Laia
En algún punto de la noche, Pol se perdió con Nicole, lo cual me pareció raro, sin embargo, cuando llegaron Nicole venía con una cara triste. Quise preguntar que había sucedido, pero ya venía siendo hora de volver a casa, el español tenía que trabajar a las 4 de la mañana y esté paso, terminaría casi muerto.
—Que les vaya bien —Ashley se despide de nosotros, medio prenda.
—¿Tus amigos son borrachos? —Me volteo divertida al escucharlo.
—No, bueno, si son adictos a las fiestas y tal vez sustancias psicoactivas, pero nada fuera del otro mundo —Me mira de reojo y sigue manejando —¿Tus amigos no tienen nada de eso?
—Son fiesteros, les gusta salir mucho, pero nada de eso —Suelto una risa.
—Es el primer mundo, ¿qué esperabas?
—No pensé que fuera tan diferente, solo eso.
—Nosotros no tenemos tanto dinero, recordemos que tu mundo y mi mundo son opuestos.
—Ahora vendría hacer tu mundo.
—¿Por qué?
—Yo hago parte de él, no soy tan cruel para eso.
—Bueno, si hablamos de cruel —Hago una mueca, él acepta.
—Ya no soy así, al menos no contigo —Asiento con una sonrisa, obvio le iba a creer.
—Ver para creer, mi querido amigo —Suspira, a los pocos minutos llegamos al edificio, bostezo un poco cansada luego de tremendo día que nos aventamos.
—Deberías ir a dormir —Miro la hora en el reloj de la cocina.
—¿Vas a trabajar?
—Sí, esos horarios en ocasiones afectan de este modo —Asiento, me acerco para darle el beso de buenas noches, y voy a cambiarme por una ropa más cómoda.
Me levanto casi a las 10 de la mañana, Pol estaba en una reunión, por lo que doy un poco de espacio para hacerme el desayuno, estaba antojada de unas pastas para el almuerzo. Empiezo a buscar recetas en el celular para ver como me las iba a arreglar para hacerlo; tal vez con pollo y champiñones, qué delicia.
—¿Dormiste bien? —Pasa por mi lado dándome un beso en la cabeza.
—Sipí, estaba muy cansada —Le digo con una sonrisa.
—Bailaste bastante —Asiento —Pedí una cita con el doctor.
—¿Tan rápido?
—Necesitamos esa cita para irnos a España —Lo miro confundida —Mi madre me ha estado llamando casi las 24 horas para decirme "Trae a Laia" Y ahora con ella no me basta, también me lo está diciendo Anya, aunque ya había iniciado el papeleo, por eso ya mañana tenemos que ir a tomarte la foto para el pasaporte.
—Tiempo, tiempo —Digo frenando lo que estaba diciéndome —¿Por qué apenas me vengo a enterar de que voy a tener pasaporte?
—Lo quería hacer de forma discreta, porque tenemos que llenar muchos papeles, lo hice yo por si me llegan a preguntar algo.
—¿Y yo qué?
—Le había dicho a Nicole, incluso en la noche le recordé que el viaje está programado para dentro de dos semanas.
—¿Entonces me iré a España?
Mi sueño siempre había sido ir a España, no solo por él, me encantaba ese país, tenía cosas geniales, vivir en ese país es como un sueño para mí, podría visitar todo Europa, siento un cosquilleo en mi vientre.
—¿De verdad iré a España? —Mis ojos se llenan de lágrimas.
—Si no quieres, no vamos, no te voy a forzar a nada —Lo miro y salto sobre él.
—Sí quiero, sí quiero —Digo feliz, mientras lo abrazo fuerte, él ríe por mi actitud.
—Me alegro.
Me sentía ansiosa, ¿de verdad iba a poder viajar? Aunque dejaría a todos mis amigos, ¿qué iba a hacer? También conocería a la mamá de Pol. ¿Y si no le caía bien? ¿Qué iba a hacer? Sacudo mi cabeza para quitar ese pensamiento, todo iba a salir bien, y sonrío emocionada, iba a conocer el país más maravilloso del mundo, a mi parecer, estaba feliz.
—Pol, ¿qué clima está haciendo esta temporada? —Él se queda pensando unos segundos.
—No te preocupes por la ropa, solo lleva tus objetos personales, te compraré ropa cuando lleguemos.
—¿No sería raro para tu familia? Me da un poco de pena.
—No te preocupes, que sí fuera por mi mamá, ya te estuviera comprando todo lo que encuentre —Saca su celular para mostrarme la foto de unos vestidos muy de playa, y luego pasa la foto encontrando unos mamelucos cafés —Cada vez que ve algo de tu estilo, porque me pregunto como te gusta la ropa, lo compra; o cuando ve ropa de bebé, tiene zapaticos, medias, de todo.
—Oh, ¿no es mucho para ella?
—Mi papá también compró la primera ropa de recién nacidos.
—Están muy emocionados —Me da un poco tristeza, los padres de él estaban emocionados, en cambio, los míos solo querían deshacerse de mis hijos —¿Qué sucede? —Me agarra por la cintura, mientras junta nuestras frentes —¿Estás bien?
—Sí, solo que me da un poco tristeza que mis padres no sientan eso que los tuyos sienten —Me da un beso en cada mejilla y luego uno en los labios.
—Los míos cuentan por dos, te harán sentir la mujer más feliz —No puedo evitar reír, mientras asiento con los ojos cerrados, él me vuelve a dar otro beso.
Las fotos del pasaporte habían quedado muy chistosas, llevaba una hora riéndome por como quedé, un ojo más chueco que el otro, ¿de verdad mis ojos eran así?
—¿Estás seguro de que mis ojos no son así? —le vuelvo a señalar la foto.
—Amore, ya dije que sí —Se ríe por mi forma de decir las cosas.
—Más te vale que no me estés mintiendo, ¿de acuerdo? —Asiente sin dejar de reír y yo me sigo viendo en la foto, afectivamente tenía un ojo más grande que el otro, si seguía viendo me vería peor —Odio las fotos de documento, uno es feo, pero con límites.
—Eres preciosa, pero las fotos en documento si son horribles —Él ríe y yo me volteo a verlo curiosa.
—Ahorita quiero ver tu pasaporte —Él niega sonriendo.
—Claro que no.
—Tú viste el mío.
—Una cosa no tiene ver con la otra, señorita —Hago puchero —Está bien, tal vez ahorita que lleguemos te la muestro.
—¡Sí! —Festejo feliz al conseguir mi objetivo.
—A este paso te llevaré todos los caprichos.
—Así me gustan —Le digo burlona, él se muerde el labio inferior.
—Quedaré pobre.
—Qué descarado, veía tus historias del carro que compraste, tienes un Ferrari, ¿qué esperas?
—¿has visto los Ferrari? Son otro nivel.
—Son un lujo, un lujo que puedes darte.
—Se podría decir.
—Eres una cuna de oro, no me sorprende —le digo riendo.
Estaba antojada de un postre, paramos en un local cerca del apartamento para comprarlo, mi sonrisa le decía la satisfacción que tenía por tenerlo tan domado.
—¿Cuál quieres? —me pregunta cuando me muestran el menú, todo se veía rico.
—Pide tú, todo está rico.
—Mañana podemos venir a pedir otro y así —Asiento feliz ante la sugerencia y pido el primero que encuentro rico —¿Quieres algo de cenar o comerás las pastas que sobraron del almuerzo?
—Comeré las pastas con el jugo que hice —Él asiente —Comida de pobre, ¿no?
—Para nada, fue delicioso probar nuevamente tu comida —La había probado una o dos veces, porque manteníamos más afuera o pidiendo a domicilio.
Dos días después tenía el pasaporte en mis manos, estaba sorprendida y emocionada, siempre había soñado con tener este documento, pero no se había podido cumplir, me sentía ansiosa.
—¿Ya Pol te lo mostró? —Me pregunto Anya una mañana que hablábamos por llamada.
—Sí, no pensé que me lo compraría.
—Bueno, es que sus amigos más cercanos y familia estaban pidiendo y exigiendo que debían conocerte.
—Eso me pone bastante nerviosa, ¿sabes?
—No tienes que estarlo, serás la niña de la casa.
—¿por qué la niña?
—Eres la menor, sin contar algunas primas o hijas de los primos mayores de él, eres la niña para la familia, sumado que estás embarazada del inestable del hijo de los Munté, te aseguro que todos te van a amar.
—¿por qué inestable?
—Vamos, tú lo conociste, sabes que era un inestable, iba cambiando de hoyo cada que podía —Se encoge de hombros —No tengo defensa para el papá de tus hijos.
—Gracias, querida amiga —Dice Pol sumándose a la cámara.
—¡Con gusto! —Exclama ella riendo —No te preocupes, en el modo en que está, no va a permitir que te falten al respeto.
—Muy agradecida por ese hecho.
—Los amigos que tenemos son relajados, aunque si había una que se integró de un momento a otro, quería con él —La veo pensar —No creo que siga con eso, él dejó en claro que no quería dañar la amistad, sumado que no la veía como mujer.
—¿Sigue siendo amiga de ustedes?
—Claro, pero no se reúne mucho, es poco fastidioso porque siempre pregunta por Munté, entonces no nos gusta salir mucho con ella.
—¿no salen con Pol?
—Sí, ahora casi no porque está contigo —Dice riendo —Apenas llegues tendremos una salida para conocerte, fue muy divertido decirles que te conocía, cuando subió la foto contigo —Ella frena para reír unos segundos —Fue lo mejor del mundo, todas las mujeres que tenían saltaron, preguntando por su presa, esta ya había sido cazada.
—No puede ser —No puedo evitar reír por la forma en que lo estaba explicando —No te mentiré, fue divertido; porque todos querían verte, luego sube la foto donde estabas en bikini, nuestros amigos hombres se sorprendieron por el cuerpo que tenías y volvieron a saltar como locos diciendo "Pol se sacó la lotería" "No le basta con tener éxito, ahora tiene una mujer guapa a su lado" —Cuando dice las frases trata de imitar la voz de ellos.
—Qué vergüenza.
—¿Cuál vergüenza? —Niega con la cabeza —Bendecido es lo que es, solo te digo eso. Sin embargo, me parece injusto que pueda con semejante mujer, eres bonita, inteligente y buena persona, llámalo —Pol se asoma a la cámara —Cambiemos, ¿me las regalas?
—No —Dice para volverse acostar en la cama y seguir viendo la película.
—Descarado —Ella hace puchero —Bueno, los dejo, chicos, tengo una salida pendiente con mi novio —Asiento y nos despedimos.
—Te estás haciendo muy amiga de ella.
—Es tu mejor amiga, es bueno que nos llevemos bien, ¿no crees?
—Sí, pero ella te acapara y te hace reír el doble que yo —Niega con la cabeza —¿y cómo así que mis amigos te están viendo el cuerpo? Necesito conquistarte antes de llegar a España.
—¿por qué?
—Mis amigos son como yo.
—¿Guapos? —Pregunto confundida.
—Sí, tengo que enamorarte ya mismo, porque en España, soy un hombre promedio, tendrás flechazo a primera vista, y tu eres linda, te van a pedir el número sin dudar —No puedo evitar reír por las ocurrencias de este hombre.
—No te preocupes, yo creo que eres más guapo.
—¿has conocido más españoles?
—¿En persona? —Me mira con una ceja enarcada —He tenido amigos de todo tipo, no me puedes juzgar.
—Amore, en persona o que se hayan visto la cara.
—No —Hace un silencio muy incómodo.
—Hazme una lista de lo que quieras hacer antes de irte, cumpliremos todo.
—¿no volveré nunca?
—Lo harás, cuando los niños estén más grande, que puedan viajar.
—¿y mis amigos?
—Prefiero pagarles un avión para que lleguen a España —Me dice serio, me acerco para ponerme sobre él.
—¿Tan así?
—Sí, los bebés solo vendrán a conocer un poco su cultura, pero su crianza la quiero en España —Le doy un beso y él lleva su mano a mi zona trasera.
—Tampoco habrá mucho aquí, entonces acepto la oferta.
—Mi madre va a estar muy emocionada cuando le diga eso —me empiezo a reír en medio del beso —Ahora, vamos a molestarte un poquito —Cambia las posicones para quedar encima mío —Tengan cuidado, hijos.
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Comments
Era
🤣🤣🤣🤣🤣
2024-09-05
0
Griss Romero
Me encanta la forma en que Pol la esta conquistando, ta dulce y arrepentido por haberla salido, espero que así siga, qye no la vaya a dejar con sus padres mientras el se divierte
2024-08-27
0
Raquel Sanchez
Tus novelas me encantan, son sencillas y con buena temática, felicidades.
2024-05-23
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