Capitulo 6

Después de pasar toda la noche al lado de su madre, Verónica recibió una llamada de su hermana

"Hermana, lo siento por hacerte esperar. Tengo el dinero", dijo Míriam.

"Que alivio."

"No te preocupes. No puedo transferirte el dinero desde que papá congeló tu cuenta. Así que nos vemos en el Club de Mario mañana a las nueve en punto".

"¿En el club? No puedo ir allí Miriam. Ese lugar es para gente rica, no podré entrar ahora que no tengo nada"

"No te angusties, haré arreglos para que alguien te deje entrar", dijo Míriam.

"Pero-"

"Confío en esa persona. Te estará esperando fuera del club. Confía en mí", aseguró Míriam

"Suspiro. Está bien. Te veré mañana entonces. Gracias".

"De nada."

Al día siguiente. Había tanta gente entrando al club. Verónica vestía un sencillo vestido gris con un par de zapatos de zapatillas.

Según lo acordado, un hombre de traje vino a recogerla y la llevó a un área apartada, lejos de la música en auge.

Una vez que Miriam la vio, corrió a darle un abrazo.

"Hermana, estás aquí. Espero que no hayas tenido problemas en tu camino".

"No, gracias por dejar que me trajera", señaló Verónica hacia el hombre de antes.

"Oh, este es Lucas, mi asistente sustituto. Acabo de salir de una pequeña reunión con gente de mi equipo de actores. Sentémonos"

"Miriam, solo quiero agradecerte por lo que estás haciendo por mí. Lo aprecio mucho", expresó Verónica su gratitud.

"Hermana, me has estado agradeciendo desde nuestra primera llamada. Lo que estoy haciendo es lo que cualquiera haría. No es gran cosa".

"Aún así, quería que supieras que estoy agradecida".

"Está bien, si quieres agradecerme, toma una copa conmigo". Al no ver nada malo en tomar una copa como señal de su gratitud, Verónica estuvo de acuerdo.

Al mismo tiempo.

Arriba, en el club , tres tipos guapos y sofisticados charlaban y reían alegremente.

"¡Jajaja! Disfruté las miradas en sus rostros cuando Alan ganó la carrera",

"Sí, fue gracioso", agregó Yoseth

"Disfruté mi día. Fue épico", concluyó Alan

"Bueno, disfruté la parte del giro de la muerte que diste", dijo Diego.

"Disfruté la parte de ganar la apuesta. Fue mucho dinero en efectivo allí", dijo Yoseth

Así hablaban de cosas al azar y bebían hasta emborracharse. Con lo poco sobrio que estaba Alan, llamó a sus hombres para que dejaran a sus amigos en sus habitaciones en el Hotel, No pueden irse a casa en el lío que estaban.

Afortunadamente, el hotel estaba muy cerca del bar, así que condujo hasta allí y llegó al último piso del hotel a través de su ascensor privado.

*******

Después de tomar tres copas de vino con su hermana, Verónica se sintió un poco mareada, así que se excusó para ir al baño.

Parece que el vino tenía un alto contenido de alcohol, si no, porque se sentía mareada. Mientras se iba, vio extraño la interacción entre su hermanastra y su 'asistente sustituto"

En su camino al baño, dos hombres fuertes que salieron de la nada la agarraron. Ella gritó pidiendo ayuda, pero nadie venía.

Verónica fue forzado a subir a un auto negro en la parte trasera del club. Con los dos hombres sentados a sus lados.

"¿Qui-quienes son ustedes? ¿Por qué me secuestraron? ¿Qué crimen cometí para que su jefe los mande a secuestrarme?" Verónica preguntó asustada.

"El único crimen que cometiste fue ser una chica ingenua Ahora permanece callada", rugió el hombre del frente. Su voz envió escalofríos por su espalda. Estaba muerta de miedo.

En pocos minutos ya estaban frente a una habitación. La empujaron hacia la habitación haciéndola caer. Antes de que pudiera recuperar su postura y salir corriendo de la habitación, la puerta se cerró.

Tirando de la manija, Verónica intentó abrir la puerta pero no se abultó.

"Déjenme salir. Abran esta puerta. Oigan, ¿no pueden oírme? Dije que me dejaran salir" Verónica seguía golpeando la puerta.

Antes de darse cuenta, fue levantada y arrojada sobre la cama de la habitación con fuerza.

"¡Wow! Eres más hermosa de lo que imaginaba". Escuchó una voz profunda en los oídos.

"¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?"

"Lo que quiero eres tú, tu eres el pago por el poder, fue bueno no rechazar la oferta, Miriam realmente sabe cómo hacer buenos tratos", dijo el hombre.

"Miriam me hizo esto", dijo atónita.

"Acaso no sabes que te vendió"

"Imposible", Verónica no quería creer que fuera cierto.

"Es verdad sino por que estarías aquí hoy"

Verónica quedó en Shock, solo entonces supo que Miriam tenía malas intenciones con ella.

Sujetando sus dos manos por encima de su cabeza cuando trató de apartarlo, la sometio debajo de él. Verónica estaba pensando en el placer que derivaría de estar en el cuerpo de tal mujer.

La olfateó mientras arrastraba besos desde su rostro hasta su cuello. Verónica luchó debajo del hombre. Pero vaya que era fuerte. Se sintió asustada. La peor parte era que sentía calor en su lugar secreto y sentía que su conciencia se desvanecía. Necesitaba hacer algo y rápido si no este extraño se saldría con la suya.

La voluntad de escapar y una oleada repentina de adrenalina entraron en acción y ella golpeó al hombre en la parte baja con fuerza y ​​lo empujó lejos de ella.

"¡Aaaahhhhh! maldita bastarda. Te voy a matar", gritó de dolor.

La puerta de la habitación se abrió y un hombre entró corriendo. Sin pensar, se apresuró a ayudar a su jefe y Verónica usó ese medio para escapar.

Corrió con la poca fuerza que tenía fuera de esa habitación.

"Tráela, idiota. No la dejes escapar", ordenó el hombre. Saliendo corriendo de la habitación, rápidamente llamó a algunos hombres para que la buscaran en el piso.

Verónica corrió hacia un ascensor y presionó cualquier cosa hasta que la puerta se cerró.

Cuando se abrió la puerta, se asomó para asegurarse de que no vio a ningún hombre grande con traje negro. Salió corriendo y entró en cualquier habitación de ese piso.

Cerrando la puerta detrás de ella, caminó más adentro de la habitación.

"Necesito llamar a la policía", Verónica estaba muy confundida y nerviosa.

Se sentía caliente por todas partes. Ella sólo quería quitarse la ropa.

Sin pensarlo.

Se desabrochó el vestido y se dirigió al baño. Necesitaba enfriar el fuego en su sistema con agua fría, Justo cuando sostenía la puerta, ésta fue jalada desde adentro y ella tropezó.

Unas manos fuertes la sujetaron para evitar que cayera.

"Pero que esto, ¿acaso mi Madre te envío?", Alan pregunto. Recién salía de la ducha para atenuar un poco el efecto del alcohol cuando un suave cuerpo cayó hacia él. Realmente bebió mucho hoy que estaba viendo cosas.

Mirando a la persona que poseía esa voz, Veneno fue recibido por un par de ojos azules. Era lo más hermoso que había visto.

Ella estaba muy confundida. Ya no podía pensar con claridad. Ella finalmente perdio los estribo..

"¿Estás bien...?"

"Ayúdame, por favor", murmuró Verónica.

"¿Eh?"

Verónica lo rodeo con los brazos y se puso de puntillas y lo besó. Fue un beso rápido pero suficiente para excitar a Alan. Ahora estaba un poco confundido, pero podría jurar que ese beso se lo llevó al segundo cielo, incluso era una sensación familiar que lo tenía cautivado. Antes de que pudiera registrar lo que estaba pasando, escuchó su voz de nuevo.

" Por favor ayúdame. No puedo soportarlo mas, ayuda..." Su reacción, sus mejillas rojas como tomates, sus dulces labios rosados, su cuerpo blanco lechoso que estaba expuesto a su vista, su dulce voz, esa fue la última gota que derramó el vaso.

Alan que siempre rechaza a las mujeres sin importar que estuvieron desnudas frente a él, ahora aceptaba a la mujer extraña que entro en su habitación.

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