Capítulo 6

Después de que Cosetta se durmiera, me escapé al centro de la ciudad para recopilar información.

Había protegido nuestra casa con un hechizo protector, así que todo estaría bien.

El lugar que visité era un bar concurrido, donde un bartender, una mujer de piel castaña y pelo rojo corto que sombreaba la mitad de su rostro, me sirvió un vaso de algo fuerte.

Su rostro estaba adornado con piercings, y vestía ropa reveladora.

"No eres de aquí, ¿qué te trae, Señor Desempleado?"

Tomando un trago, no sentí nada. Mi tolerancia al alcohol era alta, y la bebida que potencialmente podría embriagar a un elefante tenía poco efecto en mí.

"Necesito información, Wines."

Ese era su nombre.

"Así lo imaginaba. ¿Estás aquí por la princesa que pasó antes?"

"¿La princesa?"

Entonces era ella quien estaba a bordo del carruaje antes.

"Sí, escuché que está buscando hacerse cargo de la administración de la ciudad laberinto ella misma."

"¿No es este el territorio de Douglas?"

"Douglas probablemente se haya vuelto demasiado desconfiado para dirigir este lugar. Según sé, ha estado redirigiendo los impuestos a la capital, e incluso se dice que podría estar conspirando con el reino enemigo. Dicen que está planeando deshacerse de la princesa".

"¿Llegaría tan lejos?"

"Siendo la segunda hija, no es la heredera al trono. Si la roban, resolvería los problemas de Douglas sin la culpa recayendo sobre él".

"Como siempre, la nobleza está llena de oscuros asuntos".

"No puedo discutir eso. Algunos nobles incluso toman esclavos, hacen lo que quieren con ellos y luego los envían a burdeles para cubrir sus huellas, manteniendo sus reputaciones impecables. ¿Quieres la lista también?"

"No, gracias".

Rechacé rápidamente.

"Hoy estoy escaso de fondos, ¿podemos considerar la información un préstamo?"

"No hay problema para ti, héroe".

"Ya te he dicho que no me llames así".

Suspiré profundamente; entre muchos, ella era consciente de mi pasado. Sus habilidades no eran una broma.

"La gente te ha visto con una niña pequeña. ¿Pasándola bien, señor Lolicon?"

"Ha pasado mucho; quería ayudarla".

"Ya veo."

"Algún día, ella nos superará a todos".

"Esperaré con ansias".

Estaba a punto de irme del bar cuando Wines me llamó.

"¿Otra cosa sobre la princesa?"

"Me ocuparé de eso, solo asegúrate de que tu gente se mantenga alejada".

"Entendido".

A la mañana siguiente, después de preparar el desayuno para Cosetta, le pedí permiso para irme sin revelar la razón, y me apresuré a elevarme por los cielos.

Abajo, podía ver el carruaje de la princesa ahora bajo ataque de un grupo de bandidos, caballeros luchando por defenderse, algunos siendo fácilmente superados.

El amable caballero que compró flores a Cosetta decidió llevarse a la princesa. Si mencionaba que la princesa tenía el pelo rubio recogido en una coleta, llevaba un vestido elegante que cubría su pequeña figura, estaba claro que tenía la misma edad que Cosetta.

Si Cosetta tenía ojos azul cielo, los de la princesa eran verde jade, como una piedra preciosa.

Cuando varios agresores comenzaron a perseguirlos y los acorralaron, aterricé frente a ellos.

El amable caballero miró con sorpresa, al igual que la princesa, personas importantes a quienes no deseaba revelar mis capacidades completas.

"¿De dónde has salido?" preguntó la princesa.

"Simplemente salté desde arriba".

"¿Quieres decir desde lo alto de ese acantilado? Eso tiene cien metros de altura".

"Así es".

Esa excusa se ajustaba mejor que admitir que volaba como Superman.

Los agresores sacaron cuchillos de entre sus ropas, un rápido recuento reveló un total de veinte.

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