Capitulo 11

"Muchas gracias por todo Doctor. Siempre recordaré su amabilidad. Gracias", agradeció Verónica con una dulce sonrisa.

"No hay necesidad de agradecerme. Hice lo que se suponía que debía hacer como Doctor", dijo Yoseth

"De todas le agradezco, le deseó lo mejor en su vida" se despidió Verónica.

"Del mismo modo, Sra. Mendoza. Cuide a su Madre".

"Seguro." Con eso concluido, Verónica salió de la habitación y procedió a firmar los papeles, la razón de su repentina decisión de irse del hospital fue porque, un hombre extraño la contacto y le ofreció una oportunidad única en la vida, Verónica dudo, pero ya había perdido todo, solo quedan ella y su Madre, así que acepto la oferta de irse con él a Italia, sobré todo para conocer su verdadero origen.

Ahora regresando a la actualidad, Verónica le pidió a Francis que la ayudara a llevar a su madre a su automóvil fuera del hospital. "¿Así que esto es un adiós?" preguntó Liam con tristeza.

Yoseth que estaba en la puerta escucho en silencio, ahora comprende que las palabras de Verónica se referían a que ella se irá lejos.

"Lo siento Liam, pero no puedo quedarme más tiempo, no tengo tanto dinero para

seguir aquí en el hospital, Espero que puedas entender y perdonarme por irme tan pronto". Verónica trató de persuadir al niño que estaba a punto de llorar.

"La extrañare mucho", Abrazando a Liam para ocultar sus lágrimas, Verónica palmeó suavemente la espalda del niño que lloraba "Yo también te extrañaré. Aquí te compré un osito de peluche de esa manera no me extrañarás demasiado ni te sentirás solo cuando no esté aquí"

Verónica le había pedido a Francis que comprara un lindo osito de peluche en una tienda de juguetes para poder dárselo a Liam.

Verónica sabía que no quería que Liam se sintiera solo o triste después de que ella se fuera. Era un simple oso de peluche marrón que tenía un 'Te amo' debajo de su pie derecho. Era lo suficientemente grande como para que Liam pudiera abrazarlo y dormir.

"Me encanta, lo llamaré Teddy", dijo Liam mientras abrazaba al oso.

"Ese es un bonito nombre. Te veré cuando Dios lo permita en el futuro, prometeme que Liam siempre comerá saludable y crecerá hermosamente", dijo Verónica mientras lo abrazaba y besaba en la mejilla por un momento.

"Lo Prometo"

"Espero que también pronto te recuperes y vayas a casa", Verónica sonrió y se fue inmediatamente después de que Liam la dejara ir. No quería que el niño la viera llorar o arruinaría su imagen de hermana mayor.

Verónica respiró hondo y cerro la puerta.

"Cuídese Señorita Mendoza, le deseo felicidad", dijo Yoseth

"Gracias, también le deseo lo mismo"

*******

"¿Hay alguna otra cosa que quieras que haga, señorita?", preguntó Francis después de que Verónica subió a la camioneta. Usaron una camioneta porque Andréa su madre aún no se había despertado.

"No, no hay nada más, gracias", respondió Verónica. "Está bien, entonces nos dirigimos al aeropuerto. Tomará ocho horas y veinte minutos llegar allí. Cuándo abordemos puedes relajarte hasta entonces", informó Francis.

"De acuerdo", fue la respuesta cansada de Verónica. Se ha estado cansando mucho últimamente, así que decidió descansar como le había dicho Francis.

Después de unos veinte minutos, llegaron al aeropuerto y se dirigieron al lugar donde el avión los esperaba.

"Señorita, hemos llegado", informó Francis.

Al despertarse, Verónica miró por la ventana y su vista era neta con un avión sin nadie alrededor.

"¿Dónde están los otros pasajeros?" preguntó con curiosidad.

Sintiendo su cautela, Francis explicó rápidamente.

"El Señor, quería que usted y la señora viajaran en un avión privado para evitar dejar alguna pista sobre su paradero y también por la salud de la señora".

"¡Oh! Entonces deberíamos irnos ahora", dijo Verónica y se apeó de la camioneta. Algunos hombres ayudaron a llevar a Andréa en una camilla hasta el avión. Estirando las manos, Francis pidió su teléfono.

"¿Para qué lo necesitas?" Verónica cuestionó.

"Para destruir por completo la evidencia de tu existencia como parte del trato, si quiere saber quién es su verdadero padre, necesita dejar todo lo que se relacione con su pasado", dijo cortésmente Francis, Verónica dudó, pero finalmente le dio el teléfono y lo que hizo la sorprendió.

Francis tiró el teléfono al suelo y tomó la tarjeta SIM y la rompió. Luego le pidió a uno de los hombres de negro que desechara por completo el teléfono destrozado.

"¿Por qué hiciste eso?" Verónica gritó atónita.

Ese teléfono fue el resultado de su arduo trabajo. Su padre se negó a comprarle un teléfono nuevo cuando el viejo se estropeó, así que usó el dinero de sus ahorros de su salario para comprarse uno nuevo y ahora estaba destrozado ante sus ojos.

"Es una orden del Señor. Recibirás una nueva una vez que lleguemos a Italia. Vamos, señorita, le espera una nueva vida, junto a su verdadera familia"

Con un suspiro de decepción, Verónica lo siguió en silencio hasta el avión y entró en una habitación donde su madre estaba acostada en una cama cómoda para dormir.

"El Señor dijo que debes descansar, comer bien hasta que aterrizemos", Francis transmitió el mensaje que envió Lorenzo.

"El señor Caruso... ¿Por que abandonó a mi Madre?", pregunto Verónica.

Francis miro a Verónica y dio una simple respuesta, "Pregúntale eso a tu madre".

Al mismo tiempo.

"¿Qué quieres decir con que no puedes encontrarla? Ella no desapareció en el aire, entonces, ¿qué es esta mierda que me estás diciendo ahora?" Alan rugió.

Sam había estado buscando a la misteriosa dama desde ayer y aún no podía encontrarla.

Su mejor equipo informático estaba trabajando en ello, pero los resultados fueron todos negativos y eso no era lo que Alan quería escuchar, incluso teniendo una foto de Verónica no pudieron encontrar rastro de ella en la ciudad, era como si su presencia hubiera desaparecido.

"Alam, hemos buscado por todas partes. Es como si nunca hubiera tenido un historial aquí", trató de explicar Sam a Alan, que ya estaba furioso.

"Bueno, busca más. Pon toda la ciudad patas arriba si es necesario. Ahora ponte a trabajar", ordenó Alan.

"Sí, señor", dijo Sam y salió de la oficina después de hacer una reverencia.

Alan saco su teléfono y vio la fotografía de Verónica en la pantalla. Esa fue la única información que pudieron obtener desde su búsqueda y fue frustrante para Alan.

Desde esa noche y la mañana en que Alan reveló los acontecimientos de la noche, la dama siguió atormentando su mente, evadiendo sus pensamientos y, a veces, fragmentos de su amor aparecían en sus sueños. Era frustrante para él, pero todavía se sentía mareado cada vez que pensaba en ella.

Si tan solo pudiera verla una vez más, entonces se aseguraría de hacerla suya.

"Crees que puedes huir después de dejar mi mundo en una tormenta, ¿eh? Tienes que asumir la responsabilidad por mí. Sigue escondiéndote, te encontraré y te haré mia".

Un par de semanas después.

(Italia)

Temprano por la mañana, la gente de la mansión Caruso, había comenzado a prepararse para realizar sus actividades diarias. Las sirvientas comenzaron a preparar el desayuno, el jardinero a podar el césped del jardín.

La vida en la villa Caruso era tan pacífica.

Sin embargo, Verónica y su madre también se estaban acomodando poco a poco.

Después de llegar a la ciudad ese día, Lorenzo los recibió con los brazos abiertos.

Estaba teniendo sentimientos encontrados cuando las vio.

Verónica era su viva imagen de joven

Su hija que no conocía ahora se había convertido en una dama hermosa y madura.

Al mismo tiempo cuando vio a Andrea, todavía estaba inconsciente y le dolía el corazón verla así. Ambas han pasado por muchas cosas, por lo que Lorenzo siente un profundo dolor por no haberlas cuidado.

Si tan solo Andrea no se hubiera escapado, ella y su hija no habrían pasado por lo que habían pasado ahora. Pero ahora que están con él promete no dejar que ningún daño se les acercara. Él las protegería y las cuidaría como debió ser desde el principio

Además de eso Verónica presenció aquel día como Lorenzo se lamentaba mucho por ver a su Madre en cama inconsciente, incluso lloro mucho mientras le sostenía las manos.

Para Verónica fue todo muy complicado de digerir, aquel hombre era su verdadero Padre, cuando la vio la abrazo y lloro de alegría, Verónica no sintió nada ante tal situación, ya es mayor de edad, el afecto paterno que tanto quería llego un poco tarde, quizás si hubiera llegado más antes ella hubiera llorado de alegría, pero ahora ya no deseo nada de eso.

Después cuando su Madre despertó entro en un estado de shock cuando vio a Lorenzo, Verónica tuvo que calmar a su Madre que le repetía una y otra vez que quería irse lejos, fue entonces que Verónica descubrió que su Madre dejo a Lorenzo porque él la había engañado con otra mujer, pero Lorenzo explicó todo y Andrea solo entonces supo que todo fue un gran malentendido que los separó durante 25 años.

Andréa se culpo por lo que pasó, pero Lorenzo la consoló, incluso si ya no son los jóvenes enamorados que era antes, aún se amaban y podían pasar el tiempo que les queda juntos.

Desde entonces Verónica siempre ve a su Madre muy acaramelada con su nuevo Padre, incluso sintió que su Madre la había olvidado, pero no dijo nada al respecto, al ver lo feliz que era.

Regresando a la Actualidad.

Estirándose en su cama, Verónica se despertó y vio el hermoso cielo y el sol asomándose a través de las nubes desde su ventana. Una hermosa vista para comenzar el día. Después de bañarse y cepillarse los dientes, Verónica se cambió a unos pantalones holgados hasta los tobillos y una blusa blanca de cuello redondo con diferentes dibujos animados. Se recogió el cabello desordenado y se dirigió a la habitación de su madre para ver si se había despertado.

"Mamá", abrió la puerta de la habitación y descubrió que no estaba allí. Bajó las escaleras y un dulce aroma asaltó sus fosas nasales. Siguiendo el rastro del aroma, la llevó a la cocina donde vio a su madre con un delantal atado a su cuerpo y estaba volteando hábilmente un huevo en la sartén.

Si embargo no estaba sola, su Padre también estaba presente junto a ella.

"Buenos días mamá.... papá ¿Cómo estuvo su noche?" Verónica preguntó, aún le costaba decir "Papá" a Lorenzo mientras abrazaba y plantaba un beso en la mejilla de su madre.

"Buenos días. Mi noche fue espléndida. ¿Y la tuya?" Andrea respondió mientras Lorenzo abrazaba y le daba un ligero beso en la mejilla.

Verónica miro a la empalagosa pareja y se sentó a un lado de la mesa.

"¿Verónica aún no te sientes cómoda conmigo?", pregunta Lorenzo

"No es asi... papá, Amo esta ciudad, esta casa, mi cama y mi nuevo Papá, es la primera es tanto tiempo que puedo respirar tranquila", dijo Veronica con una brillante sonrisa en rostro.

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