Capítulo 15

Hoy recorrí todas las tiendas del pueblo en busca de inspiración, deteniéndome frente a una, donde vi mi propio reflejo, empuñando un bastón y vistiendo no muy diferente a como suelo hacerlo.

Adornada con un sombrero redondo y un encantador vestido de encaje, mi rostro podría considerarse bonito, pero su belleza era casi antinatural, al punto de que alguien podría confundirme con una muñeca viviente.

No es que me jacte, pero son hechos verídicos que cuento sobre mí misma.

La sangre real corre por mis venas, tal vez eso explique mi apariencia.

No es que me alegre, pero mi aspecto a menudo me convierte en un objetivo para los criminales.

Elina emergió de un callejón con elegancia.

"Mis disculpas por la espera, Lady Cosetta, en verdad había bastantes."

Sacó un pañuelo de detrás de su vestido, limpiando la sangre que se aferraba a su rostro, mientras detrás de ella, pude ver a numerosas personas indefensas. Y con eso, me refiero a que estaban muertas.

¿Esas personas?

"Por favor, mi señora."

Nunca imaginé a Elina como una trabajadora común que uno podría encontrar en cualquier lugar.

Podría muy bien ser una asesina despiadada o algo por el estilo.

"Este lugar es frecuentado por muchas jovencitas como usted; si desea, podríamos llevarnos a algunas."

"Eso suena agradable, pero ¿es permitido tal acto?"

"No se preocupe por eso, nuestra visita tiene como objetivo solo entender cómo opera cada tienda, una vez conocido eso, podemos implementarlo en los barrios bajos."

La palabra 'barrios bajos' hizo que todos se echaran hacia atrás; el tendero hizo una mueca, señalándome con desprecio.

"Así que provienes de los barrios bajos, ah... lárguense de aquí, su especie solo ahuyenta a mis clientes."

"¿Qué dijiste?"

El ambiente cambió al instante con Elina, que siempre está tranquila incluso ante el desprecio de Rider, simplemente sonriendo como si no pasara nada; pero ahora se volvió feroz.

"¿Quién te crees para señalar así?"

Elina empujó al tendero tan fuerte que su espalda rompió el vidrio, y los gritos estallaron mientras ella se montaba sin compasión sobre el desafortunado dueño de la tienda.

"Si te atreves a hablarle groseramente a la dama, no dudaré en matarte, sin importar si vives aquí, tus leyes no significan nada para mí."

"¡Ay!"

"¿Eh?"

"Perdóneme."

Como empleadora comprensiva, tiré rápidamente de la falda de Elina.

"Deberíamos irnos; estamos atrayendo demasiada atención."

"Ah, mis disculpas."

Consideré si debería proporcionar algún tipo de atadura o restricción para controlarla, pero luego pensé que era mejor no hacerlo.

Probamos cada comida abarrotada a lo largo de las calles hasta que una explosión reverberó desde atrás de nosotros. Provenía de un hombre que arrojaba bolas de fuego de manera descuidada en todas direcciones, sus ojos también cubiertos por una tela.

Algunos atraparon directamente las bolas de fuego, sus cuerpos ardiendo mientras su piel se desprendía lentamente, reduciéndolos a huesos y eventualmente cenizas.

Elina cerró rápidamente la brecha entre nosotros con una guardia preparada.

"¿Quién eres?"

"Me conocen como la séptima sombra, y mi propósito aquí es matar a cualquiera cuyo poder mágico esté por encima del promedio. Sospecho que la chica detrás de ti es una de ellos."

Miré por detrás de Elina.

"Puedes estar equivocado, verás, solo soy una chica corriente, incluso mi caminar depende del apoyo de un bastón."

"Podrías engañarme, pero no nos dejaríamos engañar."

Miré a mi alrededor, para mi sorpresa, también estábamos rodeados.

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