Capítulo 18

Maratón 3.

Ana Laura

Desde que el sultán Ahmed se fue a la guerra, Me he preparado para sacar esa esclava rusa de mi camino pues sin duda no voy a permitir que ella esté ni un segundo más a su lado.

No me importa que esté embarazada, sin duda ese bastardo no debe nacer, voy a hacer todo lo posible para sacarlos de mi camino.

Me he permitido observar en la distancia cómo se comporta y quiénes son sus aliados, he comenzado a dar dulces y oro a las muchachas del harem para que sin duda comiencen a estar de mi lado.

- Andrea, la madre sultana va a salir?

- Si mi Sultana.

- Dile que quiero hablar con ella.

Pues han pasado cuatro meses desde que el sultán se fue y sin duda mi plan es perfecto y digno de acabar con esa esclava de una vez por todas.

He escuchado que hoy la sultana madre va a ir a visitar a su hija así que para que mi plan sea perfecto y nadie piensa que estoy detrás de eso.

Mi misión es no estar en el Palacio durante la tragedia sin duda no habrá manera de que la situación me relacione.

Extraño la vida que tenía con el sultán antes de que el tomara el poder Pues todo el tiempo estaba mi lado y solo se la pasaba con nuestro hijo enseñándole de todo para ser un gran caballero.

pero desde que llegamos a este Palacio Todo cambió y sin duda pasa a segundo plano y aquella mujer Natalia me ha quitado todo lo que por muchos años ha sido mío.

Llegamos con la madre Sultana al palacio de su hija llevándome la sorpresa de aquí se encontraba una esclava llamada Leticia la cual le había visto en ocasiones anteriores discutiendo con Natalia.

- Sultana.

- Sí, dime.

- Sultana quería preguntarte si no hay problema de que me prestaras a tu esclava Leticia por lo que me he dado cuenta cumple muy bien con su deber y quiero que alguien así le enseñé a las futuras servidumbres.

- Por mí no hay problema Te la puedes llevar.

Sé que Natalia no va a morir Durante este ataque es mi misión es acabar con ese hijo y que el sultán serie cuenta que ella no es digna de ser la madre de uno de sus hijos pues no fue capaz de protegerlo Así que no la volveré a ver y le dará la espalda.

Así que comenzaré a preparar a Leticia para que vaya a la cama del Sultán sin duda tiene que tener claro que solo es parte de mi plan que apenas se intenta hacer algo diferente acabaré con su vida.

- Prepara tus cosas te vas con la sultana Ana Laura.

- Si mi Sultana.

Pasamos una tarde agradable probando de todas las Delicias qué nos tenían preparadas y mi pequeño osman estaba muy contento al pasar tiempo con su abuela y su tía pues había pasado mucho tiempo desde que compartían.

Cuándo llegó el momento de subirnos al carruaje me entró la incertidumbre de saber si todavía sucedió tal como lo quería.

La demora fue tocar la entrada del palacio que llegaron corriendo para dar las noticias a la sultana madre.

- Que dices que pasó?, en donde está Natalia.

Comencé a sudar frío pues sin duda la madre Sultana solo pensaba que Natalia estaba sumergida en sus aposentos y que quería estar alejada un poco del harem, no tenía idea de todos los cambios que hice hace meses.

Pues cada vez que la madre Sultana pedí a verla la mandaba a bañar y a poner prendas finas pues sin duda era la fachada perfecta.

- Está en el sótano.

- Explícate.

- sí fueron las órdenes que dio la sultana Ana Laura ¿no te lo dijo?.

La madre Sultana de una vez me acorralo a la pared y con sus manos apretó mi cuello.

- ¿Quién te has creído para dar órdenes en mi harem.?

- Lo....... sien.......to.

Casi no podía hablar, ya que me tenía presionada.

- te permití que te burlaras de ellas, Que le hicieras la vida imposible pero eso no te daba el derecho de quitarle la vida a mi nieto se te olvidó que es parte de la distancia otomana.

- Guardias, ....... llévese a esta mujer a las celdas y traigan a Natalia a sus aposentos y ya ven a la doctora para que veas cómo está.

Ahora en esta celda me ponga recordar todos los momentos bellos que pase al lado del Sultán, el desde el primer día que llegue a este Palacio fui destinada a él.

Me habían preparado por más de un año para ser su esposa, me enseñaron las reglas de ser su mujer, Cómo educar a un hijo digno del imperio otomano.

Qué clases de baile para satisfacerlo cada vez que quisiera pasarla bien, cuando me preparaba me llena de emoción saber que iba a ser la esposa del heredero del Sultán.

Estaba joven pero sin duda ni un momento pensé echarme para atrás y no casarme con el, la primera vez que lo vi sentí que se me cortaba la respiración y me entregue a él sin pensarlo.

Hasta ahora me doy cuenta de que nada de eso volverá que a partir de ahora me he buscado mi destino Y puede que apenas regresé el sultán acabé con mi vida pero guardo la esperanza de que tenga misericordia por mí por ser la madre de su primogénito.

pero si no me logro salvar y ordenan la sentencia de muerte ahora que me he enterado de que Natalia perdió su pequeño, todo a válido la pena, pues sin duda estoy muy segura de que el sultán no le perdonará que no haya tenido a salvo a su hijo.

Y por mi pequeño sé que lo va a amar sin importar lo que yo hice.

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