MURIENDO

PRESENTE. —Mami, ¿Los lobos existen? - preguntaba la niña mientras amontona los Libros en orden.

— ALFA ASHER - un hermoso libro con la tapa en azul, en aquella tapa se observaba un Lobo Negro, una hermosa Diosa con su capa, con las páginas en Negro, traía consigo como detalles una pequeña estatua de un Lobo Negro y una Loba Blanca - KAM - VENUS

— ALFA HADES - Aquel libro, era de tapa Roja, tenía por ella espada y sangre, los detalles que lo acompañan era un Lobo Negro  y una Loba Negra - GRIM - AIRÁ.

— LA COLISIÓN DE LOS REINOS - La única descripción que tenía por la tapa era un Libro y una Corona, sencilla, pero hermosa, era de tapa negra, describiendo lo que significa perder a un ser querido, a una hija, a la esposa y a la madre de tus hijos.

— LA TRAMPA DE LA DIOSA: Tapa con el color de la Luna y una Cruz que representa la muerte, envuelta por el manto de las Sombras, mentiras que se iban consumando.

— ALFA AREAN - Un libro con Tapa Azul, representan a las Cadenas del Pasado, páginas en negro con letras doradas que representan a las sombras y a las Cadenas.

— ALMA DE FUEGO: El pasado pesa, la muerte siempre es fiel compañera, el poder es tan obsesionante, que arrasa con todo y con todos, un Libro con la tapa Roja como la Sangre de inocentes que se perdieron, con una hermosa mujer cuya mente puede cambiar todo a través del Fuego donde se sitúa el Infierno.

La niña se veía fascinada por todos los libros.

— La primera impresión que dejan al verlas ya te dejan en claro que esto- las uñas de la mujer acarician las tapas - Representa sus vidas, sus andanzas, sus locuras, sus desgracias, pero por sobre el sendero que te lleva a todo un Legado - su madre le acarició la pequeña cabeza, entonces sacó la última de aquella saga que se había pasado leyendo días y noches, con algunas de las líneas lloraba, con otras se reía, y en otras líneas se enfurecía.

LEGADO DE AMOR - Los ojos de la niña habían brillado.

— Cuando tengas la edad suficiente los vas a leer - La niña asintió varias veces mientras se sentaba en su pequeña mesa dibujando gotas de sangre que forman un sendero, la misma que es transitada por 10 lobos, alrededor podía apreciarse varias espinas, y ojos extraños mirando a los animales a través de la Oscuridad, las manos de aquella niña para crear arte eran prodigiosas, los lobos miraban a la Luna con veneración.

## Apolo seguía avanzando hasta detenerse a la entrada de aquella cueva, pero antes de que entre una mano fría se posó en su hombro, por supuesto el rubio ni siquiera se inmutó al sentir aquel tacto, las hojas secas en el suelo se habían amontonado formando una pequeña montaña unos segundos después las mismas volvieron a esparcirse.

— ¿Qué haces aquí? - La voz de una mujer se escuchó a espaldas de Apolo, podía apreciarse el odio y el desprecio en su voz, no obstante no obtuvo ninguna contestación del rubio, que seguía manteniéndose en silencio ni siquiera pestañeo - Responde maldita sea - La mujer con aquel tacto frío que se extendió al cuello de Apolo le agarró bruscamente logrando que el joven se diera la vuelta entonces sus ojos se encontraron con una escena no esperada.

Ante él se encontraba una mujer desnuda, pero su cuerpo estaba cubierto de sangre, incluso el líquido Carmesí ya estaba seco, dejando en claro que lleva días, quizás en ese estado, ojos rojos, heridas profundas en todo el cuerpo, parecía ser que había sido atacada con una cruz, incluso sus huesos eran visibles, pero lo que realmente llamó la atención de Apolo fue ver la daga clavada en su corazón, sus manos estaban cubiertas hasta la muñeca con una pintura negra.

— ¿Te gusta esto que estás viendo? - La mujer dejó ver una hilera de dientes manchados de sangre, era aterrorizante, pero Apolo no conocía de la palabra temor, él estaba dispuesto a enfrentarse a cualquiera, debía de llevar de regreso a su alumna.

— No se ve mal - Apolo se llevó la cabeza hacia atrás con una sonrisa.

— Todo esto me lo causó tu familia maldita— La mujer se había enojado, Apolo estuvo tentado a tocarla y no se negó a aquel deseó; sin embargo, no se esperaba que sus manos traspasaron el cuerpo de la mujer, pero el tacto de ella si se podía sentirse en su cuerpo, una sonrisa espeluznante se visualizó en el asqueroso rostro de aquella mujer.

— ¿Que eres, un Fantasma? - Apolo no estaba asustado, pero sentía curiosidad acerca de aquel fenómeno que tenía ante sus ojos.

— Una leyenda Enterrada, que volveré juntaré todas las piezas del rompecabezas y crearé el Imperio Maldito, que destruirá a la Generación DuPont - Dumonts - Campbell - Culpepper.

— Así que Leyendas Enterradas también conozco de dos Leyendas enterradas - Apolo lo dijo con cautela, su voz tan suave, pero sus ojos tan peligrosos - Dime quién eres - la cabellera del hombre se balanceó suavemente.

— Hagamos un trato - La misteriosa mujer realizó un gesto con las manos en ese preciso momento Apolo se vio rodeado de un charco de Sangre y de aquel líquido Carmesí emergió una figura parecida a un perro, pero tenía la mirada Loca, colmillos filosos, y el hocico ensangrentado— Te dejaré verla, pero tienes que ganar la suerte de llevártela, no eres tan arrogante al fin y al cabo, si puedes llevártela te dejaré conocer mi identidad.

— ¿Qué quieres que haga? - Preguntó Apolo, la mujer volvió a realizar un gesto con las manos y la cueva parecía realizar una invitación a Apolo, la mujer tenía aspecto de conocer y dominar la magia.

— Entra - Apolo se dio la vuelta, pero entonces lo primero que sus ojos captaron fue a Samira - La tenemos bien cuidada.

Pero Apolo tragó saliva en seco al observar las heridas en el cuerpo de Samira, no obstante, antes de que reaccionará aquel animal raro que tenía aspecto de perro, se acercó a Samira y sin dudar encajo sus colmillos en la pierna derecha de la mujer.

— Más tarde te dejaré probar carne fresca - Murmuró la mujer, observado la actuación de Apolo que no se había movido, pero observar las heridas y la nueva que le habían provocado con la sangre escurriéndose sintió una opresión en el pecho.

— Dime lo que tengo que hacer - Apolo cambió la dirección de su mirada, su cuerpo ardía del deseo de liberar a Samira de este infierno.

— Soportar, solamente Soportar— La mujer volvió a mostrarse asquerosa.— 5 segundos y lo sabrás - Apolo había quedado un poco aturdido, pero se mantuvo firme y 5 segundos después, tal y como lo dijo la mujer, su mente se había quedado en blanco, pero unos gritos lo estremecieron.

Apolo observó el cuerpo de Samira temblando, sudando, la loba gritó, las cuerdas que sostenían sus pies y sus manos quemaban su piel.

La sangre se escurría a grandes cantidades, posteriormente parecía ser como estuviera en la lluvia, aunque unos segundos después la mesa de madera parecía ser arrastrada y Samira con ella con Cadena, de la misma manera que Alya había fue sometida cuando tenía 15 años de edad.

— Seré tu peor pesadilla— Se escuchó la voz de la mujer, pero eran palabras que Asher había dicho el día que descubrió toda la verdad. Pero el escenario volvió a cambiar y los gritos desgarradores de Samira taladran alma, corazón y vida de Apolo. Aun así entonces entendió que era aquello que debía de soportar, era esta tortura.

— Agggggrrrrrrrr— Aquel rugido sacó de sus pensamientos a Apolo además de tomar por sorpresa a la mujer, Samira se retorcía, pero seguía sufriendo mucho más que antes, su cuerpo seguía siendo herido de una y mil maneras posibles, pero entonces el cuerpo de la joven que estaba a escasos días de cumplir 15 años empezó a cambiar, de mujer a lobo, huesos crujiendo, un tornado azotando aquel bosque hizo que la cueva estuviera cerca de desaparecer, relámpagos iluminan el sitio, una hermosa loba Gris con los ojos del color del fuego, se colocó sobre sus 4 patas, solamente había una descripción para ella, era una loba asesina.

La mujer y Apolo se habían quedado observando al animal, la mujer no esperaba que esto ocurriera, su poder no limita la fortaleza de un lobo, pero mientras se mantenía en dudas el animal que era superior, era enorme, superaba en tamaño a los lobos normales había saltado, desestabilizando a Apolo, pero sus colmillos que eran filosos de un estirón acomodó al rubio encima de su lomo, aunque Apolo también hizo lo mismo, se acomodó en el lomo de la loba mientras salían, nadie pudo detenerlos, cuando la mujer quiso lanzar un hechizo para destruirlos, la loba de Samira se resguardó por detrás de un enorme Árbol.

El hechizo acabó con la vida de algunas liebres, mientras Apolo estaba en shock, la loba siguió moviéndose sobre sus 4 patas hasta detenerse en la punta de un enorme árbol que tenía una entrada que parecía estar esperando por ellos.

— Aquí podría vivir una anaconda— Pero Apolo fue introducido con varios golpes de por medio al lugar luego de expresar aquello, la loba rasgó el suelo porque efectivamente era solamente arena, pero cerró el hueco del árbol y se dio la vuelta para enfrentarse a Apolo, la loba lo miro intensamente, entonces cayó al suelo cerrando sus ojos, el animal dejó de ser un lobo y dejo ver el cuerpo de Samira, desnuda con magulladuras.

— La Leyenda enterrada es Anastasia DuPont, sus rompe cabezas son los enemigos cuyas vidas acabaron en las manos de tus familiares, el Imperio Maldito será un Imperio catastrófico

— la sangre brotó de la boca de Samira, su rostro estaba pálido, su cuerpo frío, Samira estaba muriéndose.

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