17:44 pm aún faltaba una hora para ir a la casa de la señora Graciela, según Royan no había encontrado quien la acompañara, puesto a que se quedaría en casa, repito sus palabras “la siguiente vez me asegurare de que no puedas negarte” y yo solo espero que no haya fiesta hasta dentro de muchos días.
Aun no he hablado con mamá, acerca de que conseguí trabajo, así que aprovecho a que está en casa para poder hablarlo con ella, de hecho, creo que se alegrará de la decisión y estará feliz conmigo.
-Oye mamá, necesito hablar contigo-. hable.
- ¿Qué paso cielo?
- ¿Recuerdas el día que acompañe a Royan a buscar trabajo? -. asintió-. Pues, yo igual conseguí uno-. Sonreí recargándome en la isla de la cocina.
- ¿Qué?
-Si, de hecho, es cuidando a un niño, no esta muy lejos de aquí y me pagarían muy bien.
-De acuerdo-.Menciono.
- ¿De verdad?
-Por supuesto que no, tienes de todo en esta casa, ¿Por qué trabajar de noche? ¿Qué no has visto películas?
Por que puedo recomendarte algunas para que conozcas las razones de no trabajar de noche-. hablo mientras levantaba la espátula a la altura de mi cara.
-Mamá, por favor, ya quedé con la señora Graciela, además, donde vive es seguro, tiene hasta un vigilante y no permite la entrada a cualquiera-. Bien, puede que haya mentido un poco en eso, si vi la mini caseta, pero no vi a nadie que cuidara-. Por favor.
-Tu padre te regañaría.
-Papá me apoya-. hable con una sonrisa, cuando mamá lo menciona, es porque ya está dándome el permiso, puesto a que no es necesario verla asentir, le doy un abrazo y apuro a recoger las cosas que llevaría.
No es mucho la verdad, solo mi mochila, con un par de cuadernos para hacer el ensayo que tenía pendiente
Me despido de mamá mientras salgo por la puerta principal, me pongo el gorro que tare mi sudadera ya que el día este nublado y corre algo de viento, la noche ya estaba cayendo y por lo tanto empezaba oscurecer, estaba oscuro y lo único que alumbra las calles son las farolas y las luces de los autos que pasaban, de hecho esto tiene pinta de película de terror.
A punto de llegar a casa de Graciela, hay unos chicos que parecen estar ebrios ya que justamente hay botellas en sus manos y algunas vacías en el suelo. Y genial, yo debía pasar por allí.
Me encuentro debatiendo conmigo misma, sobre si debiese pasar por allí o irme directo de regreso a mi casa, me arme de valor y decido caminar rápidamente considerando que debí regresar a casa, solo continúe caminando.
-Vaya, vaya-. Dijo un chico castaño sentado en el suelo-. ¿Por qué tan sola? -. rodé los ojos seguidamente de ignorarlo y seguí caminando.
-Linda, no te hagas la difícil-.me tomaron del brazo y al girar a enfrentarlo me encontré con un chico rubio.
-Suéltame-. Le dije sin mirarle.
-No.
- ¿Tienes algo para darnos? -. hablo el castaño
-No. - dije con la voz temblorosa.
-Mientes-. Volvió hablar el rubio.
-Déjenla ir-. hablo alguien detrás mío y para mi mala o buena suerte, yo conocía esa voz-. Déjala ir Axel-. Hablo Archer.
-No eres nadie, para darme órdenes.
-Suéltala-. ordeno al chico que me sostenía el brazo, este me soltó y Archer me puso de su lado-.
Ahora lárguense.
Lo deje allí y retome el camino hacia la casa de Graciela nuevamente, mire hacia donde se encontraban los chicos y ellos después de alegar con Archer comenzaron alejarse, excepto el, solo me observaba detenidamente, hasta que comenzó a caminar detrás de ellos
¿Los conocerá?
Ya me encontraba en la casa de Graciela, después de que me diera un par de instrucciones y se fue a trabajar.
-Tengo hambre-. dijo Andy jalando de mi brazo.
- ¿Quieres cenar pequeño? -. asintió haciendo un puchero.
-Bien…Veamos que hay para darte? -. ambos caminamos hacia la cocina.
- ¡Helado!
Iba a negarme a darle helado, pero con la manera tan tierna que lo dije no pude negarme, justo ahora me encuentro con el pequeño comiendo helado de chocomenta, regresamos a la sala a terminar el programa que estábamos viendo.
Después de que Andy se quedara dormido y hacerlo subir a su habitación me encontraba tumbada en el sillón de la sala mientras esperaba a la señora Graciela mirando hacia el techo, no paso mucho tiempo para que llegara y pudiera retirarme e ir a casa, fue divertido cuidar de Andy esta noche.
Llegue a casa observando que todas las luces estaban apagadas, toque la puerta de mamá esperando una respuesta suya, pero al abrir su puerta descubrí que ella ni siquiera estaba e casa, parece más ella la adolescente.
Avance hasta mi habitación, y deje mi mochila en el suelo, dejándome caer en la cama, ¡Dios! Estoy cansada.
….. …..
-Deberías renunciar-. comento bebiendo de su malteada.
-No, además el pequeño es agradable al igual que la señora Graciela.
-Pero te estas arriesgando, además si no hubiera sido por Archer, quien sabe que te hubieran hecho Iliana-. menciono Royan haciéndome recordar que gracias a él no me habían hecho nada.
-Como sea, regresemos a clase-.me levante de la banca donde estábamos sentadas siendo seguida por Royan.
Durante el resto del día no me tope con Haim, supongo que no había asistido, entrando al salón me encuentro con los asientos de ellos vacíos, claramente esta que hoy no llegaron a clases…
….. ……
Caminando por el bosque intento recordar el camino en el que Haim me ha traído a la cabaña, mis pies comienzan a cansarse mientras sostengo mi mochila en mi hombro con ayuda de mi mano, me detengo para descansar y poderme recargar en un árbol, miro a los lados buscando la cabaña, que claramente no encuentro, ¡genial!, me perdí.
Retomo mi camino esperando encontrar la cabaña, observo mi celular y ¡bien!, no tengo señal, rasco mi cabello con frustración y decidió volver por donde vine, bien eso me pasa por querer ser amable, quise venir a entregar lo que habíamos visto hoy en las clases y que consigo, perderme sola en el bosque.
Maldición, este bosque parece no tener una maldita salida, continúo mi camino yendo derecho, veo los arbustos moverse, teniendo en cuenta que aun corre viento no le tomo mucha importancia, unos momentos después pude observar una gran sombra negra detrás de los árboles, bien, eso no es el viento. Me detengo lista para correr, doy un par de pasos atrás alejándome de ese lado, pero no logro darme vuelta cuando choco con alguien detrás mío.
- ¡Raiden espera!
- ¡¿Es una maldita broma?!
Por un momento pensé que iba a morir, los chicos salieron del bosque como si fuera lo mas normal del mundo, Raiden quien me había sujetado, me soltó de golpe mientras se acercaba a sus amigos.
- ¿Estas bien?
-Si esta es su forma de recibir a la gente, sí, estoy genial-. Ironicé.
-Pues por tu maldita culpa perdimos a Brumar.
- ¿De qué hablas?
-Veníamos persiguiendo a Brumar, cuando te encontramos a ti.
-Estoy aquí desde hace media hora y te puedo asegurar que nadie más ha pasado hacia aquí-. Los mire, mientras ellos se observan confundidos entre sí.
- ¡Mierda!, la cabaña-. todos salieron corriendo y los seguí a diferencia de ellos no era tan rápida, pero logré alcanzarlos justo donde se encontraba una gran neblina de humo.
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