CALLATE

No podía comprender como es que la defiende tanto, pues por lo que sabía no se conocían en persona. Así que ella se encargaría de desenmascarar a esa fulana mediocre.

-- Mire Marcos, por favor no me mal entienda, ella es una mujer casada, tiene una hija y está esperando otro bebé. Dígame qué clase de futuro va a encontrar a su lado.

-- Mire señora, por respeto a mi cuñada es que no le contesto como debería. Lo que sí le voy a decir es esto, a Yuli usted la respeta. Por qué a usted yo no le he dado esa confianza para que ande hurgando en mi vida privada.

-- Por favor Marcos, hazle caso a Amalia, ella sabe de qué te habla...

-- Por enésima vez Patricia, te digo que te calles el puto hocico. Tú nada tienes que opinar.

-- No me hables así Marcos. Lo que estoy diciendo es por tu bien. Yo no quiero a esa zorr...

¡Plaf!! Plaf!!!

Patricia había recibido dos bofetadas de su hermano. Sentía las mejillas arder, pero eso no le dolía, le dolía más que él le había levantado la mano por culpa de una cualquiera.

-- Te dije que te callaras y que no la insultaras.

-- Esto no te lo voy a perdonar nunca Marcos, que me hayas levantado la mano por esa, dando un lugar que no merece.

Mirándolo con enojo se fue del lugar dejando sola a Amalia con Marcos.

-- Y usted, no quiero saber que le vuelve a mandar un mensaje a mi novia, diciendole todas esas pendejadas que le dijo. O realmente me va a conocer.

Se fue dejándola pegada al suelo. Sabía que Marcos era cruel cuando se enojaba, no de enbalde le decían el diablo. Pues sabia que con sus enemigos era una persona sin corazón y sin sentimientos.

Marcos entro hecho una furia, Ana lo había visto abofetear a Patricia. Más no sabía lo que había pasado para ameritar esa bofetada que le dio.

Se metió a su cuarto esperando que su reina le contestara y si, en efecto le contesto. Pero no de una buena manera.

-- Que quieres que te diga, ya lo que tenía que decirte te lo dije. Dígale a su amiga que deje de estarme molestando, y para la próxima, fíjese a quien le confía sus cosas. Y si yo fui su burla, debió decirme que era un juego para usted, y así los dos jugar el mismo juego.

No podía creer lo que decía. Eso lo enfureció más y empezó a lanzar todo lo que encontraba a su paso.

Mientras eso pasaba, llegaba Omar con los muchachos. Al salir de la camioneta se escuchaba un tremendo desastre en el cuarto de su hermano que decidió ir a ver qué sucedía.

Al abrir la puerta, encontró todo destrozado. Vidrios y cuadros por todas partes.

-- Y ahora que chingados pasa aquí, por qué estás como loco destruyendo todo.

-- Por esto hermano, dime tú si no te emputarías si le hicieran lo mismo a Ana.

Marcos le mostró el celular con todas las capturas y mensajes de Yuli para él. Con cara de asombro y furia me preguntó.

-- Porque Amelia le mando esto a Yuli?

-- No lo sé hermano, Pero ahora resulta que hasta Patricia está de acuerdo con ella!!

-- Como que Patricia?

-- Si hermano, hace rato que salí a las caballerizas iba bien encabronado por lo que le escribió Amalia a Yuli, venían las dos en los caballos. Le dije a Amalia que quería hablar con ella y quien me respondió fue Patricia.

-- Y que te ddijo?

-- Pues qué ya sabía que era lo que quería hablar con ella y ahí empezó a insultarla. Estaba tan enojado que llegó a mi límite y si le di dos bofetadas a Patricia.

-- Bueno y que chingados tiene que meterse ella? ¿Acaso le has comentado algo de lo que pasa con la cuñada?

-- No hermano, y eso es lo más curioso. Que no sé dónde carajos fue que vieron mis conversaciones, o quien entró en mi teléfono o como las consiguieron. Lo que sí se es que esto lo voy a arreglar, por qué aquí y en china es una falta de respeto meterse a donde nadie los llama y menos en vidas ajenas.

-- Si hermano tienes razón, nomás que tranquilízate. En cuanto a Patricia déjamelo a mí, yo le preguntaré y tendrá que contestarme. En cuanto a Amalia, te doy carta abierta para que arregles el asunto a como mejor te parezca.

-- Gracias hermano.

Omar salió cerrando la puerta tras de sí, había visto en sus ojos asombro total por esta situación. Y sé que mi hermano no estaría de acuerdo con estas pendejadas que han hecho, y peor aún, que se hayan pasado de límite. Me acosté un rato para tranquilizarme y sin querer me quedé dormido.

Omar

Había salido de la recámara de Marcos, estaba encabronado, sea cual sea la situación, nadie tiene derecho a meterse en asuntos privados. Más tenía que aclararlos por qué si no sería una guerra sin cuartel. La señora Amalia va a escucharme si descubro que ella hizo algo que no debió de haber hecho en casa ajena. Así que me dirijo al despacho no sin antes hablarle a Patricia.

-- Patricia ven acá, te quiero en el despacho en 5 minutos.

-- Pero que pasa, por qué los gritos? Ya voy, ahora que les sucede.

-- Te quiero ahora, yaaa.

Baja las escaleras, me mira con ojos de gato recién comido y se sienta en el sillón cruzando las piernas.

-- Dime hermanito para que soy buena?

-- Dime por qué carajos te andas metiendo en cosas que no debes de meterte?

-- Pero en qué me metí? -- Me contesta asombrada.

-- No te hagas la graciosa ni la tonta, que bien sabes a lo que me refiero.

-- Pues no sé, a menos que te refieras a la zorr...

Antes que terminara la frase, me pare dando un manotazo en el escritorio.

-- Cállete, no vuelvas a referirte así a Yuli.

Patricia se paró enojada, respondiéndome.

-- Por qué??? Que tiene esa mujer que se la pasan defendiéndola, acaso no se dan cuenta que es una arribista?

-- Mira Patricia, no colmes mi límite. Ya ha sido bastante, saber que te metes en cosas que debes de hacer.

-- Pues si me meto, por qué son mis hermanos y los amo mucho. No voy a permitir que una cualquiera se entrometa en sus vidas y les haga daño. En este caso con Marcos.

-- Y tú quien te crees para meterte en vidas ajenas. ¿Acaso nosotros nos metimos cuando tú te metiste con un pendejo que solo se la pasaba quitándote dinero? ¿Acaso Marcos decidió por ti? ¿O Yo?

Ella se quedó helada, las palabras de Omar salieron como filosas navajas, cortando su aliento en segundos.

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