maleducada y altanera

Estábamos en la isla de la cocina, entre risas y charlas con Elvira y Enzo, cuando Emily nos dice que llegó Elisa San Marino. Siempre lo vi a él tan tímido, pero cuando vi a esa mujer, quedé asombrada. Tenía una voz seductora, era muy bella pero altanera y maleducada.

Elisa San Marino

¿Y tú quién eres? Supongo que la asistente, mm. Enzo, dile a Alessandro que lo espero en el despacho -dijo ella con soberbia.

Mm, no hace falta. ¿Qué haces en mi casa, Elisa? Te dejé claro que no vengas a mi mansión -dijo Alessandro con el ceño fruncido y su mirada fría...

Por favor, cariño, no me hables así frente a tu servidumbre. Podemos hablar en privado. Es muy importante y no creo que sea bueno hablar ante esta persona -dijo Elisa mientras agitaba sus guantes.

Primero que nada, esta persona no es servidumbre. Alessia es, es...

Yo soy la amiga de Alessandro desde adolescente. Si nos disculpas, tenemos que hacer. Enzo, ¿nos acompañas? -dijo Alessia tomando a Elvira de la mano. Se fueron a la cocina. Enzo salió tras ellas.

Alessandro estaba furioso. Tomó del brazo a Elisa y la llevó al despacho. ¿Qué quieres de mí? ¿Acaso ya no te dejé claro que entre tú y yo no hay nada...?

-Sí, entiendo por qué tienes a tu amiga viviendo contigo, pero eso tendrá que llegar a su fin, querido. Estoy esperando un hijo tuyo -decía ella mientras cruzaba sus piernas...

Estaba claro que Alessandro tendría que luchar ahora con esto. -Es mentira. Yo siempre me cuidé al estar contigo y puedo asegurar que no es mío.

La verdad es que no estaba errado en lo que decía, pero ¿cómo comprobar si era suyo el bebé si ni siquiera se notaba el vientre de Elisa? Ella siempre lo seducía de alguna forma, lo llevaba a la cama, y siempre fue ella su distracción.

Lamentablemente, no me puedo dar el lujo de asumir tu responsabilidad, Alessandro. ¿Crees que después de todo lo que estuvimos haciendo no habría consecuencias? Bien, aquí hay una y tú no me vas a dejar en ridículo. Después de tanto tiempo estar contigo, llevo 3 años esperando que despiertes del sueño de tu noviecita. Bueno, ahora no hay más excusas -dijo ella. Estaba realmente enojada y fuera de sí, y sus gritos se oían por toda la casa.

-Claro, ahora me vienes con esto. Pues cuando nazca el bebé, le hacemos ADN y ya. ¿No crees que es lo justo o crees que me ibas a engañar? No, Elisa. Sé de tus amantes y yo soy uno más de ellos -dijo Alessandro. Su mirada se entenebreció y su voz era fuerte. No tenía intenciones de seguir adelante con la discusión, así que añadió- Ahora vete y no vuelvas a interrumpir la paz de mi hogar. Porque la mujer que amo ya me dio dos hermosos luceros y no necesito más. ¡Ahora lárgate!

Alessia tenía su cara de mil colores. ¿Qué será que piensa Alessandro? ¿Por qué está hablando así? ¿Será que sigue aún enamorado de mí?, pensó ella y siguió tomando café en silencio. Enzo sonrió al verla con ese semblante. Ella tenía suerte, Alessandro la amaba y con sus niños, es un hombre realmente maravilloso, pensó Enzo y tomó su carpeta para ir al despacho con su amigo. Sabía que este estaría enojado y no saldría porque tenía pena de ver la cara de Alessia. Con todo lo que él había dicho, se le caía la cara de vergüenza.

—Mm, como escuché a la bruja irse y no salías, supuse que era porque estabas gritando a los cuatro vientos que tienes al amor de tu vida en casa y sus dos luceros contigo —decía Enzo en un tono burlesco.

—Hum, ya hermano, me siento avergonzado. ¿Mira si ella cambia de parecer y quiere huir de aquí? Uf, eso no está en mis planes. ¿Ella lo escuchó todo? —dice Alessandro con curiosidad.

—Mm, no tienes idea los colores que tenía Alessia. Me pareció ver un camaleón jajaja. Ustedes tarde o temprano terminarán envueltos en las sábanas —decía Enzo en un susurro y se reía de Alessandro.

—Basta, hermano. No niego que tengo pensamientos lascivos, pero sabes por lo que pasó. Debo cuidarla y esperar a que esté lista. Ahora sería un abuso hacia ella, si me entiendes, ¿verdad? —dijo Alessandro con sinceridad.

Elisa no regresó. Alessia trabajaba con Alessandro como gerente de recursos humanos, y Enzo estaba como contador. Ya habían pasado 6 meses desde que Alessia vive con Alessandro. La terapeuta le dio el alta, Emma estaba muy bien de salud e inició los trámites del divorcio y estaba por salir su primera audiencia. Emma estaba lista para regresar a su empresa como dueña legítima, aunque tendría que ver la cara de Lorenzo muy seguido. Mientras, los niños estaban muy felices y apegados a Alessandro. Ellos iban al preescolar todos los días. Alessia iba con Alessandro a llevar los niños. Se veían como una familia, aunque aún no había nada entre ellos, ya lo eran. Alessandro se dedicaba a darles amor a los niños. Cada día contaba cuentos, jugaba y le dedicaba tiempo a Alessia. Siempre tenía detalles con ella, un chocolate, rosas y lirios o algún almuerzo o cena. Pero era un caballero que estaba ganando el corazón de la bella Alessia.

En su tiempo libre, Alessia era modelo de Alessandro y presentaba los diseños y colecciones de temporada.

Ella era lo único que tenía Alessandro de buen humor. El amor que él tenía por ella era genuino. Nada ni nadie tocaría al tesoro más preciado de él. Esta vez no la dejaría escapar.

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Comments

victor hernandez

victor hernandez

cómo siempre una desubicada ambiciosa arruinando todo

2024-02-19

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