El Mago Más Poderoso Del Mundo Se Convierte En Desempleado

Capítulo 8

Era una habitación vacía, salvo por una chica rubia sentada en un sofá, leyendo un cómic y riendo descontroladamente.

"Esto es hilarante, aunque prefiero los que tienen más sangre y escenas sexuales".

¿Esta chica está cuerda?

Pero luego, llamarla chica no parecía del todo correcto; como todos sospechaban, era una diosa vestida con un jersey y el cabello despeinado.

Si existiera una diosa hikikomori, probablemente se vería así.

"Hey, puedo oírte, ¿sabes? Sé educado, todavía soy una diosa, ¡jaja!"

"¿Puedes dejar de hacer ese extraño ruido de risa?"

"¿Qué, te molesta? Quizás te gustaría leer este, podría gustarte".

"No me ofrezcas un libro pornográfico, cualquier cosa menos eso".

Le confisqué todo y luego lo prendí fuego frente a la diosa hasta que ella gritó.

"No, mi colección de mil años, tú, tú eres tan cruel".

Agarré uno y estaba a punto de arrojarlo al fuego cuando la diosa agarró mi brazo.

"No hagas eso, esta es una colección rara... la modelo se volvió devota, así que no hay más de estos".

Nos miramos fijamente durante un momento, y luego grité: "¡No me importa!" y lo lancé a las llamas.

"Arde, arde, arde", reí maliciosamente.

"Waaaaah".

Ella lloró.

"Basta de esto, explica rápidamente qué está pasando realmente. Estaba comiendo helado y de repente, estoy aquí".

La diosa se volvió a sentar, componiendo su rostro.

"Antes que nada, empecemos desde el principio, mi nombre es Iris, y te he convocado aquí porque has sido elegido para entrar a otro mundo como un héroe".

"¿Quieres decir como en cualquier novela ligera genérica?"

"Sí, pero no lo subestimes, la vida allí no es fácil, la tasa de mortalidad es tan alta que solo alrededor del 45 por ciento de los niños llegan a la edad adulta".

"Eso suena peligroso, así que devuélveme".

"Eso no es posible, y además, ya estás muerto".

"¿Es posible que mientras comía mi helado, un meteorito cayera en mi cabeza, oh espera, seguramente alguien me apuñaló por la espalda para quitarme mi dinero".

Iris negó con la cabeza con un suspiro ligero.

"Estás en bancarrota, sin trabajo y feo, nadie te estaría persiguiendo, y los meteoritos son selectivos con quienes golpean".

"¿Qué?"

Ella sonrió de manera engreída como si estuviera tomando su venganza.

"Tonto, tu muerte fue absolutamente ridícula... estabas distraído viendo cómo la falda de una mujer ondeaba frente a tus ojos, pensando 'guau, qué vista', pero resultó ser la falda de una anciana. Sorprendido, te atragantaste con el palito de tu helado y moriste, jaja".

Me tapé los oídos mientras me arrodillaba.

"¡Imposible!"

"Una muerte bastante peculiar, al menos no moriste de miedo al ser atropellado por un tractor y mojarte".

"Preferiría ir a un isekai porque me atropelló un camión".

"Olvida eso; ahora elige la habilidad que quieras. Quiero terminar mi trabajo y volver a mis cómics".

Esta chica.

Una ventana parecida a la pantalla de un videojuego apareció, mostrando cada una una lista de habilidades que podía elegir a voluntad.

"¿Cuántas debería elegir?"

"Para ti, toma tantas como quieras, ya no me importa, además, seguramente morirás de todas formas".

Quería golpear a la diosa pero temía el castigo divino. Por lo general, las diosas como esta son despiadadas.

"Acabas de decir algo, más cruel es la persona que quemó mi preciada colección".

"Me disculpo por antes, solo intentaba evitarte que te corrompieras".