CAPÍTULO X: El extraño sueño de Arisha parte 2

Por suerte Wanda entró al estudio y lucía muy débil mientras traía entre sus manos una taza de té para Arisha.

-¿Boris que haces aquí? – Le preguntó Wanda

-Ya me iba mamá, únicamente le hacía compañía a Arisha.

Boris salió de inmediato porque no soportaba permanecer en este lugar por

mucho tiempo.

-Blas me dijo  que lo disculparas por un momento porque

no esperaba tu visita

-No hay problema suegra yo lo espero – Dijo mientras recibía la tasa de té.

-¿Arisha no puedes tomar café?

-La verdad es que me produce mucha acidez

-¿Por qué nunca me lo dijiste Arisha?

-No quería ser una molestia

-Arisha no es una molestia, en la vida no podemos hacer las cosas solo para

complacer a los demás.

Wanda debido a su fatiga salió y la dejo sola en el estudio mientras Arisha reflexionaba

en lo mucho que le afectaron las palabras de su suegra porque eran

muy ciertas y ya no podía vivir de esa manera, escuchó como abrían la puerta y

entró Blas llenando todo el espacio con su aroma, esto antes le producía una emoción indescriptible, pero el día de hoy sentía mucha rabia y decepción.

Ella estaba sorprendida porque Blas la miraba con mucha alegría como cuando te

encuentras con una persona a la cual aprecias mucho y tienes tiempo sin verla,

lo más sorprendente fue que él se veía diferente.

Blas se detuvo justo frente a ella porque era un hombre muy alto y con una fuerte personalidad, le quitó la tasa

de sus manos y la colocó a un lado, tomó su mano y la hizo levantarse con gran facilidad,

pero lo que más la impacto fue que le diera un fuerte abrazo, como si se

alegraba de verla.

 -Me alegro tanto de volver a verte –

Le dijo Blas con mucha emoción

En el pasado era esto lo que más quería, pero ahora no deseaba que

la tocara porque le parecía que él estaba sucio, puso sus manos en su pecho

intentando apartarse, pero no lograba moverlo debido al fuerte abrazo que Blas le daba.

-Suéltame Blas que no quiero que me toques – Le dijo con mucho

resentimiento.

-Disculpa Arisha no quise molestarte – Le respondió Blas con mucho pesar.

Blas estaba impresionado debido a su reacción y se apartó con tristeza,

cuando observo a Arisha se dio cuenta de que ella lo miraba con mucho resentimiento.

-¿Querías verme Arisha?

- ¿Estás usando lentes de contacto?

-No

-Qué raro porque ahora tus ojos son de un color diferente, pero no vine a hablar de eso.

-Y de que viniste a hablar Arisha.

-Blas vine a decirte que quiero romper el compromiso.

Blas aún no podía creer el cambio de Arisha y le dolía mucho su reacción, sospechó que ella

tal vez tenía recuerdos de su vida anterior.

-Arisha no podemos hacer eso – Le dijo con un poco de impaciencia

-¿Por qué no podemos hacerlo? -Preguntó ella con molestia

-Habla con tu papá y vas a entender el motivo por el cual no podemos romper

el compromiso en este momento.

-Así que tengo que aceptarlo solo porque tú lo dices

-Arisha al parecer olvidaste que el verdadero motivo de este compromiso es

mostrar una imagen de estabilidad entre ambas familias y si lo rompemos la

empresa va a ser muy afectada, la fusión es muy reciente  y muchas personas pueden quedarse sin empleo.

Blas recordaba que en el pasado la noticia del compromiso atrajo a muchos

inversionistas y eso fue el impulso que tanto necesitaba la empresa que

recientemente se había fusionado, además de la buena gestión entre Blas y Arisha

que la convirtieron en un gran éxito.

-Está bien, pero en cuánto la empresa supere el problema esta farsa se acabó – Dijo

Arisha con mucha molestia.

-No te preocupes Arisha te prometo que en cuánto se supere la crisis rompemos

este acuerdo.

Aunque lo entristecía que ella lo odiara sabía que se lo merecía, él prometió

protegerla, pero eso no implicaba que entre ellos existiera una relación, era obvio

que algo recordaba Arisha porque ella ya no lo amaba.

-¿Eso era de lo que querías hablar conmigo Arisha?

-Si eso era todo lo que quería hablar contigo Blas, no creo que tengamos algo más de lo cual conversar.

-Arisha yo no soy tu enemigo – Le dijo con amabilidad mientras le colocaba un

rizo de su desordenado cabello tras su oreja.

Arisha le apartó la mano y lo miró con molestia, ella misma no entendía que le ocurría y porque estaba tan resentida con él, pero se daba cuenta de que su sola

presencia le producía mucha tristeza.

-Pero tampoco eres mi amigo Blas

Blas sabía que era verdad en el pasado usó de forma descarada a Arisha y

nunca se preocupó por ella.

-Dame la oportunidad de ser tu amigo Arisha después de todo somos socios y

debemos vernos a diario.

Blas se quedó esperando una respuesta por parte de Arisha, pero ella

continuaba en silencio, se dio cuenta de que esto sería más complicado de lo

que esperaba porque ella no estaba dispuesta.

-Por lo menos por esta noche Arisha debemos aparentar ser una pareja y luego

podemos buscar una solución.

Arisha no estaba de acuerdo con Blas y se cuestionaba si debía renunciar a todo de inmediato,

pero luego recordaba que sobre sus hombros pesaba una gran responsabilidad así

que solo decidió aceptar mientras encontraban una solución que no implicara

este compromiso, pero debido a que esa noche era la fiesta era poco lo que podía

hacer y sintiéndose muy frustrada debía admitir que Blas tenía razón, por lo menos

por esa noche debían aparentar ser una pareja.

-Ya te dije que lo iba a hacer así que no necesitas fingir que te preocupas

por mí - Le dijo mientras se dirigía a la puerta para salir.

Blas decidió acompañarla hasta su auto y solo entonces se dio cuenta de cómo

iba vestida y le pareció muy curioso porque en el pasado siempre revisaba que

cada detalle fuera perfecto, pero el día de hoy simplemente quería estar cómoda,

observó su calzado y se sonrió si pudiera en el futuro evitaría que usara tacones muy altos.

-Me gusta cómo te ves – Le dijo Blas

-Mentiroso

Blas recordó el problema con el vestido y quiso advertirle, porque esta vez no quería

que fuera humillada por la víbora de Sol, debía  investigar quién era la persona que le

daba toda la información sobre Arisha a Sol.

-Arisha siempre me ha gustado cuando vistes de color negro porque se

resaltan muchos tus ojos.

Arisha lo miró molesta, ella era muy delgada y debido a ello evitaba los

colores oscuros porque sentía que realzaban su defecto.

-Pero me veo muy delgada.

-Tal vez deberías dejar de ser tan majadera con la comida y comer un poco más.

Ella se sintió molesta debido a su insolencia, aunque era cierto, Arisha no tenía un trastorno alimenticio, pero si era muy necia para comer.

-Y tú deberías hacer algo con tu cabello porque es obvio que tienes problemas

de calvicie así que asúmelo.

Blas se sonrió genuinamente mientras tocaba su cabeza debía admitir que le

gustaba mucho esta faceta de Arisha porque tenía mucho sentido del humor, escuchó como ella quitaba la alarma de su auto y de forma caballerosa le abrió

la puerta, Arisha lo miraba con recelo porque él jamás actuó  de esa manera con ella.

-Nos vemos esta noche Arisha maneja con cuidado.

-Aléjate del auto que necesito irme.

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