DESESPERO

Por favor, deja de pensar que toda la vida mi familia va a estar siempre metida en mi vida!

- A no? Y q se supone que debo de pensar? Si siempre hacen lo mismo, cada vez que vienen tus hijos de vacaciones!! Ya estoy cansada Anton, siempre es lo mismo contigo. Fuiste tú quien me falló y resulta que eres el ofendido?

- Solo te digo lo que tú haces!

- Si como tú digas!!!

En serio era el colmo de su cinismo.

Después de haber descubierto fotos íntimas de él con otra mujer, no teniendo sexo. Pero si fotos de su anatomía íntima. Y todavía me dice que nunca lo ha hecho, esto ya es el colmo.

- Como yo diga??? - maldito hipócrita - No es como yo diga, es tal y como lo han hecho

- Y eso que? Siempre es lo mismo contigo, me reprochas cosas del pasado y según tu me perdonaste?

- Mira nada mas, el cinismo. Si, es verdad que te dije que te perdonaba. Pero todo cuanto has hecho, no es facil de olvidar.

- Entonces para que lo dices si no eres capaz de hacerlo?

- Por que tú no me dejas hacerlo? Cada vez que haces algo me llega todo de nuevo y es imposible que yo olvide lo que hiciste.

- Piensa lo que quieras, yo sé que no estoy haciendo nada malo y estoy tranquilo.

- Eres un cínico, si no fuera por mi hija ya te hubiera dejado hace mucho tiempo, al final de cuentas, por algo te dejo la desgraciada esa.

- Si como tú digas.

En esos momentos tenía demaciadas ganas de abofetearlo, romperle la cara por ser tan cínico.

Hervía de coraje, quería hacer muchas cosas pero me tuve que contener, ya que mi niña estaba escuchando todo. Y después que es lo que le diría.

- Si como yo diga!!? Es tu excusa, para cubrirte. Porque realmente que tú te arrepientas es muy difícil. Solo buscas pretextos para justificar tus idioteces.

- Sabes que? Piensa lo que quieras, yo solo digo lo que veo y nada más...

- Si claro, y por qué no le dices que fuiste tú quien hizo que yo cambiará. Eeh??

Anton no respondio, solo se quedó callado y se retiró sin decir nada.

No podía creer que se hubiese vuelto tan cínico. Pero tenía que ser así. Sabía que tarde o temprano esto pasaría.

Lo que no sabía era la sorpresa que le esperaba más adelante. Y eso, no podía remediarlo.

Me dolía la cabeza de tanto pensar y darle vueltas al asunto, quería solucionar pero a la vez me daba miedo continuar con esto que sentía.

Eran tantas las cosas encima que ya no sabía que hacer, me sentía estancada, aplastada entre dos muros. Entre ellas estaba mi hija y mi sentimiento, no podía elegir así de fácil sin llevarme a mi hija entre esas decisiones.

Si así eran los días, las noches eran interminables, lo único que me daba aliento era mi pequeña, sin embargo, no era fácil decidir sin lastimar.

Empecé a pensar que tal vez hacía lo correcto, abandonar la situación sin siquiera mirar atrás, llevándome conmigo a mi nena. Pero tenía los reproches que al crecer me haría.

No, no quería eso para mí, así que seguí hasta donde más llegar.

Trate de calmarme, de respirar profundo. No podía darme el lujo de perder los estribos.

Salí al patio y lo primero que hice fue encender un cigarro, sabía que no estaba bien, pero al menos eso me calmaba. Despues de un rato y haber fumado como tren, entre nuevamente a la casa. Tenía que dar de cenar y pues no es que quisieras.

- Mami, ya está la cena?

- Si amor ya casi está, dame unos minutitos si?

- Ok mami! Estás bien?

- Si mi amor, porque?

- Nada más preguntaba.

- Si amor, tranquila de acuerdo?

- Ok mami.

- Por favor, lávate tus manitas y ve a decirle a tu papá que ya es hora de la cena.

- Si está bien.

Se fue corriendo como siempre, parece una mini balita. Todo el día anda de arriba para abajo. Nada más le suenan los pies cuando corre.

Pero así es mi hija y la amo mucho. Ella es mi motivo de vida y no quiero dañarla estropeando la vida que le hemos enseñado. Por qué aunque no lo crean mi marido también ha puesto su grano de arena para educar a nuestra hija.

Y no es porque sea su madre pero mi hija es muy educada.

Pasa los minutos y ninguno baja para la cena, me para bajo las escaleras y empiezo a gritarles.

- A QUE HORA BAJAN A CENAR?

- Ya vamos mami!!!

- Si se enfría no empiecen que no quieren comerla!!!

¡- Ya vamos!!

Esto es de todos los días, al final de cuentas es agradable escuchar a mi hija gritarme que ya viene o escuchar sus pisadas mientras va bajando las escaleras.

Por otro lado, me hubiera gustado estar bien con mi esposo, al final también puso ese granito de arena para que está pequeña balita estuviera aquí.

Que sería la vida sin esa pequeña latosa que tengo por hija. Ella sana mi corazón cada vez que algo me tiene a tope, sus ocurrencias son las que me hacen salir de la monotonía.

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