DESCEPSION

Trate de calmarme, Pero sabía que no podría hasta que no hablara con Marcos.

Por lo que inmediatamente le mandé mensaje. No sabía si me respondería inmediatamente o tardaría en hacerlo, lo único que sabía, era que tenía que sacar ese coraje instalado en mi corazón.

-- Buena tarde, Marcos. Hay algo que necesito decirle y que no puede esperar. Pensé que usted y yo teníamos un acuerdo de privacidad, para que nadie supiera lo que estaba sucediendo entre nosotros. Sin embargo, me encuentro con que cualquiera puede entrar a revisar sus mensajes. Y eso Marcos, me descepsiona totalmente, pensé que era usted una persona confiable. Ahora veo que me equivoqué, así que por favor le pido de la manera más atenta que vaya y hablé con esa señora Amalia y aclárele todo lo que me dijo, le mando las capturas de lo que me dijo para que después no esté usted creyendo que son producto de mi imaginación, o que quiero hacerme la interesante.

Esta es la última vez que le escribo, así como también espero que no vuelva a mandarme más mensajes ni a marcarme. Adiós.

Al terminar de redactar el mensaje decidí enviarlo sin siquiera pensarlo dos veces.

Ya estaba cansada de ver cómo todos se metían y opinaban de lo que no debían opinar.

Trate de calmarme, así que decidí salir a traer un poco de cosas que me hacían falta en casa, decidí dejar el celular, así que salí cerrando todo con la esperanza de calmar la ansiedad y el coraje que sentía.

Horas después en casa de Marcos...

Había salido a hacer unos pendientes con los muchachos, por lo que había dejado mi teléfono cargando.

Al revisarlo encontré un mensaje de mi reina y neta no comprendí nada.

-- Buena tarde, Marcos. Hay algo que necesito decirle y que no puede esperar. Pensé que usted y yo teníamos un acuerdo de privacidad, para que nadie supiera lo que estaba sucediendo entre nosotros. Sin embargo, me encuentro con que cualquiera puede entrar a revisar sus mensajes. Y eso Marcos, me descepsiona totalmente, pensé que era usted una persona confiable. Ahora veo que me equivoqué, así que por favor le pido de la manera más atenta que vaya y hablé con esa señora Amalia y aclárele todo lo que me dijo, le mando las capturas de lo que me dijo para que después no esté usted creyendo que son producto de mi imaginación, o que quiero hacerme la interesante.

Esta es la última vez que le escribo, así como también espero que no vuelva a mandarme más mensajes ni a marcarme. Adiós.

¿Pero que carajos estaba pasando aqu¿Y? Y que chingados tiene que ver Amalia en esto?

Abrí las capturas de pantalla que me había enviado mi reina, y lo que leí me dejó perplejo, por no decir pendejo.

Me dio tanto coraje leer todo que lo primero que hice fue mandarle mensaje a Yuli.

-- Oiga chiquilla que significa todo eso, por qué me culpa de algo que no hice y tampoco sé cómo es que está mujer sabe de nosotros, si yo no he hablado con ella de nada...

-- Contésteme...

Solo le marcaba una paloma en el mensaje, eso quería decir que o no tenía datos o los había apagado.

Pero esto no se iba a quedar así.

Al instante me dirigí con Ana, tenía que aclarar todo esto. No era justo.

-- Ana, quiero hablar contigo...

-- Dime cuñado que paso... ?

-- Me puedes explicar cómo es que Amalia sabe de la relación que tengo con Yuli, ? Acaso has hablado con ella de nosotros...?

Mi cuñada había puesto una cara de asombro y preocupación. Pareciera que no sabía lo que estaba pasando.

-- No cuñado, no sé dé que me hablas. No he hablado con Amalia de nada que no tenga que ver con mi embarazo o de como me siento. ¿Por qué?

-- Mira cuñada, no quiero incomodarte con esto, pero te lo voy a decir, por qué creo que nadie tiene derecho a meterse, ni a inmiscuirse en cosas que no deben.

-- Si cuñado yo lo sé, pero dime qué paso?

-- Mira Ana, Yuli me mandó unas capturas de todo lo que le dijo Amalia. Y eso no me parece gracia, por qué yo a Amalia jamás le he dado motivos de meterse en mi vida y mucho menos estar abriendo la boca en cosas que no sabe.

Acto seguido le muestro el teléfono con las capturas de lo que me había mandado Yuli.

Al leerlas no cuñada se queda estupefacta y se pone roja.

-- Pero como és que se atreve Amália a hacer semejante cosa... ?

-- No lo sé, lo que sí se es que será muy tu amiga, Pero creo que le debes más lealtad a Yuli, por qué según tú es como tu hermana... Y Amalia se atrevió a ofenderla, metiendo en camisa de once varas, así que no te asombres, por qué yo le voy a poner un alto a esta señora.

Acto seguido me salgo de la sala y me voy a las caballerizas tratando de calmarme para no pasarme en lo que le tengo que decir a esta mujer.

Cuando alzó la mirada y veo que viene a caballo con mi hermana. Entre risa y risa. Al solo verla me vuelve a hervir la sangre.

-- Hola Marcos -- me saluda la descarada.

-- Quiero hablar con usted Amalia .

Mi hermana se quedó fría al ver mi cara, ella sabe cuándo estoy enojado, pues me conoce muy bien, así que trata de intervenir.

-- Marcos no seas grosero, contéstale a Amalia el saludo.

-- Ve adentro por favor, tengo que hablar con ella a solas...

-- Pero Marcos...

-- Hazle caso hermosa, yo sé de qué se trata...

Mi hermana voltea y se me queda mirando y se da cuenta de lo que se trata.

-- Vas a pelear por una zorra que no tiene respeto por su marido?

No soporte que insultara a Yuli, por lo que la tomé del brazo con tanta fuerza que le dejé mis dedos marcados en su brazo.

-- No vuelvas a referirte a ella de ese modo, no la conoces.

-- No necesito conocerla para saber que tipo de mujer es.

-- CALLATE...

-- Marcos no insulte ni lastime a su hermana, pues ella dice la verdad.

Al escuchar la voz de Amalia, me volteé encolerizado

-- Usted menos que nadie tiene opinión es esto.

-- Tal vez no, pero esa clase de mujeres las puede encontrar en cualquier sitio.

-- Dije que se calle, usted no tiene ningún derecho de mandarle mensaje a mi novia. A usted qué le valga madres si es o no casada. Ella...

-- Pero entienda Marcos, ella le va a arruinar su vida, ella no es libre. Ni siquiera es de su estatus social.

-- Mire Amalia, no me obligue a faltarle al respeto. A usted jamás le he dado algún motivo para que se meta en mi vida, así como tampoco me fijaría en una mujer como usted. ¿Si comprende verdad?

Amalia se quedó petrificada y pálida por el comentario de Marcos. Nunca imagino que el defendiera a capa y espada a esa arribista.

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