SOMBRAS

ANTES QUE NADA SE RECOMIENDA LA LECTURA DE.

ALFA ASHER - ALFA HADES - LA COLISIÓN DE LOS REINOS - LA TRAMPA DE LA DIOSA - ALFA AREAN - ALMA DE FUEGO

Esta es la culminación de una saga, por ende se recomienda la lectura de las 6 historias mencionadas.

******SS*****SAGA SOMBRAS******

Los ojos azules de la rubia analizaban el Cáliz que tenía ante sus ojos, segundos después su hija se había adentrado en la sala.

Mamá - Maya Campbell se posicionó por delante de la rubia, su hija, la menor de todas, una de sus gemelas, tenía sus ojos, pero era tenía más de Hades Dumonts.

— ¿Qué ocurre Maya? - Alya Dumonts sentía que su hija podría ver más allá de ella por primera vez desde que tuvo a Maya ante ella, sintió que su hija era desconocida para ella.

— En muchas ocasiones he despertado en la oscuridad cuándo me separaron de tus brazos, o mejor dicho de tus entrañas, mi voz se perdía en ecos de aquella mazmorra en dónde me tenían encerrada - Alya sintió un escalofrío al escuchar lo que su hija describía aquella misma sensación ella lo había sentido en carne propia cuando las pesadas cadenas la retenían en aquella cabaña en las manos de Anastasia DuPont - He conocido lo maravilloso y lo aterrador de esta vida.

— Maya Cariño, dime que es lo que tienes en mente, tú sabes que nosotros hemos tomado la decisión de eliminar aquellos momentos, que.

— No digas que no valen la pena madre, gracias a ese encierro has conocido a mi padre, gracias a mi encierro y a mi fuga he conocido a Aran— Alya confirmó que no conoce a su hija, Maya era muy misteriosa en este preciso momento - Nuestros Lobos sus nombres las maneras que tuvieron en convertirse siempre tuvieron un significado - Maya observó a su madre.

— Por supuesto, Maya lo tengo claramente confirmado - Los recuerdos de la rubia viajaron hasta su primera transformación, recordaba claramente las palabras de la Diosa a su hermano gemelo, que él estaba ligado a la muerte y a la resurrección.

— No tiene caso seguir ocultando esto, nuestro Linaje es el más poderoso para que hacernos los tontos, para que hacernos los dignos, cuándo bien podemos hacer que el mundo arda, madre, mi abuelo siempre fue una Bestia errónea o no, siendo liderado por las sombras o no, KAM su lobo siempre fue una bestia de pelaje negro, mi padre nunca fue bueno pensando en los demás o por lo menos no lo fue tanto, puso en resguardo a su manada, pero condenó el territorio destruyendo cada parte de ella para salvarte a ti a mi Hermana, no le importo el sufrimiento de mis abuelos al pensar en su hija muerta, no le importo que Asher DuPont volviera a sufrir aquel dolor desgarrador de volver a perder a su hija la misma que fue secuestrada por quién él consideraba su madre, no le importó que mis tíos sufran de tu ausencia - Alya sintió un escalofrío al escuchar las palabras de su hija.

— ¡Maya! - Advirtió la rubia, pero no importa que tanta advertencia le haya dado a su hija su lado malévolo, su lado DuPont y su lado desconsiderado Dumonts habían tomado el dominio absoluto.

— Crees que el poder acaba porque ustedes así lo deciden, no es así, no funciona así - Alya cada vez más estaba mayormente confundida, pero esta conversación era agradable, una conversación en la Academia de Licántropos en la Sala Común en dónde los alumnos suelen pasar buenos ratos, pero ahora era totalmente inexistente aquella posibilidad los alumnos se habían ido a sus casas por órdenes de Apolo 2 semanas libres no le hacía mal a nadie.

— Maya, hemos renunciado a ellos porque es lo.- pero Maya la interrumpió.

— Ellos no renunciaron a ustedes, pero si se sintieron ofendidas, es por eso que ellos tienen nuevos elegidos - Maya tenía una sonrisa muy peligrosa - ¿Piensas que a mí solamente me mueve el amor de madre? - Los ojos azules de la mujer eran más intensos. — No mamá, mientras ustedes renuncian a las sombras, al Fuego, a la vida, a la muerte, al doloroso pasado, yo nunca he renunciado a nada - Alya Dumonts sintió un escalofrío recorrer sus venas al escuchar las palabras de su hija.

¿Era Maya un enemigo?.

— Elimina esos pensamientos mamá - Maya dejó ver una dulce sonrisa - Soy el Portal de las sombras mamá cuándo ellas me apartaron de ti me dieron algo de ellas para sobrevivir - Alya sentía que la respiración no llegaba a los pulmones - Mientras yo viva ellas también lo harán conmigo.

— Que Demonios - Expresó Alya sorprendida— Porque no nos has dicho nunca eso Maya, porque te has callado, significa que las sombras siempre.

— Si mamá, las sombras siempre estuvieron conmigo entre nosotros, pero no es una sombra cualquiera, no es a la que ustedes están acostumbrados, yo tengo la propia y es tan poderosa que es la única que puede devolver a la vida a las Leyendas enterradas, es tan poderosa y misteriosa que incluso se sienten diferentes.

— Maya solamente existe un tipo de Sombra - Alya estaba muy confundida.

— No mamá, existen las sombras frías y las Cálidas la sombra que tú, y tu familia dominaban, eran las frías, tan frías que los huesos crujen al sentirlas traspasar su piel - Alya no pudo objetar las sombras que ellos dominaban eran frías, cuándo había Frialdad era porque estaban ante la presencia de las sombras.

— Maya porque estás hablando hasta ahora de esto - Alya se mordió los labios - Porque pequeña.

— Mamá me costó años entenderlo, y puedes creerlo que los entendí acá en la academia, siempre supe que ellas estaban allí, pero también se sentían diferentes, me conforme con saber que protegen a Harumi, y entendí que esa es una de más razones por las que mi fortaleza oscura le dejó ver las páginas prohibidas del Libro de la Luna.

Alya gimió al escuchar aquella aclaración.

— Siempre fuimos arrogantes y no tiene por qué cambiar, somos el Linaje de Sangre Pura más poderosa, somos vida, somos muerte, somos Sombras, Oscuridad, somos el mal, también somos el bien, somos DuPont - Dumonts, no nos importa ser asesinos, mucho menos nos importa ser asesinados, conocemos Legados inquebrantables, somos guerreros y somos Leales esos poderes oscuros nos eligieron porque somos Demonios Infames, ustedes son lo negro y nosotros somos lo blanco de ustedes, ustedes son el mal, yo y los demás los más blanditos los descendientes de DuPont somos el Bien - Maya sonrió esperando que su madre haya entendido la referencia.

Cada palabra expresada por Maya erizaba la piel de Alya, su postura se enderezó y un Siglo después los ojos azules de Alya DuPont volvieron a brillar con maldad con su arrogancia característica.

—¿Cuál es el precio de la Vida de los DuPont? - Fue la pregunta realizada por Alya.

— Tu Sangre, mi Diosa - La voz de Maya se escuchó peligrosamente Baja - Así como el ayer, como el hoy y como siempre tu sangre, la sangre de la Diosa más poderosa.

Desde dónde encontraban madre e hija, dos almas parecían romperse nuevamente, parecían perderse para volver a encontrarse, el regreso estaba cerca, tan cerca como la Muerte, la misma solicitud fue hecha muchos años atrás para Asher DuPont, y la paga seguía siendo la misma, la Sangre de Alya, las palabras se cumplen alguna vez dijeron que Alya Dumonts podría tener un demonio en su interior las explicaciones faltan, pero el Demonio estaba ante su madre y era la Reina del Juego la más callada podría ser el Tormento divino, del Fuego y las Sombras.

— Maya quisiera entenderte, pero después de poco más de 100 años esto es irreal— Alya se llevó las manos en el rostro ante aquella acción realizada la rubia, se perdió el gesto de su hija, una sonrisa siniestra se visualizaba en el tierno rostro de Maya.

— ¿Quieres ver algo? - La voz de Maya hizo que Alya levantará el rostro nuevamente, esta conversación estaba dándole dolor de cabeza.

— ¿Cambiará todo? - Alya estaba bastante tensa.

— De acuerdo no te mostraré nada, pero necesito que me escuches bien una vez que estés lista para verlo ven a mí - la mirada Azul de ambas se habían encontrado.

— No soy cobarde, solamente necesito entender más— Alya tenía una voz más dura - Porque estás hablando ahora, porque no antes Maya.

— Porque ahora ellos volverán, ellos ya tienen sus elegidos, falta poco para que empiece el juego que ustedes ya conocen, las sombras nunca fueron aliadas, nunca les importó ir en contra de sus Amos.

— Pero tú tienes una conexión con ellas, quiero saber por qué.

— Mamá, no es la misma sombra, la vida y la muerte siguen estando juntas de las manos, aunque una conoce de la lealtad a mi padre nunca iría encontrá de un Dumonts, en cambio, la otra si, mientras una es Lealtad la otra es Falsedad te muestra el mundo que tú quieres alcanzar, la mía es distinta se alimenta de mí, pero sigue teniendo una mínima conexión con ellas, la única diferencia mamá es que cuando las Sombras Frías están presentes verás unas siluetas femeninas cuando las mías están presentes veras una silueta masculina nacida de la confianza de mi padre, él dia que ha dicho que no le importa que sus hijos sean un demonio, papá siempre dijo que eran sus cachorros sin importar que, recuerdo tan claro su voz cuándo les había ocultado que éramos gemelas, pero eso ya es lo de menos los baúles ya no están como lo han enterrado hace un siglo, ellos trascendieron más allá de aquella madera que parecía impenetrable.

— Maya - Alya la fulminó con la mirada.

— Si mamá, ellas volverán, pero no tengo idea de cómo, incluso podremos estar sentadas al lado del propio enemigo y no nos daremos cuenta.

— ¿Los enemigos del pasado, las sombras hará que ellos recobren vida?

— No lo creo mamá, esto es un enfrentamiento entre las sombras y la Familia que los enterró que los rechazó, por eso tienen nuevos elegidos.

— ¿El fuego? - Alya dudo al realizar aquella pregunta.

— Solamente cuando sepamos quién es el elegido de los elementos, sabremos si el fuego sigue siendo un aliado, pero los muertos, muertos son, ellos no volverán, excepto aquellos que se alimenten de la vida de las Sombras que yo manejé solamente yo tengo el poder de la vida sobre la muerte - Al momento en que Maya Expresó aquellas palabras una ráfaga de viento se había sentido con fiereza.

— ¿Podrás devolverlos a la vida? - Alya sentía que le temblaba las manos.

— Si - Maya levantó las manos dejando expuesto su muñeca, entonces letras rojas como escritas en sangre se visualizó en la piel de Maya.

— PERFECTA - Aquellas eran las palabras escritas con sangre en la muñeca de Maya.

— Este es el portal y tu sangre es la paga Mamá y te digo un secreto, de todos tus hijos, soy la más poderosa y la más peligrosa, seré yo quien empezaré a reclutar para mi ejército, pero para vencer al enemigo misterioso necesitaremos de Líderes como Asher DuPont - Hades Dumonts - Arean Campbell - Alerick Culpepper, el mundo temblará y los recuerdos del pasado volverán.

— Podrán volver, pero no permitiré que la historias se repitan - Alya Respondió con firmeza.

— Todo depende de las acciones de los Líderes de Valle de Luna, Alfa, Beta y Delta, veremos si nuestros Legados siguen siendo fuertes, pero el enemigo puede estar entre nosotros o puede estar llegando - Maya se había vuelto muy peligrosa en su manera de hablar.

— Y yo conozco de la Sangre de Alfas que nunca retroceden ante la palabra miedo - Fue la respuesta dada por la rubia - Tantos sufrimientos y no nos han derrumbado si vuelven, lo único que lograrán es que nuestros cimientos vuelvan a reconstruirse - Alya se alejó de su hija.

La rubia le había dado la espalda mientras la cara de Maya se había vuelto pálida y el dolor en su muñeca era una tortura, pequeñas gotas de sangre caían de ella, pero segundos después habían desaparecido, la loba era ajena de las miradas que Samira le estaba dedicando escondida desobedeciendo las órdenes del director de la Academia, ningún alumno debería de estar en el lugar, mucho menos se habían percatado que una sombra oscura se trasladaba por debajo de la Tierra los enemigos estaban muy cerca.

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