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Estaba nerviosa, mis manos comenzaban a sudar y mis piernas a temblar, la señora de cabello rubio seguía frente mío esperando una respuesta.

- ¿Qué se te ofrece? -  pregunto mirándome curiosa

-Yo…, yo vine por el anuncio que estaba en el tablero de la plaza-. Dije nerviosa ya que me miro de pies a cabeza evaluándome.

- ¿Qué edad tienes?

-Tengo 18, pero en unas semanas cumpliré 19-. respondí tímida

-Pasa-. Me hice a un lado para que abriera la puerta y me dejo entrar, una vez adentro observe detalladamente, al parecer tenía mucho dinero ya que se veían demasiadas cosas que parecen costosas, una pantalla gigantesca pegada a la pared, una mesa de centro que encima tiene botes cos lo que parecen ser caramelos, cuadros y retratos de ella y su familia, las paredes tenían un color beige y en algunas tenían rojo carmesí, todo lo demás le daba un gran aspecto de familia adinerada.- Así que vienes por el empleo-. Se sentó sobre uno de los sofás de la sala con las piernas cruzadas. - Siéntate por favor-. Ordeno así que le obedecí-. ¿Tienes experiencia con niños pequeños?

-Claro, de hecho, yo estoy estudiando pedagogía y antes solía cuidar a bebes de antiguas vecinas antes de mudarme.

-De acuerdo, te daré el trabajo, tendrás un par de días para acostumbrarte, solo tengo un par de advertencias.

-No hay problema-. Le dije sonriendo a lo que me agradeció con otra sonrisa de parte de ella.

-El pequeño Andy, le gusta comer mucho, algunas veces hará lo que sea para que hagan lo que él quiera, es muy berrinchudo y eso te traerá problemas para meterlo a bañar-. Enumero cada cosa con sus dedos y eso no me parecía malo ya que es un niño pequeño.

-Yo trabajo algunos días de noche y como consecuencia te tendrías que quedar por aquí hasta la mañana.

-Eso no es ningún problema para mi-. Dije decidida-. Yo puedo cuidar a su pequeño. - termino muy sonriente a lo que ella me abraza

- ¡Gracias…! ¿Como me dijiste que te llamas?

-Iliana-. respondí con una sonrisa.

- ¿Puedes empezar el lunes?

-Por supuesto

-De acuerdo Iliana, te veo aquí a las 08:00 pm-. Suplico a lo que solo asentí.

-Nos vemos luego señora…

-Dime Graciela, la señora me hace sentir más vieja-. Dijo riendo a lo que asentí de vuelta con una sonrisa.

Me despedí de ella y comencé a caminar de regreso a casa, era irónico ya que solo iba a ver a donde era y ahora tengo que llegar a casa y ver como decirle a mama y charli que tengo un trabajo, tal vez le podría decir; “Hey mamá, fui a la plaza sin nada y regrese con trabajo”, bueno ese suena un poco bien, “Hola mamá quería decirte que no tenía nada que hacer y me conseguí un trabajo por distraída”, mama se reiría en mi cara, “Hola mamá, conseguí un trabajo, no muy lejos de aquí” cada una después de la anterior era peor, mejor me quedo con la primera.

Ahora estaba en casa, le grite a mamá de que ya había llegado, pero nunca contesto, camine hasta la cocina para buscar algo de comida, solo había podido desayunar antes de irme y la verdad es que tenía hambre después de tanto caminar. Subí a mi habitación con una manzana que tomé del frutero, hace unos días mi habitación estaba toda ordenada, justo ahora, digamos que solo esta desacomodada. Tome una camiseta que estaba en la cama y la acomode en el respaldo de la silla.

-Alguien puede entrar para matarte sin que te des cuenta-. Menciono atrás de mi

- ¿Qué diablos haces aquí?

-Vine a convivir Iliana, pasar el rato como los amigos que somos-. Dijo tumbándose a la cama frente a mí.

-Yo no soy tu amiga Archer

-Deberías dejar de correrme cada que vengo, eso no es muy amable de ti-. Dijo acomodándose en el asiento

-Tal vez deberías comenzar a no venir entonces.

Archer iba a contestar nuevamente pero el sonido de una motocicleta sonó fuera de la casa, me asome por la ventana para ver quien era, Haim estaba ahí sacándose el casco y comenzando a caminar para la puerta, se quedó parado unos segundos, pero retomo su camino.

-Uy, creo que esto no le va gusta-. Hablo Archer alado mío.

-Vete de aquí-. Sonó el timbre.

El solo sonrió mientras metía ambas manos a los bolsillos de su pantalón, volvió a sonar el timbre, así que tome a Archer de su camiseta y a empujones lo metí al baño, entre su risa le dije que no hiciera ruido y lo encerré. Abrí mi habitación y baje las escaleras, volvió a sonar el timbre, pero esta vez también toco la puerta.

- ¿Qué haces aquí?

-Vine a platicar contigo, ¿puedo pasar?

Haim paso después de que me hiciera a un lado, observo su alrededor, como si fuera la primera vez que estuviera aquí.

-Vine agradecerte.

- ¿Agradecer?

-Gracias a ti, me han revocado la suspensión, al parecer, que hablaras con el director y viera las cámaras de seguridad, hizo cambiarlo de opinión. Así que gracias, por volverme ayudar-. sonrió

-Te habían hecho una injusticia, no podía dejar que te suspendieran, si no fue culpa tuya.

Haim camino hasta mí y puso una de sus manos sobre mi hombro, es extraño ya que el pareciera odiar a todos.

-Ahora, dime donde está escondido Archer-. Menciono con una expresión seria.

Mierda…

- ¿De que estas hablando? - pregunte haciéndome la confundida.

-Puede esconderse, pero logre escuchar que hablabas con él, al igual que ahora puedo escuchar que está abriendo un cajón.

¿Qué? Subí corriendo las escaleras para ver que estaba haciendo ese idiota con Haim atrás, cuando abrí la puerta vi a Archer revoloteando mis cajones buscando quien sabe qué.

- ¿Qué diablos?

No dijo nada su expresión seria al ver a Haim, pareciera que iban a pelear en cualquier momento, pero no lo hizo, salto por la ventana, corrí a ver si estaba bien pero cuando me asome el ya no estaba ahí.

- ¿Qué hacia el aquí Iliana?

-No lo sé, el solo dijo que venía a “convivir” trate de correrlo, pero no funciono y hasta que llegaste-. Explique algo exaltada mientras hacía comillas en convivir.

-De acuerdo ve conmigo. Dijo tomando mi mano y llevándome con él.

- ¿A dónde vamos?

No contesto solo me saco de casa y cerró, espero que cuando regrese ya está mamá, porque no tengo llaves y no quiero quedarme fuera, se subió a su moto y me subí detrás suyo, esta vez ya sabía donde agarrarme y en cuanto lo hice el arrancó.

El camino era parecido a un sendero por el bosque, apenas iba atardecer lo cual parecía un lindo momento, Haim volteo sobre su hombro y yo le di un pequeño y nada duro cabezazo en su espalda, reí al igual con él, pero no quite mi cabeza de su espalda.

Llegamos a una cabaña, era la misma en la que Raiden me había traído la primera vez, solo que ahora eran otras circunstancias. Se estaciono frente a ella y ambos bajamos, si por fuera es demasiado bonita, por dentro era absolutamente mejor.

- ¿Qué estamos haciendo aquí?

- ¿Querías quedarte en tu casa con Archer rondando por allí?

No dije nada, rodé los ojos y caminé por la habitación, sabia que si me volvía a contestar posiblemente me darían ganas de clavarle algo en el ojo. Tome asiento en uno de los asientos, hacia frio así que talle mis manos en los brazos para poder sentir algo de calor, sentí un escalofrío y algo sobre mi espalda, me di vuelta y era Haim quien me estaba poniendo una sudadera encima.

- ¿Estas bien?

-Si, gracias-. Sonreí colocándome la sudadera.

- ¿Quieres algo de tomar? Honestamente no hay mucho en la cocina\, Lorian y Zeke devoran todo lo que puedan ver comestible…- dijo yendo al refrigerador.

-Esta bien-. Camine hasta llegar a la pequeña cocina donde él se encontraba.

En la pequeña encimera se encontraban un par de manzanas, una mandarina y unas uvas verdes, Haim estaba metido en el refrigerador que decidí tomar un par de ellas y meterlas a mi boca.

HAIM

Realmente no pude evitar escuchar a Iliana a mi espalda, comiéndose las pequeñas uvas que Keo y Lorian estaban guardando desde hace un par de días. Volteo para verla con una media sonrisa mientras lleva su mano sobre encima de sus labios.

-Puedo escucharte masticar desde aquí Iliana-. mencione levantándome para ir con ella.

- ¿Enserio?

Rei al escucharla hablar con la boca llena, pero no duro mucho ya que se comenzó a oler a muerto volador, voltee la cabeza a un lado para poder agudizar mejor mi oído.

- ¿Haim\, estas bien? -. No conteste\, la tome de la mano y la llevo a mi habitación\, si es quien yo creo\, dudo que venga hacerle daño\, pero si la puedo mantener detrás de esto mucho mejor-. ¿Qué sucede?

-Entra al armario y por nada se te ocurra salir de aquí Iliana.

- ¿Pero porque\, Haim que diablos está pasando?

-Te responderé luego, por ahora solo escúchame y escóndete.

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