Capítulo 7

Ahmed ll

Me la he pasado de reunión en reunión y hasta el momento no he podido disfrutar ni un descanso.

- Hijo, mi querido Sultán.

- Madre, me alegra verte.

Se acercó y me hizo una reverencia, Pues a pesar de que es mi madre aun así tiene que hacerlo, ya que sería una falta de respeto hacia el Imperio.

- Te veo algo cansado.

- Si, desde que me convertían en el Sultán solo me la ha pasado de reunión en reunión tratando de organizar las cosas ya que me he dado cuenta que van de caída.

- Venía a avisarte que hoy tienes una fiesta de bienvenida en tus aposentos, se han seleccionado a las más hermosas son nuevas esclavas.

- Gracias madre, siempre pensando en lo mejor para mi.

- Ahora si me retiro, tengo que verificar que todo vaya bien.

volvió a hacerme una reverencia y salió de mis aposentos para dirigirse al harem.

- Patricia ¿cómo van las chicas?.

- Bien, ya las tenemos seleccionadas las vas a ver.

- No, solo enséñales como deben de actuar al frente del Sultán Ahmed.

- Si madre Sultana.

cuándo se iba dirigiendo a sus aposentos por la ventana se dio cuenta de una joven que sobresalía sobre las otras Así que se regresó a preguntarle a patricia quién era esa mujer.

- esa esclava es bella ubicala en el centro para que el Sultán la miré durante el baile y logré llevársela a la cama.

- Si madre sultana.

- recuerda ponerle algo bien erótico, aunque creo que mi Sultán con solo verla caminar la va a pedir es preciosa.

y se fue sin esperar respuesta pues tenía que ir a sus aposentos para descansar un poco de todo lo que había que tenido que estar ahí pendiente.

...

*Horas antes de entrar a los aposentos del Sultán*

Durante todo ese tiempo Natalia se la pasó practicando todo lo que le decían su maestra pues ya estaba sometida aquí nunca iba a salir de ese lugar.

- Te doy un consejo.

- Si.

- si logras hipnotizar al rey cuente con que algún momento podrás formar parte de todas esas, ya que te mandara ahí por ser parte de sus favoritas.

- Lo tendré en cuenta.

Natalia se quedó pensando de porque su maestra Patricia le insistía tanto en aconsejarle de que debía ser buena para acostarse con el sultán.

dirigió su mirada al balcón donde se encontraban tres mujeres vestidas con ropas de seda, con joyas divinas de las cuales eran regalos del Sultan a sus favoritas. .

Natalia lo pensó muy bien y era momento de Mostrar todo su potencial en la cama pues hasta el momento era virgen Así que si va a estar con ese hombre, lo iba a aprovechar todo eso y disfrutar ya que iba a ser su primera vez.

- Natalia ¿Qué tanto piensas?

- que Tenías razón tal vez podemos aprovechar que estamos aquí y tratar de ser de las favoritas del Sultán me esta empezando a gustar este lugar.

- se nota que no querías a tu prometido ¿no?

La empujó bruscamente, haciéndola tropezar

- Vaya hasta que muestras tus garras Leticia.

- Te dejé el camino libre, no te das cuenta de que siempre me gustó Felipe.

- Enserió, hasta ahora me lo dices de que sirve eso.

- Pues ojalá te quede claro que esta vez no me vas a quitar a la persona que quiero a mi lado, aunque te digo un secreto me acostaba con Felipe.

- Que bien, me alegra por suerte no fui tan fácil como tú.

- Desgrac***da.

....

- Paren esa pelean quienes se creen.

- Natalia, termina de arreglarte, ya que vas en el centro.

- Pero porque ella, yo soy más bella.

- Son órdenes, solo obedezcan.

..

Luego de un rato ya estábamos desfilando para ingresar a los aposentos del Sultán lo único importante era no verlo a los ojos, no puedo negar que me dolió saber que Felipe me traicionó, pero ya me siento feliz de que por suerte no cometí el error de casarme con él.

Ahora mi motivación es ser parte del corazón del Sultán para gobernar este lugar y sacar de su vida a su esposa.

Desde que ingresé a la habitación lo miré a los ojos, demostrándole lujur*a en ellos levanté un poco mi vestido tratando de provocarlo tengo que hacer que toda su atención sea solamente para mi.

...

Con la expresión que hizo cuando me levante un poco el vestido, me dio a entender que deseaba que me quitara todo, ha llegado el momento de seducirlo.

Leticia trataba de llamar su atención en lo que bailábamos pero el no le prestaba atención a ella, ni ninguna de las que se encontraban a mi alrededor sus ojos estaban puestos en mí.

Apenas se acabó la música uno de sus guardias se acercó a nosotras y nos dijo que solo yo me podía quedar.

- Gracias.

Me sentí dichosa mis trucos habían funcionado apartar de ahora se viene lo más difícil enamorarlo aunque viéndolo me agrada es un hombre bien guapo.

- Porque esa pe**a debía ser yo.

- Son órdenes del Sultán Ahmed ll, lo vas a desafiar.

- Lo siento.

No le quedó más remedio que agachar la cabeza y salir con el resto de los aposentos del Sultán, esa mujer parecía una chimenea estaba roja de la rabia, pues de ahora en adelante no le voy a permitir que me ofenda.

- Eres preciosa.

Me agache haciéndole una reverencia, me arrodille para besarle sus prendas y por último me levanté quedando al frente de él sin verlo a los ojos.

No quería faltarle.

- ¿Ahora si te da miedo verme a los ojos?.

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