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Desperté enrollada con mi sabana, Haim se había quedado a dormir, puesto que su condición y con un loco suelto, no podía dejarlo ir, anoche habíamos acordado que el dormiría en la cama, ya que sus heridas aun no terminaban de curarse, según el al parecer fueron hechas con plata.

Estaba lista para levantarme del suelo, pero frunzo el ceño, cuando noto que estoy en algo como, intento levantarme, pero unos brazos alrededor de mi estomago me lo impiden, caigo en cuenta que estoy con Haim en la cama, cierro los ojos e intento acomodarme… ¡MIERDA! Estoy en la cama con Haim.

Me levanto lo más rápido posible, sin importarme que pueda despertarlo.

- ¿Qué carajo Iliana\, porque te levantas así? -. pregunto tapándose con mis sabanas.

No conteste, solo me limite a bajar las escaleras e ir por un poco de agua, mamá no estaba en su habitación y tampoco estaba en la planta baja, así que lo más seguro es que este en casa de Charli, abro el refrigerador para

sacar un poco de jugo de naranja, Haim no tarda en bajar las escaleras, supongo que ya no pudo haber vuelto a dormir.

Extiendo un vaso de jugo hacia él, que murmura un gracias, antes de que pueda salir de la cocina, me detiene tomando mi brazo.

- ¿Qué sucede?

- ¿Por qué te pusiste modo loco\, antes de bajar? -. lo mire confundida ante el apodo que acaba de decirme.

-Solo sé que antes de levantarme, yo estaba durmiendo en el suelo.

-Sobre eso-. Con su mano libre rasco su cabeza por la parte de atrás-. Anoche, no podía dormir, estaba a punto de irme a casa, pero te vi en el suelo, así que te cargué a la cama.

-Bueno, gracias, por no dejarme en el frio suelo-. reímos-. Será mejor que nos apuremos, si es que queremos llegar a tiempo.

Dicho esto, soltó mi brazo, aproveche ir a mi habitación para arreglarme e ir a la escuela, no suelo ser tan fan del maquillaje, solo tomo lo básico, cubro un poco mis ojeras, utilizo la máscara de pestañas, un poco de rubor y un brillo de labios de color rojo suave, tomo mi ropa y meto a cambiarme al baño.

Una vez terminado de arreglarme, levanto el par de sabanas que aun tenía tendidas en el suelo para meterlas en mi último cajón, tome mi mochila y baje de nuevo, Haim se encontraba viendo por segunda ocasión las fotos que mamá tenía enmarcadas en la sala.

- ¿Quiénes él?

-Es mi padre, el de la izquierda es el tío Kander quien sostiene a mi hermano mayor-. Hable señalando respectivamente a mi familia.

-Te pareces a tu padre-. hablo observándome mientras me regresaba el marco.

-Bueno, te aseguro que, si el estuviera aquí, se reiría de lo que acabas de decir-. reí dejando el marco en la mesa, mientras me miraba confundido-. Solía decir que yo era más parecida a él y que mi hermano a mamá.

- ¿Dónde está tu hermano?

-Cuando se fue a la universidad dejo la casa y se fue con el tío, al principio llamaba cada que podía para avisarle a mamá como estaba e incluso para preguntarle sobre cómo se ocupaba una lavadora-. Reímos-. Pero después de

unos meses, ambos dejaron de hacerlo, mi tío dejo de venir, mi hermano dejo de llamar, creímos que les había sucedido algo, pero cuando les marcamos para avisarles de la muerte de papá, solo escuchaba su respiración-. pausé antes de seguir-. Se que fue mi hermano quien contesto ese teléfono.

- ¿Cómo está segura?

-Desde que soy pequeña, él y yo teníamos un código para cuando nos metíamos en problemas, consistía en golpear tres veces, era algo tonto, hasta que escuche que él lo hizo de nuevo.

-Bueno, lo que puedo asegurar es que no es nada tonto-. hablo mientras camina hacia la puerta-. Debemos irnos si quieres llegar a la segunda clase.

- ¿Qué hay de ti?

-Te iré a dejar y después iré a darme un baño a mi casa, creo que mi padre debe estarse preguntado donde rayos me metí-. asentí. Haim conduce hasta la escuela, estar con él en su moto, se me está haciendo costumbre, recargo mi cabeza sobre su espalda cerrando los ojos durante el camino, mientras siento el aire en mi rostro.

..…   …..

-Decidido, iremos de fiesta-. Hablo Royan llegando a la mesa.

La mire confundida, ya que no podía contestarle porque me encontraba tomando agua.

-Si, necesito un día de diversión.

- ¿Un martes?

-Si, ya sabes como dice esa dicho, para divertirse no hay límite.

-Estoy casi segura de que así no va-. mencione riendo.

-Vamos, necesito esto, además, debes acompañarme.

-Si, tengo una mala experiencia con eso-. reí-. Además, gracias a eso, tengo que ir a cuidar un niño-. Dije recogiendo mi mochila de la mesa y poder empezar a caminar.

-Cierto, inicias hoy, ¿Tu mamá sabe de eso?

-Lo sabrá en un par de horas-. Reímos-. ¿Vas a ir a esa fiesta?

-Posiblemente, no soy fan de ir sola a las fiestas, pero ya encontrare a alguien y si no, mejor sola que mal acompañada.

Sonó la campana indicando la ultima clase del día, Royan se despidió de mi ya que esta clase no la compartíamos, camine con dirección al salón, mientras acomodaba la mochila en mi hombro, cuando ingrese tome asiento cerca de la ventana, el aula no tardo mucho en llenarse y mientras llega  el profesor detengo mi mirada en el bosque, Archer se encuentra justo ahí con otros dos a quienes no puedo distinguir puesto a que un árbol bloqueaba mi camino ¡estúpido árbol!, pero pude observar que le entregaron algo, los otros sujetos se fueron por el bosque Archer se quedo mirando lo que sea que tuviera entre sus manos, alzo su mirada y de un momento la volteo hacia mí, volví la mirada a la pizarra para disimular que no lo mire, segundos después dirigí la mirada hacia donde lo había visto y el ya no se encontraba allí.

-La historia será amable conmigo, porque quiero escribirla. Winston Churchill-. Hablo el maestro entrando al salón-. Fue primer ministro británico y para ustedes, su primer ensayo en clase.

Después de escuchar las quejas por parte de los estudiantes, comenzó a explicar el tema correspondiente a la clase, recargue los brazos en la mesa mientras prestaba atención.

-Bueno parece que el señor Myers decidió entrar a clase.

Archer no contestó devuelta solo camino hacia mi y tomo asiento justo alado.

- ¿Qué viste pequeña entrometida?

- ¿De qué hablas?

-Se que me estabas viendo, así que quiero saber, ¿Qué fue lo que viste?

-No vi nada-. respondí, cuando él se recargaba en la silla, disimulé estar prestando atención mientras veía el reloj esperando salir de aquí.

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