llevamos bien, no es mucha ciencia —Le respondo tratando de dar una sonrisa, odiaba las preguntas fuera de lugar. 

—Está bien, si tú lo dices —Mi tío se retira de la conversación y suspiro, me quedo solo con mi padre. 

—No le hagas caso —Me da una leve palmada en la espalda. 

Es raro decirle a tu familia que la conociste por una aplicación de citas, y ver que no fue hace un mes o dos, íbamos a cumplir casi un año de este proceso. 

—Familia a comer —Escucho el llamado de mi madre y de mi tía, todos se acercan a la mesa, ocupando un lugar que ya se tenía establecido por las diferentes reuniones y observo como Laia se queda parada viendo todo, y veo sus ojos tristes, tal vez recordando a su familia. 

—Mijita, ¿te podrías mover de sitio? —Le pregunta mi madre a una de mis primas, era la hija de mis tías más cansonas. 

—¿por qué, tía?

—Para que la niña se pueda sentar —Señala a Laia, la cual se incomoda al ver como le quitarían el puesto a la otra persona para dárselo a ella. 

—Yo puedo sentar más lejos —Trata de hablar Laia. 

—Ella tiene razón, María —Señala a mi pareja —Que se siente más atrás —Laia ni corta ni perezosa, camina hacia ese lado y yo la sigo. 

—Primo, ¿no te quieres hacer a mi lado? —La misma prima que no quiso ceder su puesto me pregunto. 

—No —Respondo sin darle la cara y me siento al lado de Laia, mi papá también se mueve con nosotros, mi madre solo suspira y se sienta a mi lado. 

—Laia, ¿te gustan las pasas? —pregunta mi madre. 

—No, pero si me lo sirven me lo como —Mi madre no dice más, agarra un plato de algo que estaba sobre la mesa y poco a poco le va quitando las pasas, para ponerlas sobre una servilleta y luego entregarle eso a Laia. 

—No te preocupes, no siempre nos gustan las mismas cosas —La cara de sorprendidos de todos, porque la misma mujer que decía que todo se tenía que comer, porque era decencia, le estaba llevando los caprichos a su nuera.

—Hermano, les quiero dar un regalo a mi cuñada y a ti —Habla mi hermano luego de la comida —Mamá ya me había dicho que sería tío, entonces tome el atrevimiento de comprarles algo —Mi hermano y yo claro que nos hablábamos, pero no era mucho que yo dijera. 

—Claro, cualquier cosa es bienvenida —Trae una caja un poco grande, se podía ver la imagen de un coche. 

—Mamá me dijo que eran dos, entonces busque lo mejor para tu mujer y los niños —Señala donde se ve la imagen de como sería el coche —Sé que saldrán mucho, traté que fuera lo más fácil para doblar y ponerlo en el carro si es necesario —Me acerco a mi hermano, y le doy un abrazo.

—Muchas gracias —Le digo de corazón, Laia me ve con una sonrisa mientras acaricia su vientre mientras sonríe. 

Lo supe en ese momento, no sería capaz de buscar otra mujer que no fuera ella, la imaginaba como esposa, como madre, no solo de este par, de todos los que pudiera tener en el futuro, no me niego a que pasé. 

Su cabello, que el viento movía con gracia, dejaba algunos mechones sueltos. Lo llevaba en una trenza perfectamente hecha, resaltando su belleza natural. Sus pechos eran medianos, pero muy proporcionados, su cintura no era la más estrecha, pero era armoniosa con el resto de sus curvas. Sus caderas eran generosas y su trasero era simplemente encantador. Cada vez que la veía, me hacía desear abrazarla con ternura. Era una mujer perfecta, no cabía duda que la quería más en mi vida. 

Mis primas estaban tratando de conversar con Laia, la cual trataba de llevar el ritmo, estaba segura de que ella no estaba cómoda, se sentía bastante insegura con tantas personas desconocidas preguntando sobre su vida o cosas parecidas. 

—¿Y tú qué estudias?

—Publicidad o bueno estudiaba. 

—¿Entonces ya no vas a estudiar? ¿Serás una mantenida?

—Sí, quiero —Dice Laia, sin tapujos, me contengo la risa por la expresión que puso mi prima cansona, mis otras primas se contienen la carcajada. 

—¿no te da vergüenza aceptarlo? —Laia niega con la cabeza mientras toma la bebida de frutas que mi mamá le hizo especialmente a ella —Dentro de unos meses no tendrás tu cuerpo para convencerlo de seguir contigo —la sonrisa burlona se devuelve a mi prima. 

—¿Crees que necesito un buen cuerpo? Eso es para básicas, soy inteligente y él lo sabe —Sí, extrañaba la Laia que no se dejaba de nadie, me encantaba la forma tan elegante que estaba dejando en su lugar a mi prima cansona —¿Tú qué tienes? ¿Cuántos años tiene?

—Ángela tiene 22 años, es la menor de todas nosotros, era la favorita de todos los tíos —Habla mi prima mayor, tenía 33 años, había sido la primera de todos nosotros —Siempre pensó que seguiría siendo la niña. 

—Lo sería, pero Pol decidió meterse con una niña. 

—Tengo 19 años, no considero que tres años sean muchos, cariño —Dice Laia con una sonrisa —Y tu primo está para chuparse los dedos, te aseguro que si no era yo, sería otra. 

—Qué ordinario. 

—Ordinario es que una muchacha de tu edad siga siendo mantenida por sus padres, ¿no haces nada? Deberías hacer algo, al menos trabajar de mesera. 

—Quiero ser influencer —La cara de Laia hace que me ría sin evitarlo, había sido de "¿Está ridícula qué?" Había aprendido a diferenciar todas las caras de ella, llegaba a un nivel que incluso esa cara que hizo, me hizo comprenderla de una. 

—Oh, Dios mío —Se cubre la boca para no reírse —Cada quien, no diré nada —Ella se aleja del lugar y mi prima mayor la sigue. 

—¿De verdad tienes 19 años? —Laia la escanea y asiente —No pareces. 

—¿Lo tomó como ofensa o como halago?

—Halago, eres asombrosa, las energías que me das son de mujer independiente, mujer luchona que dará todo por conseguir sus metas.

—No es muy lejos de la realidad —Y estaba seguro de que era así, me gustaba ver esa faceta de Laia.

—Cierra la boca, cariño —Escucho que mi mamá me habla —Por poco y babeas por la chica —Niego con la cabeza —No te preocupes, no te estoy juzgando ni un poco. 

—Mamá. 

—Ya sé, sin embargo, esa chica es demasiado para ti. 

—¿Crees que no lo sé? —Suelto una risa y la veo —Sí, es demasiado, ella a comparación de un hombre de 27 años, sabía que quería para su vida, estaba segura de que podía  darla toda sin miedo, cosa que yo dude demasiado. 

—Tienes que corregir todo el daño que le hiciste. 

—Lo sé, eso hago cada día. 

—¿mañana van a salir?

—No, enseguida que nos vayamos para la casa, dejaré que descanse ese domingo, porque el lunes empiezo a trabajar y Anya me dijo que quería salir con todos que tenían libre para conocerla. 

—Pensé que Anya llegaría aquí para verla. 

—Tuvo ganas, pero está cumpliendo años con su novio, entonces no podía darse ese lujo. 

—Hijo, por favor, no la cagues, no con ella —Mi mamá me vuelve a repetir lo que siempre me dice —Quiero que te cases y tengas hijos. 

—¿por qué no decías lo mismo de la otra? —Me atrevo a preguntar por primera vez.

—Conozco la diferencia entre una mujer que se pondría en medio de una bala por ti y otra que se pondría detrás para que tú la recibieras por ella. 

—No me incomodaría dar la vida por Laia. 

—Al igual que ella, tampoco por ti —Y lo entendí, Laia sería alguien que sin dudar daría por todo mi, como siempre hizo, a pesar de que salió muy lastimada cada vez que lo hizo, siempre daba lo mejor, en comparación con mi exnovia que nunca hubiera sido capaz de hacerlo.

—¿Sabías que tu hijo se conoció con esa niña en Tinder? —Mi tía, la madre de Ángela, habla de forma indignada para poner la queja con mi mamá. 

—¿Qué problema tiene? —Responde mi mamá suspirando. 

—¡María! Una muchacha de 19 años estando en esas cosas, ¿crees que es para algo serio? Solo quiere sacarle dinero. 

Veo a lo lejos Laia sentada comiendo los pasabocas de jamón y queso, ignorando toda la situación. 

—¿Quién les dijo eso? 

—Ella —Responde mi prima, cruzada de brazos —Siempre supe que te gustaban las fáciles, pero no pensé que de ese calibre. 

—¿Me ofendo? —Dice Laia sin mirarla. 

—Ángela, ¿la podrías respetar?

—¿por qué? Ella no me respeta a mí —La mirada fría de Laia, me hizo tratar de mediar la situación que se estaba saliendo de control. 

—No me interesa, tú le debes respeto a ella. 

—¿por qué? —Responde enojada. 

—Porque es mi mujer, y a mi mujer la tienes que respetar —Respondo serio y tratando de contenerme. 

—No, no tengo por qué respetarla por ser tu mujer, es solo una vagina más —Suena el golpe de una cachetada. 

—Vete de mi casa —La voz de mi madre hace que todos guarden silencio —No vuelvan nunca aquí, ni tú —Señala a mi tía —Mucho menos tú —Señala a mi prima —No educaste correctamente a tu hija, no son bienvenidas a mi casa. 

—¿Vas a dejar de ver a tu hermana por una desconocida?

—Esa desconocida, como tú la llamas, ha tenido el mínimo de respeto a mi casa, donde no solo me insulta a mí, porque yo críe a mi hijo, tal vez tuvo sus errores, pero tu hija no es una santa para que trate de crucificar al mío —El enojo de mi madre se hace notar de inmediato —. Ahora Laia es como una hija para mí, y si la tengo que defender, lo haré, no me importa contra quien.

—¡Es una niña! ¿Cómo vas a permitir que se una a la familia?

—¿De quién es problema? Es la pareja de mi hijo, y ya la acepté. 

—Por favor, no hagas enojar a mi mujer —Mi padre interviene, serio, ambos éramos parecidos, no perdíamos los estribos fácilmente, siempre estábamos calmados. 

Mi tía se estaba enojando mucho más por la clara advertencia de mis padres, y me sentí a gusto con la forma en que estaban tratando a Laia. Cuando la vi, sus lágrimas estaban saliendo, sin dudarlo salí corriendo hacia ella para darle un abrazo.

—No te preocupes, aquí estoy —le dije mientras ella se apoyaba en mí.

—Tus padres me están defendiendo, a una total desconocida.

—No lo eres, mi amor —le di un beso en la frente—. Ahora eres Laia Reira de Munté, y mi familia te defenderá a toda costa.

—No veo nada malo en Tinder, yo también lo uso —dijo mi prima mayor encogiéndose de hombros—. Cada quien tiene la libertad de hacer lo que quiera, y nadie tiene derecho a hablar.

Todos guardaron silencio ante las palabras de mi prima, pues tenía razón. Nadie tenía derecho a opinar sobre esa situación. Al fin y al cabo, era mi vida y me daba igual lo que dijeran de mí. Pero si tocaban a Laia, me enojaba rápidamente.

—¿Lo entiendes? Entonces retírate de mi casa —volvió a hablar mi madre.

—María, hablemos —dijo mi tía, nerviosa por lo firme que estaba mi madre—. Solo pensaba en lo mejor para tu hijo.

—No, solo accederé si le pides disculpas a mi nuera —mi tía se sorprendió, pero sabía que mi madre no la aceptaría nuevamente si no lo hacía.

Luego de ese problema, decidimos irnos a casa, sin querer pasar por ese momento otra vez. Había sido una experiencia horrible y mi mamá se dio cuenta de que sería más complicado integrar a Laia en la familia en general. Sin embargo, esa noche que me llamó, me dijo que no le importaba. Sabía que tarde o temprano la tendrían que aceptar, porque era su nuera. También me felicitó por haber defendido a mi mujer de una forma tan maravillosa.

Más populares

Comments

Griss Romero

Griss Romero

Como defiende María a Laia, y cuando tenga a sus nietos la va a adorar. Como no tuvo hijas con ella se siente realizada, y sl ver como su hijo ha cambiado, ya la quiere como si fuera su hija. 💖💖

2024-08-27

0

𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋

𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋

Si es el hermano de Pol, entonces ella es la cuñada, no la nuera.

2023-06-24

0

Dein Teufel

Dein Teufel

Quiero un novio como Pol

2023-04-17

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play