Capitulo 4

"¿Diego aún no piensas conseguir novia?", pregunta Yoseth.

"No aún no, por ahora quiero mantenerme soltero, además aún no encontrado a la chica indicada"

Uno era un fanático de los juegos que no amaba nada más que su juego y las chicas 2 D.

El otro era un médico adicto al trabajo que toma su trabajo y a su hermana pequeña como su salvavidas y Alan era un playboy de corazón. ¿Cómo podría cualquiera de estos hombres tener tiempo para una relación más formal y seria? Todos eran un tanto extraños y otro un playboy que sabía cuándo y dónde coquetear.

Los tres se quedaron en silencio hasta que Yoseth rompió el silencio.

"Ejem. Bueno, todos sabemos que a pesar de la imagen de playboy que Alan retrata para sí mismo, él es solo un Playboy de corazón y no en acción. Entonces, sabiendo esto, su ex novia pensó que se estaba preservando a sí mismo en el pasado"

Entonces Diego continúo, "Ella estaba tratando de obligarlo a tener una relación de la misma manera que él la obligó a aceptar su naturaleza de playboy", completó Diego

"En parte correcto, pero no del todo", continuó Yoseth mientras Alan lo observaba con cara de Póker..

"Así que su Madre siente que su hijo no ha superado a su ex novia. Piensa que él está tratando de fingir que no le importa su ruptura y que puede ser un mujeriego. Entonces, desea que consiga una pareja nueva.

La última parte de su análisis estaba destinada a Alan. Su ex novia lo dejó porque ya no lo soportaba Entonces, en lugar de dejarla ver que todavía la amaba, Alan se convirtió en el playboy número uno del país, pero aún no se había acostado con una mujer, Ese era su mayor secreto hasta ahora.

Pero una noche debido a un suceso imprevisto termino por acostarse con una desconocida y solo él lo sabe.

"Sí, lo que sea, ya supere a Sofía. Seguí adelante aunque ella me haya dejado". Eso era cierto, pero a veces todavía se sentía herido cuando la ve con su nuevo novio.

Así que iba al club de su familia y bebía para quitarse el dolor y se llevaba a una dama con él a su habitación privada en el hotel, pero nunca la tocaba.

Cada vez que lo intentaba se sentía asqueado y no importaba lo calientes que estuvieran todas esas damas, nunca se excitaba. No sabía qué le pasaba.

Sus padres pensaron que tenía disfunción eréctil pero no era eso. Entonces, a veces su madre enviaba a una dama a su habitación cuando estaba borracho, pero no había resultado. Todos los esfuerzos resultaron fallidos.

Sin embargo, aún Yoseth se preguntaba cómo es que al final termino cediendo su cuerpo a una desconocida que esa misma mañana despareció sin dejar rastro.

"Bueno, eso es todo en el pasado ahora. Mamá no está preocupada por nada. Estoy perfectamente bien", finalizó Alan. No quería que nadie se compadeciera de él o se preocupara por él como si fuera un niño.

"Está bien, no lo tomes tan enserio Alan", dijo Yoseth con torpeza.

Él era la diversión entre ellos. Odiaba cuando alguno de ellos tenía mal humor.

"Sí. Oh, antes de que se me olvide, últimamente hemos estado estresados en el trabajo, así que pensé que podríamos relajarnos de vez en cuando. ¿Qué piensan ustedes?" Alán sugirió que fueran a su club favorito ya que habían pasado mucho tiempo juntos.

"Esa es una idea espléndida. ¿Sabes qué? Tengo dos días de permiso del hospital para que podamos irnos pasado mañana", dijo Yoseth

Era el más ocupado ya que su ocupación requería su tiempo las veinticuatro horas del día, especialmente en casos de emergencia cuando no era su turno.

Por lo tanto, generalmente pasan tiempo juntos cuando él estaba libre porque Alan y Diego siempre estaban libres, excepto que surgiera algo importante.

Con todo decidido, hablaron de cosas al azar mientras comían durante los treinta minutos restantes que tenían antes de que comenzaran las horas de trabajo. Después de eso, se despidieron y se dirigieron a sus distintos lugares de trabajo.

****

Llegó la tarde. Mientras los ciudadanos realizaban su rutina diaria, Verónica estaba preocupada y ansiosa. En este momento ella estaba en un hospital, sentada en la sala de espera cerca de la sala de emergencias.

Las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas con profunda tristeza y preocupación.

"Mamá, por favor resiste"

"Tu hija te está esperando aquí, mamá por favor no me dejes", suplico entre murmullo Verónica.

Hace unas horas

Verónica acababa de regresar de dar un paseo por la calle después de darse un respiro. Se dirigió directamente a su habitacion. En su camino hacia la habitación, la puerta de su Madre quedó entreabierta.

Ahora que lo pensaba, había asumido que su madre estaba durmiendo, por eso no le dio la bienvenida cuando llegó.

Pero al ver abierta la puerta de la habitación de su Madre, siente un extraño presentimiento, así que fue a verla.

La vista que Verónica encontró fue aterrador.

En el piso cerca de la cama, su madre yacía inconsciente. Con pasos rápidos y torpes, Verónica corrió hacia su madre.

"¿M-mamá? Mamá, mamá, soy yo, Estas bien Mamá.... Mamá responde... por favor mamá"

Ella sacudió a su Madre ligeramente. Las lágrimas comenzaron a fluir por sus ojos. Ella estaba asustada.

"Mamá, despierta. ¡MAMÁ!" Ella no sabía qué hacer. Su madre estaba bien antes de irse, ¿qué pasó ahora? ¿Por qué estaba allí inconsciente?

Mirando a su alrededor llorando, Verónica vio pastillas por todas partes. Cogió el recipiente y leyó el nombre. Era una especie de medicamento para un paciente con cáncer de riñón.

¿Cuánto tiempo ha estado su madre tomando estas pastillas? ¿Por qué no le dijo nada al respecto?

Sin perder más tiempo, Verónica llamo a la ambulancia . No tenía a nadie a quien llamar que pudiera ayudarla. La única persona que quedaba de su lado era a la que sostenía inconsciente en sus brazos.

Verónica abrazo a su madre y con los ojos llenos de lágrimas dijo, "No te preocupes mamá, yo estoy aquí, nada pasará mientras estemos juntas, solo resiste"

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