lecho de muerte

Leonardo regresó de su viaje y era momento de actuar. Tenía planes macabros en los que estaba incluida Betiana. Después de que ella trajera a la bella Alessia, le daría fin a ella. No quería dejar cabos sueltos y como Betiana seguía con la idea de estar con Alessandro, era un estorbo para Leonardo.

Pero, ¿qué va a pasar con los planes macabros de Leonardo?

"Betiana, prepárate. Llegó el momento", dijo Leonardo.

"Bien, estoy lista para hacer lo que tú quieras, mi amor. Solo te ayudaré con la estúpida de Alessia y me quedaré a tu lado. Ya no quiero regresar a perder mi tiempo con alguien que no me ve", respondió Betiana.

Leonardo la miró sorprendido, la tomó del cabello y la besó apasionadamente. Mordió el labio de aquella mujer que tenía los ojos con un brillo peculiar.

"¿Qué te hizo cambiar de opinión? ¿O te agrada el placer que te estoy dando, pequeña traviesa?", preguntó Leonardo sujetando con fuerza el cabello. La volvió a besar con intensidad.

"Estoy embarazada, Leonardo. Tengo tres semanas. No te lo digo para que te quedes a mi lado. Yo estoy dispuesta a criar a mi hijo sola", dijo Betiana agitada mientras bajaba la cremallera del pantalón de Leonardo.

Este la detuvo y miró con frialdad. "¿Me crees estúpido? Si es mío, te quedas a mi lado. No pienso dejar a mi hijo en manos de cualquier persona", respondió mientras acariciaba los hermosos bustos de aquella mujer que lograba hacerlo sentir un hombre, adicto a ella.

¿Será que Betiana sabe algo? ¿O ella se enamoró del verdugo? ¿Qué final le espera ahora?

Ellos disfrutaban de hacer el amor. Leonardo estaba cambiando sus planes para Betiana. Al final, ella satisfacía todo lo que él quería. Era 100% lo que él exigía y últimamente ella estaba insaciable. Pedía más y más, eso le agradaba mucho. Pasaron tres meses después de que Leonardo se enterara de que sería padre. Optó por estar más tiempo con Betiana. Ella era muy joven adelante de él, pero ambos disfrutaban de estar juntos. Él la estaba complaciendo en todo. Ella ya no sería la que iría por Alessia. Leonardo no quería exponerla.

Betiana: Hola cariño, ¿cómo amaneciste? -decía ella sentándose a horcajadas sobre las piernas de él, abriendo la cremallera, sentándose encima y comenzó a moverse como un vaivén...

Leonardo: Mm, cariño -gruñó-, estás a mil. ¿Qué te parece si nos vamos juntos a Madrid? Me gustaría llevarte a nuestro hogar. Te quedarás unos días allí -gimió- ¡qué rico!

Betiana: -¡Aaaah! -jadeó- No quiero estar lejos. Mírame, estoy adicta. No quiero separarme de ti -agitada, llena de placer, sus movimientos se aceleraron-. ¡Quédate conmigo, papiii!

Los dos llegaron al clímax juntos. Él la miraba con ternura. ¿Cómo fue que se ganó el corazón de una mujer tan hermosa y joven?

Betiana, pelirroja de 25 años y con una altura de 1,70, es una mujer impulsiva que planeó ganarse el corazón de Leonardo después de que él le dijera "eres una zorra, solo eres mi juguete sexual". Aunque esas palabras le dolieron, con el tiempo se enamoró de él y se volvió adicta a la lujuria y lo libidinoso que era con ella. Ambos estaban envueltos en placer. Leonardo tiene ambición, y aunque ella se enamoró un gran golpe se avecinan, y Betiana terminará muy triste.

Ahora ella cree que tiene un poder sobre Leonardo que no lo deja siquiera seguir con la venganza que tenía planeada, pero él está con Sully la mujer que supuestamente es amiga y casi hermana de Betiana, este hombre era muy malo y no pensaba ni siquiera en su bebé. Josua y Carol eran casados y él era un procurador de Leonardo ambos eran muy dulce pero también fríos, planeaban una boda que traerá mucho beneficios a Leonardo, y también esperar a que Betiana tenga el bebé y le quitaran era todo un plan que Betiana por ser tan ilusa terminaría en manos de ellos como una más.

"Emma, llévame al hospital 🏥 no aguanto los dolores", decía Lorenzo llorando amargamente. El dolor lo estaba matando...

"Lorenzo, ya llamé a la ambulancia. Tranquilo, no te pongas así. Trata de respirar. Alessia y Alessandro nos esperan allá en el 🏥 hospital", dijo Emma sollozando.

La mirada de Lorenzo estaba desvaneciéndose. En un susurro le dijo: "Emma, fuiste una excelente mujer. Te amé, aunque luego fui el peor patán. Gracias por cuidarme", dijo con dificultad.

Alessia estaba llorando. Sabía que se acercaba el final de su padre. Vieron cómo lo traían en la camilla, ya estaba dormido. Emma no dejaba de llorar y abrazó a Alessia. Alessandro le trajo un café a Emma y un jugo para Alessia mientras esperaban al doctor...

Antonio preguntó afligido: "Mamá, Alessia, Alessandro, ¿cómo está?" Le dolía porque, pese a todo, ellos perdonaron a Lorenzo por sus malas acciones...

Orlando preguntó: "Mamá, Alessia, Alessandro, ¿cómo está él?"

Emma, entre sollozos, habló: "Lo siento, su padre está mal. Esta es la segunda vez que lo traigo en esta semana (llora desmesuradamente). Él me pidió que le hiciera compañía y que no los llame hasta ahora. El doctor nos dijo que era su última oportunidad y hoy, antes de salir de casa, convulsionó..."

Alessia dijo: "Mamá, fue su deseo. No lo lamentes. Él nos pidió perdón y arregló todo con nosotros. Es momento de soltarlo, por más que duela. Está sufriendo mucho, y no es justo ni para él ni mucho menos para ti. Mírate, estás ojerosa y delgada", expresó ella con el corazón en la mano.

Orlando - Creo que tienes razón, Alessia. Ya es hora (con los ojos empañados) de soltar a papá.

Antonio - Seríamos egoístas si quisiéramos que siga con nosotros...

"El dolor por la pérdida de un ser querido no es fácil, más cuando se trata de un padre, aunque no haya sido el mejor, porque el ser humano se equivoca y cuando se arrepiente pidiendo perdón por el daño que hizo, ahora está en aquellos que quieran perdonar y soltar, porque el que se arrepintió se va y la falta de perdón queda en los que no pudieron soltar."

"Esta vida es como un restaurante, nadie se va sin pagar."

Lorenzo fue un padre violento, alcohólico y fue capaz de vender a su propia hija. Cuando enfermó, la vida misma se encargó de ir cobrando el dolor que causó. Ahora, él se arrepintió y está en su lecho de muerte. Podrá descansar en paz...

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