CAMBIO

— No hagas eso - En ese momento una imponente Loba Negra tomó el control absoluto con rugidos bestiales con sus colmillos filosos dispuestos a encajar en la piel de cualquiera la bestia desgarró un pedazo de piel de Maya logrando que la mujer cayera al suelo las gotas de la Laguna habían vuelto a su normalidad, mientras el colmillo de la loba negra se incrustó con fiereza en el cuello de Maya en ese momento también había llegado Alfa Arean y Alfa Hades los 2 Imponentes hombres se habían quedado pálidos al observar como la sangre de Maya se escurría del hocico de la loba de Alya.

Unas segundos después la Loba soltó el cuerpo de la mujer, Maya se encontraba como una hoja de papel, rápidamente Arean se acercó a ella, mientras Hades se acercaba a la loba Negra, la conexión entre la pareja se activó de manera inmediata - Su vida, a cambio de la vida de mis padres y de nuestra tranquilidad a través de la Laguna negra - Expresó Alya a través de la conexión, Hades tenía sus manos por encima de la cabeza de la loba, pero se giró con dirección a si hija una sonrisa había tirado de sus labios, Maya era tan similar a él, su hija no tenía miedo de la muerte.

Arean por su parte acariciaba la herida del cuello de su Luna, sus dedos quemaban el cuello; sin embargo, aunque ya no sangraba quedaría la marca de mordida, poco a poco Maya fue abriendo sus ojos, pero no eran azules como los de Alya, esta vez Maya tenía los ojos Avellana de su padre, Arean quedó fascinado por los ojos de su Luna, pero no solo sus ojos estaban cambiando, La Luna que enfocaba su brillo solamente en el cuerpo de Maya la dejaba ver como un Ángel Encantador, Aira dejó que Alya tomará el control, la rubia observaba el cuerpo de su hija convulsionar por un momento su corazón de madre había temblado por temor a haber ejercido mucha fuerza y dejar que mucho veneno entrara en contacto con su cuerpo.

Pero entonces lo que habían observado fue el cambio absoluto de Maya bajo la Luz de la luna, su cabello no era castaño como el de su padre, era tan blanca como la luna, su cuerpo se cubría con una tela Blanca, tanto Alya, Hades y Arean se habían quedado sorprendidos no entendían lo que estaba ocurriendo, conforme a como pasaban los minutos las convulsiones iban disminuyendo, fue allí que Arean tomó en brazos el cuerpo de su Luna, ya no estaba pálida, sus mejillas estaban ligeramente rosadas, Arean la acarició con el dedo pulgar, ante la luz de la Luna la pareja eran encantadores.

— Maya - susurró Alya acercándose a su hija, la Loba miró con dirección a su hija de la misma manera que Hades - ¿Cómo estás? Mami, no hagas esto, no lo vuelvas a hacer— el cariño en la Voz de Alya era evidente, además del temblor que lo acompañaba, su corazón de madre dolió al percatarse de que uno de sus hijos podría sacrificarse como lo haría Hades - Cuándo descubrí aquello que estabas por hacer, al pensar en que te perdería cuando ni siquiera te tuve en mis brazos cuando eras una bebé, mi corazón ardió de miedo, estaba tan agitado que no me importaría sacar a todas las sombras de donde se encuentren para devolverte a la vida, Maya entre en pánico cariño, ya perdí a mis padres, perdí a una de mis gemelas no soportaría perderte a ti o a uno de tía hermanos— Hades agarró la mano de su Luna en ese momento.

— Perdóname mamá, no quise hacerte sentir de esa manera— Maya se había puesto de pie, no perdía su encanto, pero con los ojos de Hades había otro brillo en ella, Maya abrazó a su madre, en ese momento habían llegado Amélie, Demian y James.

— Juntos vamos a encontrar la solución a esto - Murmuró Amélie mientras abrazaba fuertemente a su hermana de la misma manera que los gemelos.

El cambio de aspecto de Maya era una incógnita que sería estudiado por los Científicos James y Demian Dumonts, los 4 Herederos Dumonts se dirigieron a la casa de la Manada, la ausencia de Harumi ya se sentía, pero era de esperarse La Aldea Roja necesitaba de ellos, Maya ya encontraría la manera de Estar cerca de su hija.

El regreso a la Casa de la manada también trajo consigo Reuniones, Alizon ya se encargó de Reunir a los Magos que habían formado parte de la gran guerra con Ada su nieta acompañándola, la bruja era la única sin temor a lo que se vendría, Bronwen también ya había reunido a los Vampiros más antiguos aquellos que se dudaba que incluso el fuego podría acabar con ellos,

Ámbar, Aria, Ankor, Amarok y Siena se encargaban de custodiar absolutamente todos los perímetros, sabían que los lobos que venían por la cabeza de Apolo estaban cerca, pero no encontrarían al cachorro aquí.

Vampiros - lobos y magos trabajando a la par por un mismo objetivo, era algo que después de mucho volvía a ocurrir.

A las 6 de la Mañana cuando el sol estaba dejando verse las campanas de las Manadas Vecinas incluyendo a las de Luna Azul se escucharon, aquello indicaba que un posible enfrentamiento podría ocurrir, la Academia de Licántropos se encontraba rodeada por un sin fin de Lobos, acercarse era imposible.

— Violet - Eragon se cruzó en el camino de la encargada de los Alumnos de la academia - ¿Dónde está el director, es tu novio, deberías de saberlo verdad? - Preguntó el Futuro Alfa.

— En lugar de estar haciendo preguntas estúpidas deberías de estar en clase - Violet lo fulminó con la mirada— Termina la clase y la Academia cierra sus puertas aunque supongo que tú vas a estar por tu padre, tengo entendido que la Manada Valle de Lobos están encabezando el Grupo de Manadas que vienen por la cabeza del Director, no obstante eso podría ser peligroso, tú como futuro Alfa podrías aprovechar y advertirle a tu padre de que podría ser una perdida de tiempo, el Director no está aquí, y los dueños de la Academia son una Familia muy poderosa.

Eragon se quedó en silencio, Violet tenía razón, los Dumonts sabían perfectamente como manejar esta situación, no obstante su padre y los padres de Samira estaban actuando cegados por el miedo que genera el secuestro de su hija.

Violet, se adentró en su habitación y 3 Baúles fueron visibles, la mujer paseó sus dedos por ellos - Muéstrenme a Apolo - Susurró Violet, cerrando los ojos, los 3 Baúles - Vida - Muerte - Fuego estaban en la Academia.

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