Capítulo 11

Natalia

Luego que vino esa mujer a exigirme de que fuera los aposentos de una Sultana Nunca me imaginé que iba a estar en los aposentos de la esposa legítima de Sultán.

pero al tener al frente mío me pude dar cuenta de que es una mujer débil indefensa que tiene miedo de que le quita el sultán porque no existe otro motivo por el que me haya hecho ir hasta sus aposentos.

No le di más vueltas al asunto pues sin duda alguna en algún momento así como me tocó arrodillarme enfrente a ella por ser la esposa legítima algún día ya lo tendría que hacer.

Pues antes de salir de sus aposentos su servidumbre vestigio que la respetara y que esa no era la manera de saludar a la esposa legítima el sultán así que me tomo fuerte y me tiró al piso y me hizo arrodillar para avisarle sus prendas.

a partir de ahora forma parte de las personas que pienso eliminar de mi camino pues desde que pise este lugar me di cuenta a las malas quedé aquí no podré salir así que no me queda otra manera que luchar por acabar a todos los que se atraviesan en mi camino.

Luego de un rato regresé a mis aposentos en el cual me sentía dichosa al tener una cama tan suave y al mismo tiempo comida en el mismo lugar no tenía que ir hasta el harén a pedir comida, sino que ya tenía aquí en una mesa.

Pasaron unas 2 horas cuando Patricia se acercó a mi puerta.

- Natalia, estos son regalos del Sultán.

- Sigue.

Me emocioné al ver todo lo que traía Pues el sultán no sé limito al regalarme todo esto pues sin duda me estaba pagando de la mejor manera Al haber estado con el.

Me mandó varios vestidos con los cuales me emocioné pues Jamás había tenido el dinero suficiente para el comprar algún tipo de estas prendas y menos que fueran de seda.

Las cosas que me mandó también son divinas las cuales hacen juego con los vestidos que me ha mandado.

- Mira Natalia el Sultán a pedido que te pongas este para se vean hoy.

- Que emoción, es precioso sin duda me quedara bien.

- Debes estar dichosa, pero recuerda mi consejo puedes llegar muy lejos.

- Si Patricia.

- Ahora ve a las duchas para que te relajes, se verán esta noche.

Las prendas que me mandó el Sultán sin duda son divinas.

Sin duda el vestido No era el centro de atención para esta noche sino la lencería que me había mandado para que tenga por debajo de él.

Pase una noche increíble al Sultán me enseñó nuevas poses y al mismo tiempo llegamos a la estasis muchas ocasiones.

casa un día de por medio pide verme y sin duda creo que estoy despertando la envidia de la esposa legítima, ya que cada vez que pasa mi lado es como si hubiera un fantasma porque sale rumbo hacia otro lado.

Para mí ha sido grandioso estos días pues sin duda ese hombre es Insaciable y considero que poco a poco me está trayendo su forma de ser pues no solo estamos sexualmente sino que de cierta manera mi cuenta un poco de lo que hace.

Ya han pasado dos meses desde que nos vemos de esta manera desde que está conmigo no vuelto a ver a la sultana Ana.

Para mí eso es lo mejor que puede suceder pues sin ellas ser caer no existe manera de que cambie sus pensamientos y quiera estar con ella.

Pero cada vez que estamos juntos me dice cuanto me desea, hasta me a dejado llevar el mando.

- Mmm..... Me encanta cómo me dominas.

- Estamos en la misma situación.

- Mmm ....

Sin dudarlo a la sultana Ana se le nota la rabia que me carga Pero para mi buena suerte me han contado que la madre sultana la a aconsejado que no demuestre eso ante el Harem, porque a pesar de que el ha pasado las noches conmigo ella sigue siendo la esposa legal y no se puede rebajar.

Hasta el momento no he tenido ningún conflicto con la madre sultana pero sé que en algún momento lo tendré cuando se dé cuenta que Ana ya no existen el corazón del Sultán.

Me he sentido algo triste al saber que él se va a un campamento para luchar al lado de sus soldados.

Nos encontrábamos en el balcón viendo el atardecer pero al mismo tiempo en algunas ocasiones miraba hacia el balcón dónde se encuentra los aposentos de la sultana Ana.

- Mi amado sultán, me voy a quedar triste.

- No pienses tanto en eso, por ahora disfrutemos de nuestra compañía.

- Si Ahmed.

Al otro día saldría rumbo a la campaña que tienen la cual puede durar meses, así que me quedo con un dolor en mi corazón Pues en poco tiempo he comenzado a sentir cosas por él así que mis sentimientos por él en este momento no son falsos.

De un momento para otro me comenzó a dar vueltas la cabeza y comencé a ver doble.

- Qué tienes Natalia.

- Me siento algo mal Ahmed.

No resistí más y me desmayé en sus brazos.

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