Escapar

— Samira - Apolo tocó la frente de la Mujer, su piel estaba fría el rubio no supo qué hacer - Maldición Samira - Rugió el hombre, pero antes de que Apolo dijera algo más sintió algunos pasos cerca del lugar en donde Samira los había resguardado, los pasos y la presencia de alguien cada vez se sienten más cercana, Apolo se mantuvo quieto sosteniendo las manos de Samira, fue el contacto con la cálida palma masculina Lobuna que hizo que la calidez se extienda por todo el cuerpo femenino que se encontraba desnuda, aquello no había molestado en lo absoluto a Apolo ya sea por la fuerza del momento.

Samira abrió sus ojos, sentía una pequeña molestia en su cabeza además de sentir el cuerpo cálido al lado suyo, su primer instinto fue la de reaccionar y empujar a la persona que tenía a su lado, pero entonces sintió la fragancia del director infiltrarse en sus fosas nasales, fue allí que todos los sucesos aunque no de manera clara habían golpeado sus recuerdos, Samira apretó la mano de Apolo y el Lobo dejó escapar un suspiró al sentir a la loba a su lado, bajo la mirada hasta ella realizando un movimiento de labios y la loba lo había entendido perfectamente.

En las afueras de aquel enorme tronco cubierto por gruesas cortezas un hombre con un hacha en manos recorría para desgracia de los jóvenes el árbol, su sangre tenía una fragancia repugnante, sus ojos estaban en blanco, la sangre se escurre por sus brazos él no ve, pero se guía por la fragancia de sus alrededores, realizaba movimientos de nariz sentía la fragancia de otras personas a su alrededor, el hombre era nada más y nada menos que el cazador de Brujas que había acabado con la vida de Liam DuPont, algunos cuervos se habían posicionado por encima de los árboles que quedaban por encima de la cabeza del hombre.

Apolo y Samira estaban inmóviles, tenían que lograr que fuera lo que fuera aquello que se encontraba allí les diera tiempo suficiente para salir, aquel hombre se había convertido en una rara especie inmortal, en él habían encarnado las Sombras, él inconscientemente era más poderoso que los jóvenes que se estaban ocultando de él, cuándo la noche se encontraba más tranquila el hacha que el hombre traía en manos se incrustó en el tronco del árbol en dónde estaban los lobos.

— Ni modo Samira nos tocará salir - Apolo sabe que ya no pueden permanecer mucho tiempo allí, el Legado era claro enfrentar lo que sea sin temor a nadie y a nadie, sus ancestros siempre dicen que han traído débiles al mundo.

— Bien, yo lo distraeré mientras tú sales - Samira no se había mostrado asustada, es más, con la entereza y la decisión demostrada le dejo en claro a Apolo que no estaba solo.

— Es peligroso, es mejor que yo lo distraiga, mi obligación es llevarte a salvo en dónde están los nuestros, es una locura pensar en que tú distraigas a aquello que está fuera mientras yo salgo, nada que ver, es inadmisible— Murmuró Apolo - Toma esto, esta cadena era de mi madre mientras tú lo tengas yo sabré como encontrarte la cadena tiene una conexión directa conmigo, así que suspira y prepárate.

Samira se colocó la cadena, Apolo cerró los ojos y cuando volvió a abrirlos descubrió que Samira ya estaba lista, lentamente había salido él, no estaba nadie cerca aquello le había parecido raro, entonces le había hecho un gesto a Samira de que salga, volvió a observar todo a su alrededor, pero no vio nada tampoco a nadie, la mujer salió sigilosamente, hasta que una gota de sangre cayó en la frente, Samira detuvo sus pasos abruptamente de manera rápida levantó la cabeza y entonces había visto aquella bestia, era la primera vez que veía a algo tan repugnante, todo fue tan rápido que antes de que la loba pueda reaccionar el cuerpo del Hombre de uno saltó guiándose solamente por la fragancia de Samira supo en donde estaba.

— Sangre fresca - Murmuró el hombre preparando su hacha directa para herir o matar a Samira, no obstante antes de que logre su objetivo, el Lobo de Apolo tomó el control lanzándose hasta el cuerno del hombre le había arrancado un pedazo de piel asqueroso, para sorpresa del Lobo la piel del hombre estaba hecha de gusanos, el animal realizó un movimiento de Cabeza, aquella distracción sirvió para que Samira se aleje, dejando al lobo y a la Bestia dispuestos a luchar.

El animal mostró sus colmillos, mientras el hombre parecía estar enfurecido, agudizó su olfato, no obstante el lobo de Apolo había camuflado su olor con la fragancia de la tierra.

Samira se había encontrado con un trozo de leña con la punta bastante buena para ser clavada, la Loba no estaba dispuesta a dejar a su director solo, así que volvió, ella se acercaba con pasos muy suaves, nuevamente su sangre había llamado la atención del hombre, el lobo también gruñó al sentir la presencia de Samira, Apolo maldijo.

El hombre se había dado la vuelta captando con mayor precisión la sangre de Samira, sus pasos estaban cada vez lo dejan más cerca de la Loba, entonces Samira suspiró había retrocedido unos pasos, al mismo tiempo que el lobo de Apolo también les daba vueltas, entonces Samira suspiró se clavó en el brazo la madera que había encontrado, sacándose inmediatamente, pero ya su sangre se infiltró con fuerza en las fosas nasales de la Bestia, pero Samira Lanzó la madera a una distancia considerable, el ruido fue suficiente para que el hombre si dirija hasta dónde su instinto le dijo que se encontraba la dueña de aquella sangre tan fresca.

Mientras el seguía la fragancia de la Sangre se Samira que se encontraba por la rama, El lobo de Apolo rápidamente y con toda la agilidad se pasó al lado de Samira, la mujer no dudo en lanzarse al lomo del animal, El Lobo con la luz de la Luna brillando intensamente se alejó lo más que pudo del lugar, lo único que habían escuchado fue el rugir de la bestia a una distancia ya muy considerable, y es que al encontrar la Rama que contenía la sangre de Samira supo en su inconsciencia que había sido engañado.

Pasaron aproximadamente 2 horas para que el lobo de Apolo se detenga, habían encontrado una pequeña cabaña, la luna fue oculta por las Nubes grises, parecía que tendrían una madrugada con lluvia, Samira se bajó y Apolo tomó el control.

— Mierda ¿En dónde estamos? - Preguntó Samira todo lo que estaba allí era Sangre.

— Tal parece que nuestro amigo ha matado a Lobos aquí— Expresó Apolo La sangre, aunque ya estaba pegada al suelo dejaba en claro que fue sangre derramada esa misma noche.— significa que ha estado aquí antes de ir y encontrarnos.

Samira apretaba la herida durante el viaje, la misma no dolía, pero ahora si empezaba a doler.

— Samira, no vuelvas a ponerte en riesgo por mí, te he dicho que yo lo distraería.

— Yo lo he hecho mejor que usted director -

Samira estuvo cerca de llevarse la herida a en la boca.

— Déjame hacerlo - Las manos frías de Apolo le acaricien y el Lobo se llevó el brazo de la loba a la boca, Samira tembló ante aquel contacto de los labios de Apolo y su piel.

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