AMENAZA

Mientras tomaban su trago, Ana iba a avisarle a Amalia que Omar quería que fuera a su despacho.

-- Puedo pasar Amalia..?

-- Claro que sí Ana, pasa... Dime?

-- Es que Omar dice que nos espera en el despacho, parece ser que quiere que se tomen algunos tragos.

-- Si claro con gusto, permíteme un segundo y estoy contigo para qué bajemos al despacho.

-- De acuerdo.

Mientras esperaba, miraba algunas cosas que Amalia tenía en su mesita.

Se sorprendió cuando encontró un sobre con letras de confidencial. Aunque tal vez, era algo sobre su trabajo. Bueno, no le tomaría tanta importancia. Amalia también tenía sus asuntos importantes, por qué ella también se dedicaba a lo mismo que Omar y sus cuñados. Así que pensó que tal vez, no había de que preocuparse. O al menos eso pensaba ella.

Si embargo, por más que trataba de no darle esa importancia, terminó por tomarlo y esconderlo. Había algo que le había llamado la atención y quería sacarse la duda. Aunque estuviera violando la intimidad de Amalia. Por qué para ella la seguridad de su marido y sus cuñados, era más importante que cualquier amistad superficial que hubiera.

Antes que Amalia saliera, lo metió entre sus ropas, para después leerlo.

Así que se alejó de la mesita de noche y espero a un lado de la puerta. Al llegar, a ella Amalia salió del sanitario. Con enorme sonrisa salieron de la recámara y bajaron al despacho.

Tocaron la puerta y escucho la voz de Omar decir que pasarán..

-- Hola amor, ya estamos aquí.

Con semejante pancita, apenas y podía moverse, así que lo primero que hizo fue irse a sentar en el cómodo sillón que estaba bajo la ventana.

-- Aquí estamos Omar, ahora sí a tomarnos un traguito pequeño para ir a descansar a gusto.

Había dicho Amalia.

Pero no había visto la mirada de odio que Marcos le había dado. De plano él no sabía disimular.

-- Amalia, quiero hacerte algunas preguntas, y dependiendo tu respuesta es como voy a poder a arreglar algunos asuntos.

Empezó a decir Omar.

-- Si claro con gusto respondere lo que necesites saber..

-- Bien Amalia, mira pasa que descubrimos algunas cosas, y quiero saber cómo o con que derecho fuiste capaz de mandarle mensajes a la novia de mi hermano, aparte de haber revisado un celular que no es de tu propiedad, y así violando la privacidad e intimidad de mi familia.

Vi como Amalia palideció antes tales palabras, sabía que se tendría que descubrir tarde o temprano.

-- Mira, siento mucho haberlo hecho, no fue intencional. Pero como amiga de Ana me sentí en la necesidad de protegerla y protegerlos a ustedes. Y esa... Señora se ve que solo es una mujer arribista que solo piensa en ella y no en el daño que pueda causar a los demás.

Volteo a mirar a mi princesa y veo que su cara está desencajada por la ira. Así queme dirijo a donde está sentada y le tomo la mano para decirle.

-- Amor cálmate de acuerdo. No te alteres y si tienes que hacerlo desquita tu coraje.

Me mira con ojos asesinos, lo que no sabía Amalia es que mi princesa defiende a capa y espada a mi cuñada Yuli, que desde hace muchos años ellas se conocen y se tienen la confianza para decir lo que les pasa. Una y otra se corresponden, pues se quieren como hermanas.

Pero antes de articular palabra alguna mi hermano Marcos, le responde. Echo una furia por las palabras que dijo Amalia.

-- Usted, no esquien para juzgarla. No tenía que meterse en dónde no le llaman, por qué aquí quien manda en sus cosas soy yo. Quien decide con quién anda soy yo.

-- Si pero...

-- Cállese si no quiere que le vaya mucho peor de lo que le espera. No por nada me dicen el diablo, y créame está afrenta usted me las va a pagar....

-- Pero Marcos, no es para tanto...

Amalia había abierto los ojos con terror, sabía de lo que era capaz Marcos y él en este momento no estaba razonando, se estaba dejando llevar por la ira.

-- Dije que se calle, usted se atrevió a mandar mensajes que no le correspondían, se atrevió a insultar a una persona que amo más que a mi propia vida y peor aún está embarazada. Que aunque no sean míos esos bebés, los amo como si lo fueran. Para mí ella es mi mundo entero, ella ha sido el aire fresco, la paz en mi mundo de porquería. Que al contrario de lo que usted le dijo, ella es la que no se merece un tipo como yo. Un ser sanguinario, un don nadie. Por qué ella representa, lo que usted jamás va a representar. Y por está afrenta que ha echo, lo pagará con sangre. De eso me encargo yo.

Veo a mi hermano enfurecido, con voz calmada, pero yo ya sabía lo que eso conllevaría. No grito por qué sabía que su cuñada estaba presente, por eso no perdió los cabales. Pero de haber sido diferente, tal vez hasta aquí la hubiese golpeado.

Sus ojos rojos con la mirada asesina que tenía en ese momento, hasta a mí me daba miedo. No sabría si podría controlarlo, peor que se habían metido con alguien sagrado para él.

Por lo que solo me queda decirle...

-- Hermano...

Voltea a mirarme y solo me sonríe y me dice...

-- Me retiro...

Pero la mujer no conforme, le empezó a decir estupideces.

-- Marcos, entienda. Usted pondrá en peligro a todos sus hermanos por esa mujer, está usted preparado para tal situación.

Iba a responder mi hermano, cuando interviene Ana.

-- Amalia, te exijo que te calles..!!!!!

-- Pero Anita...

-- Cállate te he dicho...

Plaff!! Plaff!!

Dos sonoras cachetadas le dió mi esposa a su amiga.

-- Te atreviste a meterte con mi hermana, veniste a mi casa solo a querer perjudicar una relación que a ti no te consernia. Te atreviste a involucrar a Patricia en tus cosas y para que? Que ganaste con eso. ?

-- No, no es así, escúchame.

-- No te voy a escuchar nada, si bien te dijo Marcos lo que el sentía por ella. Ahora soy yo quien te dirá lo que yo siento por Yuli.

Ella para mí reprenta, mi hermana. La hermana mayor que no tuve. A ella la conocí cuando yo estaba sola, estaba en una situación muy difícil. Ella sin saberlo se metió en mi corazón, yo le hablaba cada rato, quería saber si su corazón estaba para mí cuando yo la necesitara. Siempre estuvo ahí, desde hace muchos años que la conozco. Es mi hermana y por consiguiente quien le hace daño, me lo hace a mi también. Ahora entiendo, por qué me mandó mensaje reclamándome. Y yo fui tan estúpida que le di la espalda defendiendote, por qué no te creia capaz de eso. Más ahora me doy cuanta que eres una basura de persona. Arregla tus cosas y te largas de mi finca, no quiero verte nunca más, por qué de lo contrario seré yo quien arregle ese asunto contigo. Y no seré tan dulce, sabes de lo que soy capaz.

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