ILIANA
Estaba apurada buscando que ponerme, tenía un buen plan, buscar a Haim o alguno de sus amigos, es un plan simple pero seguro. Tome un abrigo, las llaves de la casa, mientras me ponía el abrigo trate de ser lo más silenciosa posible para poder llegar a la puerta y salir, mire el reloj sobre la mesita que está en el centro de la sala 10:47 pm; Bueno, a esta hora es seguro que mama este durmiendo y Charlie, bueno el seguramente está viendo la televisión en el cuarto.
Al abrir la puerta, este rechino así que lo hice más lento, pero seguía rechinando, al carajo, abrí la puerta completa y salí. Estando afuera de casa comencé a caminar con dirección a donde me había encontrado a Haim por la tarde
Había un poco de neblina, eso hacía que mis nervios aumentaran y quisiera regresar a casa perro no lo hice y solo seguía buscando aquel chico castaño.
No podía ver nada, solo lo poco que alumbraba las farolas, tenía frio, y mis manos se estaban congelando. Estaba decidida a rendirme, cuando unos pasos se escucharon detrás mío, me quede impávida y cuando mi mente volvió a funcionar, lista para huir, escuche la voz que tanto desee escuchar.
HAIM
Llevo toda la tarde intentando dejar de pensar en porque le dije eso a Iliana, pero por más vueltas que le doy solo consigo sentirme más idiota, en este momento me encuentro yendo con los chicos para la cabaña.
Estaba a punto de entrar al bosque, cuando una pequeña figura de cabello pelirrojo iba a unos pasos frente de mí, se me hacía extraño que alguien estuviera a estas horas por aquí, normalmente siempre hay hombres lobos y uno que otro vampiro, pero por su olor era una humana, cuando volteo a su lado derecho pude distinguir quien era. Así que camine detrás de ella hasta que se detuvo
- ¿Qué estás haciendo aquí? - pregunte en casi un susurro cerca de su oído.
-Yo...-tartamudeaba y al mismo tiempo yo me ponía frente a ella-Te estaba buscando.
- ¿A mí? -pregunte señalándome mientras ella asentía-. Ven acá-. Dije tomando su mano para empezar a caminar hacia donde había dejado la motocicleta\, la solté para poder subirme-. Sube.
Al ver que yo no tenía la intención de bajarme Iliana simplemente tomo la decisión de subirse sin protestar, paso sus brazos alrededor de mi abdomen, se sujetaba con fuerza mientras que su pequeña cabeza descansaba en mi espalda y puedo estar seguro de que estaba apretando los ojos.
-Necesito respirar para poder manejar Iliana.
ILIANA
Deje de apretar un poco su torso para que el este más cómodo y pueda avanzar, comenzó con ir a la dirección del bosque, apenas la niebla dejaba ver todo, los árboles que parecían querer llegar al cielo, los arbustos que tenían pequeñas flores, todo parecía en este lugar parecía más vivo de lo que suele ver fuera de aquí. Durante un corto periodo de tiempo levante mi cabeza para poder ver hacia donde íbamos
Haim se detuvo en una parte del bosque, si pensaba que lo que había visto metros atrás estaba hermoso, este lugar es más que maravilloso, había un par de luciérnagas volando por encima de los arbustos, una pequeña corriente que parecía un mini lago. Baje de la moto y me acerque al pequeño arbusto donde se encontraban las luciérnagas, todo era demasiado bello.
- ¿Dónde estamos?
-Es nuestro lado del bosque-. Dijo Haim mientras se bajaba de la moto
- ¿No es peligroso estar aquí? Y de noche.
-Estas a salvo conmigo-. Dijo mientras se recargaba en el tronco de un árbol con los brazos cruzados-. ¿Para qué me buscabas?
-Necesito respuestas Haim-. Conteste dejando de ver a las luciérnagas y ponerme frente a él.
-Respuestas ¿de qué? -Su mirada se mantenía seria, me fue imposible dejar de verle a los ojos, ¡Tiene los ojos más bonitos que yo!
-Sobre lo que ha pasado en la tarde ¿Por qué te debería de hacer caso?
-Solo hazlo y ya.
-No, no hasta que me des una maldita explicación lógica, no te soporto cuando te comportas así. - ahora parecía ser estúpido venir a buscarlo.
-Hazlo por eso, porque no me soportas
Estaba a punto de responderle, pero se empezaron a escuchar ruido algo cerca de donde estábamos haciendo que me sobresalte hasta ponerme alado de Haim
-Quédate aquí. - dijo antes de comenzar a caminar
Estaba a punto de negarme a que me diera ordenes, pero de cualquier manera decidí quedarme. La neblina no me dejaba ver a la perfección, solo veía las sombras de los arbolees, no podía ver nada más hasta que después de algunos minutos Haim salió del bosque.
-Sube te llevare a casa-. Anuncio subiéndose a la moto
-Aun no termino de hablar contigo.
-Yo sí y no responderé mas
-Haim…- se detuvo y dirigió su mirada hacia mí, su rostro refleja confusión.
- ¿Quién te ha dicho mi nombre?
Sonreí de lado y comencé a caminar con los brazos cruzados ahora siendo yo la que sube a su motocicleta.
-Tu amigo.
- ¿Quién?
-No te diré a menos de que tu quieras responder a mis preguntas-. Dije sosteniéndome de la parte trasera del asiento a lo que el sonrío.
- De acuerdo no lo hare\, pero tu tampoco volverás hacer eso.
- ¿Qué? ¿De que habla…? - no pude terminar de hablar porque un grito salió de mis cuerdas vocales\, haciendo que me saltara de donde estaba agarrada para sujetarme del torso de Haim
No le podía ver la cara, pero seguramente se estaba riendo de mí, por mi cabeza pasaban varios insultos que podría decirle, pero no fui capaz de decirle alguno al maldito psicópata
El se detuvo en un callejón, la neblina por fin se estaba empezando a disolverse y podía ver claramente, estábamos casi enfrente de mi casa, Haim decidió bajarse y yo lo imite comenzando a caminar hacia mi casa.
-Esta es la parte donde te despides-. Se cruzo de brazos mirándome con ambas cejas arqueadas.
-Nos volveremos a ver Haim.
HAIM
Esta pequeña idiota, estaba a punto de contradecirle cuando mi mirada se encontró con un auto que iba en su dirección, Iliana pareció darse cuenta de que no le respondí ya que volteo a ver donde yo veía, se quedó parada, así que decidí correr para empujarla hacia el otro lado. Ambos caímos fuera de la calle, quedando en la banqueta
- ¿Estas bien? - asintió repetidamente y con mi ayuda ambos nos levantamos
Cuando ambos logramos estar de pie, caminamos enfrente de su casa y una ves parados frente a ella me detuve.
-Esta es la parte donde me agradeces
-Gracias, Haim…
Me di la media vuelta para empezar a caminar hacia donde me había estacionado
-Lo escuche-. Me detuve-. Ese día escuche a Keo en el salón, él estaba preguntándote sobre tu celular estrellado. Así conocí tu nombre.
Al estar de espaldas una sonrisa se dibujó en mis labios al recordar ese día, comencé a caminar nuevamente hacia la moto y cuando llegue di una mirada rápida a Iliana, ya no estaba ahí, justo ahora se encontraba en la cocina la luz encendida la delataba, después de eso maneje con dirección a mi casa, ya vería hasta mañana a los chicos.
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