Capitulo 8

Dentro de la habitación del hotel, dos cuerpos estaban íntimamente enredados debajo de la manta en la cama.

Gimiendo de dolor, Verónica giró su cuerpo para que ahora mirara hacia el techo.

Inmediatamente, sus ojos vieron la lámpara que colgaba del techo.

'Esta no es mi habitación', pensó Verónica con somnolencia.

En ese momento, destellos de lo que sucedió la noche anterior llegaron a su cerebro. No podía recordar lo que pasó, pero entró en pánico.

Frunció el ceño con un ligero dolor de cabeza.

"¿Fui atrapada por esos hombres y violada?" Palideciendo ante su pensamiento, Verónica rápidamente se giró hacia la derecha cuando se dio cuenta de que no estaba sola en la cama.

Sus ojos se abrieron como plató al percibir al hombre desconocido durmiendo a su lado.

Estaba desnuda... desnuda con un hombre desnudo en la misma cama, en la misma habitación.

Un extraño.

No podía ver el rostro del hombre porque estaba de espaldas a ella, pero lo que dejó más atónita a Verónica, fue ver las heridas que ella misma le causo en la espalda.

Aunque la idea de no ser atrapada por esos hombres la alivio, pero aún así perder su dignidad ante un extraño todavía no era algo de lo que fuera capaz de soportar, sentiría que su dignidad se hubiera manchado.

"No... no puedo quedarme... ¿Que hice?... ¿Que hice?... ¿Por que me suceden estas cosas?", con lágrimas en los ojos Verónica se deslizó con cuidado fuera de la cama, se vistió a toda prisa, mientras lloraba en silencio.

Empezó a buscar su teléfono y se dio cuenta de que lo había dejado en casa. Algo llamó su atención cuando buscaba su teléfono. Era un sobre blanco.

Verónica limpiándose las lágrimas se acercó.

Una nota había al lado del sobre, Verónica lo leyó con cuidado, pronto su mirada se oscureció, apretó los labios, mientras las lágrimas nuevamente empezaron a caer sin parar.

("Le agradezco enormemente lo que hizo por nuestro Jefe en vista de los problemas causados, por favor acepté está humilde compensación")

Verónica estaba tan indignada por esta nota que sentía que la estuvieran tratando como una prostituta.

Sin embargo, ahora el dinero para la operación de su madre era la más importante, ahora Verónica dejo su dignidad de lado.

Comprobando su contenido, vio con los ojos muy abiertos el cheque. Era una cantidad enorme, suficiente para todos los gastos médicos, incluso le quedaría dos millones de dólares, todo era mas suficiente para pagar la operación de su madre. Sin más dudas salió corriendo de la habitación y del hotel antes de que ocurriera algo peor.

Llamó a un taxi y subió rápidamente. Indicó su destino al conductor ñ. Fue una hora en coche hasta la casa de su madre desde aquí.

No podía creer lo que había ocurrido anoche.

Miriam la había traicionado, No podía creer que había caído tontamente en la misma trampa que había arruinado su vida. Ella recordaba claramente lo que dijo ese hombre que casi termina violandola.

("Me ofrecieron ayudar a alguien a aumentar su estatus... Ja, gracias a Dios no rechacé la oferta. La señorita Miriam realmente sabe cómo hacer un trato")

Verónica se sintió traicionada, usada y sobre todo estúpida.

¿Era tan fácil de engañar? ¿No fue suficiente que se convirtiera en el blanco de las burlas en la ciudad? ¿No era suficiente que no tuviera a nadie en quien apoyarse? Su madre está luchando por la vida. Entonces, ¿por qué el destino seguía jugando con ella tan cruelmente? Se sentía cansada y triste.

Cansado de su amabilidad, de su debilidad.

Estaba cansada de todo. Después de llorar durante todo el viaje, escuchó hablar al conductor. "Umm, señorita, ¿se encuentra bien? La he estado llamando desde hace un tiempo, pero parecía estar perdida en sus pensamientos", preguntó el conductor.

"Lo siento. ¿Ya llegamos?"

"Habíamos llegado desde hace diez minutos", respondió empático. Cuando llegó a la dirección que ella le dio, él le informó. Pero Verónica sentada en la parte de atrás estaba perdida en sus pensamientos. Incluso estaba llorando.

La llamó varias veces pero ella no respondió, así que esperó un poco antes de volver a llamarla y ella respondió. "¡Lo siento!..

Lamento mucho haberte hecho esperar. Por favor, espera aquí", dijo Verónica.

Corrió a su casa y salió después de unos segundos para pagarle al taxista. Inmediatamente, Verónica volvió a entrar, cayó al suelo y lloró con todo su corazón.

Estaba tan triste que sentía que se iba desmoronar en cualquier momento.

Sola y sin nadie en quien apoyarse, Verónica se hecho a llorar a un lado.

¿Qué iba a decirle a su madre? ¿Cómo explicará cómo obtuvo el dinero para pagar el tratamiento?

Sin duda debe encontrar una mentira adecuada para que su Madre no dude de ella.

Había defraudado a su madre de nuevo.

***

Mientras tanto, Alan acababa de despertar.

Sintió un terrible dolor de cabeza como si su cabeza fuera a explotar en cualquier momento a partir de ahora.

Tomó nota mental de no beber demasiado en el futuro.

Las resacas son mortales y más para Alan que no es de beber mucho.

"No vuelvo a beber con ellos de este modo"

Sentado se quitó la somnolencia, aunque el día anterior sentía su cuerpo pesado ahora lo sentía muy ligero.

Miro a su alrededor confundido, hasta que observo el brazier en la mesita de noche.

Alan se cayó de la cama por la sorpresa.

Volviéndose hacia el lado izquierdo de la cama, sus ojos se encontraron nuevamente con la ropa íntima de una mujer.

No sólo fue eso lo que lo sorprendió, cuando se miró al espejo su espalda estaba con marcas de arañazos en ambos lados.

"¡¡¡Que rayos!!!", Alan gritó y saltó de la cama en un impulso y miró confundido todo de nuevo. Inmediatamente tres hombres irrumpieron en su habitación.

Sam fue el primero en entrar en la habitación, seguido de Yoseth y Diego. Tan pronto como Diego entró en la habitación, se dio la vuelta y rápidamente se hecho a reír. Sam evitó mirar a Alan.

"¿Qué, que está pasando aquí?" Yoseth preguntó desconcertado al ver a su amigo desnudo.

"¿Por qué hay unas malditas heridas en mi espalda?" Alan rugió. casi destruyendo sus tímpanos.

Joseph miro a Sam con ojos curiosos, de alguna manera él sabe lo que sucedió en la habitación la noche anterior.

"¿Acaso Alan se acostó con una mujer anoche?... responde Sam".

Alan miro a Sam, de alguna manera un poco molestó.

Todos se quedaron esperando su repuesta hasta que Diego dijo "Y tú", señalando Alan, "Ponte algo de ropa".

Mirándose a sí mismo, Alan descubrió que estaba desnudo. Ni un solo hilo a la vista.

"¿Qué dem-?" Alan rápidamente agarró su toalla y se envolvió. "¿Por qué diablos estaba desnudo?" preguntó Alan "¿Por qué diablos estaba desnudo?" preguntó nuevamente Alan.

Todo comenzaba a asustarlo. Primero la marca de arañazos en su espalda

y ahora estaba desnudo excepto por la toalla que había usado para cubrir su hombría.

"¿Cómo se supone que debemos saberlo? No es como si hubiéramos dormido en tu habitación", replicó Yoseth con el ceño fruncido.

Estaba teniendo una fuerte resaca esta mañana y había tomado su medicamento para ayudarlo a sentirse aliviado. Pero cierta persona tenía que ser tan ruidosa por la mañana.

"Es cierto que acostaste con una mujer anoche", dijo Sam dejando atónitos a Yoseth y Diego.

Volviéndose hacia él, Alan preguntó: "¿Qué quieres decir con eso?"

"Bueno, verás anoche, cuando fui a ver cómo estabas por orden de tu madre porque estabas borracho", explicó Sam con calma..

"¿Y?" Yoseth sondeó.

"Conseguí medicina para la resaca y vine directamente a tu habitación y... Bueno, Alan estaba en el negocio-"

"¿Qué era Sam? Diego a pedir apresuradamente detalles".

Alan se estaba poniendo ansioso por la forma en que su asistente personal tartamudeaba.

"Bueno, cuando quería abrir la puerta, cuando de repente escuché un ruido. Unos extraños. Escuché la voz de Alan y la voz de una dama en pleno momento íntimo".

Todo el mundo estaba estupefacto. El silencio reinó en la habitación. Ninguna expresión. Sin palabras. Los tres hombres simplemente se congelaron.

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