Sucesos en la Aldea

La Aldea roja se encontraba entre la calma y entre el bullicio de las puertas del Infierno, Alerick después de volver del Territorio que había pertenecido a Anmon Edevane se había encerrado en su despacho con una copa de Whisky reposando en sus manos, su mirada Grisácea era profunda perdiéndose en la profundidad del bosque que tenía por delante de él, no obstante el viento había empezado a soplar con fuerza, Alerick salió en el balcón, sentía que algo no andaba bien, dirigió su vista hasta el segundo piso, la ventana de la habitación principal estaba abierta las cortinas se movían por la fiereza del viento, así que tomó la decisión de subirse para verificar si Harumi se encontraba en la habitación, no obstante si la encontró, pero en una posición muy llamativa para el Alfa.

— ¿Cariño, qué ocurre? - Preguntó Alerick acercándose a su Pareja, Harumi estaba de rodillas, parecía estar agonizando, aquello asustó al Alfa, porque en efecto él empezó a sentir que su corazón dolía, Harumi se llevó las manos en el abdomen aquello puso muy ansioso a Alerick que se colocó en la misma posición que ella - Harumi, escúchame.

Pero la única respuesta que escuchó fue un grito doloroso que hizo que incluso los pájaros que se resguardan para disfrutar de la noche emprendan vuelo, el cuerpo de la mujer cayó al suelo, el Alfa no dudo en impedir que su cabeza golpeara el suelo, Harumi estaba fría y su rostro estaba pálido, de un momento a otro, un nuevo grito volvió a escucharse, él pulsó de Harumi estaba acelerado, Alerick suspiro fuertemente ya no podía soportar ver y sentir el dolor de su Luna.

— Bien, Eros, has lo tuyo - El Alfa dejó que su Lobo tomara el control, el imponente animal de Pelaje Blanco y ojos azules levantó la mirada sacudió la cabeza sintiendo como mil puñaladas cada fibra de dolor de su Luna, antes de avanzar hasta ella, Eros había aullado, despertando a los Lobos que estaban en descanso, posteriormente sus colmillos filosos, que en muchas ocasiones fue manchado con la sangre de sus víctimas se dejó ver, Harumi seguía retorciéndose en el piso, era un dolor que nadie parecía poder calmar, pero el Alfa no estaba dispuesto a perder ante el dolor, acaricio a la mujer, apartó su larga cabellera castaña y segundos después incrustó con fuerza y total profundidad todos sus caninos, Harumi volvió a emitir otro doloroso y tormentoso grito, mientras su sangre se escurre por su cuello, 3 minutos después el Alfa se apartó, pero otra mordida de Eros había dañado la piel de Harumi esta vez la mordida fue a la altura del corazón.

— Corazón de Loba, a ti te condeno, que toda maldición que habita en ti muera - Unas voces femeninas se escuchaba eran 3 Guardianas del Inframundo, tan pequeñas, pero leales, de las alas de una de ellas emergió un cristal hermoso, Eros se acostó al lado de Harumi, ella se estaba volviendo pequeña, y entonces las 3 Guardianas rodearon el cuerpo de Harumi - Corazón sagrado latiendo en tu interior, creciendo en tu vientre sagrado, nosotras te bautizamos como Jade, como la semipreciosa piedra conocida por sus propiedades curativas y mágicas - Las manos de una de las Guardianas se posó en el vientre de Harumi, entonces la magia de Fuego de las Guardianas dejó que Eros escuche los latidos del corazón de la Niña, aquellos latidos que queman todo el cuerpo del Alfa.

El Alfa gruño ante la presencia de su hija, su lado protector aquel que desconoce se apoderó por completo del Alfa, pero entonces otro grito desgarrador se escuchó, la mujer se retorció dejando que su loba tomará el control, pero entonces una de las Guardianas le arrancó el corazón de la misma manera que Anmon muchos atrás había condenando al Corazón del lobo Alfa Eros, rápidamente el órgano fue colocado en el interior del Cristal para el Alfa aquello fue traer para sí el recuerdo de estar encerrado en el mismo Cristal que el corazón de la loba Ahora, Harumi dejó ver su cuerpo desnudo, era muy pequeña, Eros dejó que Alerick tomará el control el hombre se acostó al lado de ella, sintiendo cada dolor de su Luna como propio, entonces la tomó en brazos y la pegó fuertemente a su cuerpo, como queriendo que se impregne en ella toda su fortaleza, sus labios estaban partidos, su rostro estaba pálido, su cuerpo frío.

Harumi temblaba, lo único que parecía mantenerla en línea es sentir los latidos del corazón de su cachorra.

Alerick cerró los ojos dejando que una lágrima recorra su rostro - Va a pasar enseguida - la consoló tontamente, no tenía la voz de mando característico de un Alfa, en ese preciso momento estando en el suelo abrazando con fuerza al amor de su vida y a la madre de su cachorra, solamente era un hombre enamorado sugiriendo por ver y sentir el sufrimiento de su amada.

Ella parecía estar en un sueño muy lejano, pero entonces observó a lo lejos una pequeña niña jugando a atrapar mariposas - Mami, mírame - Escuchó una voz lechosa, entonces la niña se dio la vuelta mostrando una hilera de dientes - Ven, déjame mostrarte algo - Harumi avanzó hasta que la niña tomó las manos de su mamá.

La mujer emitió un grito cuándo la niña saltó a un precipicio - No te asustes, mami - ella escuchó la voz de su hija, pero ya no la vio. — No olvides que mi nombre tiene un significado, la cura es la mordida de la pareja, el precio es el corazón del animal, el azul será remplazado por la esmeralda, solamente después de eso encontremos una nueva alborada.

La conexión había terminado, Harumi se encontraba temblando en los brazos de Alerick ambos estaban desnudos, pero ella siente el calor que emana el cuerpo de él, siente su protección, su amor, Harumi lentamente abrió los ojos, se sintió débil, sintió un enorme pesar en su corazón, la ausencia más dolorosa que un lobo puede sentir.

— Ella se ha ido, pero volverá aquí siempre la encontrarás - Alerick estiró su brazo agarrando el cristal - Somos tan iguales, por años Eros estuvo encerrado aquí - Alerick ya no quiso continuar al sentir que Harumi se había tensado en sus brazos - Harumi - susurró el Alfa, al mismo tiempo que su Luna se apartaba.

La mujer observó a la altura de su pecho, la herida, la sangre, el corazón de la Loba había sido condenada, no es órgano como tal, es un pedazo de carne que da conexión a todo el cuerpo humano, que compacta con el corazón humano, que da vida al lobo, por eso se lo conoce como el Corazón del lobo, sin ella el animal no podrá volver a convertirse, no podrá habitar ni siquiera la mente de su compañero.

Harumi se mantuvo callada, no obstante segundos después se había desmayado nuevamente, el bosque de la Aldea seguía sacudiéndose con ráfagas fuertes, la noche era misteriosa, Harumi por su fuerza se había deshecho del agarre de Alerick, su cuerpo parecía recibir mil latigazos, pero entonces volvió a colocarse de rodillas, sus brazos a su costado, entonces levantó su rostro y con todas las fuerzas que le quedaba a su pequeño cuerpo volvió a gritar, un grito doloroso, se llevó la cabeza hacia atrás, todas sus venas sobresalen, su rostro se oscureció, a continuación salió otro grito, y allí sus ojos quedaron en blanco, todo se detuvo incluso el viento dejó de sentirse, todo se mantuvo en calma.

Alerick también quedo estático, pero lo que lo mantuvo cuerdo fue observar los ojos en blanco, y que el vientre que era plano de Harumi ahora estaba ligeramente abultado.

— Alerick— Susurró Harumi, cuando cerró los ojos y al momento de volver a abrirlos los tenía de color avellana con pequeños matices azules, hermoso, raro pero cautivante.

Una fuerza bruta, peligrosa y maligna abandonó el cuerpo de Harumi, el bosque en dónde se encontraba aquella misteriosa Bestia que atacó a Apolo y Samira los había recibido.

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