Blas no podía creer lo que sucedía porque recordaba que se encontraba en la
sala de ejecución de la prisión mientras le inyectaban el veneno que acabaría con
su vida para cumplir con su sentencia.
-¿Dónde estoy? – Preguntó con curiosidad.
Observó a su alrededor y era su habitación
de la casa familiar de la cual se mudó poco después de su compromiso con Arisha
debido a los conflictos entre él y su padre debido a que este quería nombrar gerente general a Boris a pesar de la negativa de la familia Scott.
-Esto debe tratarse de un castigo – Se dijo a sí mismo.
Él creyó que definitivamente se encontraba en el limbo y le parecía un mal chiste
regresar al lugar donde existían tantas personas que lo odiaban o tal vez el infierno consistía en eso en permanecer en el lugar que menos querías para ser
constantemente torturado debido a ello.
Se levantó de la cama y todo a su alrededor se sentía muy real, tocaba los muebles a su paso y no parecía un sueño, se pellizcó y esto le produjo dolor, la sensación de la alfombra en sus pies al caminar lo hicieron sentir vivo
nuevamente, amaba este lugar y el único motivo para irse era porque no soportaba
más la situación con su padre y Boris.
Blas se dirigió al baño buscando un
espejo y cuando se observó gritó despavorido debido a la impresión que le
produjo verse nuevamente de 28 años cuando aún tenía cabello a pesar de que ya
se le notaba su incipiente calvicie, pero eso no era lo más impresionante el color de sus ojos eran de un azul muy intenso y su piel era más blanca en resumen se parecía mucho a su hermana Leila.
-¿Qué es esto? – Preguntó con temor mientras se tocaba insistentemente el rostro.
Leila y Blas no se parecían físicamente y por eso le sorprendió mucho que
ahora el color de sus ojos que antes eran ámbar y de su piel que era más oscura
hubieran cambiado, tocaron a la puerta y escuchó la voz de su madre tras ella.
-¿Blas estás despierto? – Preguntó Wanda.
-¿Mamá? – Dijo con sorpresa
Wanda entró a la habitación y se veía muy saludable y llena de vida, la
belleza de Leila la había heredado de su madre, solo que sus ojos eran de un
azul más pálido.
Blas miró en dirección a la puerta por la cual entraba su madre y se alegró
mucho porque si se trataba de un sueño no deseaba despertarse, se acercó y la
abrazó fuertemente la última vez que la vio con vida estaba muy enferma y su
expresión era de una profunda tristeza debido a sentencia de muerte que él recibió,
incluso no le permitieron ir a su funeral y nunca pudo recuperarse de eso.
-Amaneciste muy alegre, supongo que
se debe a la fiesta – Le dijo Wanda en tono de broma.
-¿Cuál fiesta? – Preguntó con curiosidad.
-Blas deja de hacer bromas, por supuesto que estoy hablando de tu fiesta de compromiso – Le reprochó Wanda.
Blas recordó que hace poco al mirar en su teléfono la fecha que indicaba
era el día de la fiesta de compromiso, y en el pasado Arisha fue humillada por
Sol debido a que usaron el mismo vestido, durante toda la noche todos comentaron
lo bien que le quedaba a Sol y lo poco agraciada que se veía Arisha esa noche
comparada con su exnovia, incluso el mismo se comportó como un imbécil mirando
con deseo a su ex de forma descarada delante de su novia, mientras más lo
pensaba peor se sentía debido a su lasciva conducta.
-Disculpa mamá estoy un poco ansioso
-Lo sé Blas y entiendo que es un gran sacrificio para ti, pero con el tiempo te vas a dar cuenta de que es lo mejor para todos, Arisha es una buena chica y te quiere mucho.
Blas tenía una sensación de déjà vu porque su madre le dijo exactamente lo
mismo en el pasado, pero esta vez su actitud era diferente porque sabía que ella
estaba en lo cierto y lo descubrió de la peor manera.
-Si mamá Arisha es una gran mujer – Dijo con nostalgia.
-Qué bueno que al fin lo reconoces Blas, vine a avisarte que ella te está
esperando en el estudio y dice que necesita hablar contigo de algo urgente.
-¿Arisha me espera en el estudio? – Preguntó Blas con emoción.
Blas sonrió porque creía en que su deseo se cumplió y se encontraba en el limbo junto a las personas que perdió debido a su error.
-Si y está muy ansiosa así que por favor se amable con ella esta vez – Le dijo
Wanda.
Blas recordó que desde que se acordó el compromiso cada vez que la tenía al
frente la culpaba de su ruptura con Sol y por eso era frío con ella haciéndola sentir intimidada en todo momento.
-Necesito vestirme mamá – Le dijo señalando que aún llevaba su pijama
-Por supuesto hijo – Le respondió Wanda sonriendo.
Wanda observó a su hijo y se dio cuenta de que no estaba usando el hechizo para ocultar su identidad cómo hechicero lo cual le pareció muy extraño porque desde joven
lo había aprendido y era muy hábil.
-¿Blas por qué no estás usando el hechizo de ocultamiento?
-¿De qué estás hablando mamá?
-Recuerda que este es nuestro secreto y nadie puede enterarse de que eres un hechicero.
Blas estaba sorprendido ante las palabras de su madre porque el hechicero
en la familia era Leila y no él.
-Mamá yo no soy un hechicero es Leila.
Wanda se sonrió muy divertida ante el comentario de Blas
-Blas ya pasamos por esa etapa de negación, recuerda que es muy peligroso que
tu papá o Boris se den cuenta de que eres un hechicero.
La sola mención de su padre lo hizo enfurecer, recordaba su expresión el día
de su ejecución y esa persona no mostró ningún tipo de compasión ante su propio
hijo y ni que decir de Boris siempre sospechó que envió a alguien a acabar con
la vida de Arisha para inculparlo.
-Leila es una persona muy talentosa Blas, pero no es una hechicera, el hechicero de esta familia eres tú.
Blas no entendía lo que estaba ocurriendo y cada vez estaba más confundido
porque en este sueño el hechicero era él y no su hermana Leila.
-Mamá no sé cómo se hace – Le confesó con mucha preocupación.
-Blas no sé qué es lo ocurre contigo hoy, voy a hacerlo solo por esta vez,
pero recuerda que eso me debilita mucho, debo llamar a Dimitri para que te ayude – Dijo Wanda.
El motivo de la enfermedad de Wanda en su vida anterior se creía que era debido al hechizo
protector para Leila, pero tenía un motivo más siniestro.
-¿Dimitri? -Preguntó Blas porque no recordaba ese nombre de su vida anterior.
-Blas deja de bromear que ya me estás preocupando, Dimitri es tu maestro,
necesitamos hacer algo porque a la fiesta van a asistir muchas personas que son
capaces de detectar tus dones.
-¿Tengo un maestro que se llama Dimitri?
-Blas ya basta de tus bromas que me estás asustando.
****Foto cortesía de Ahmed Nishaath en Unsplash
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Updated 92 Episodes
Comments
Rosa María Corrales Pèrez
Creo que Leyla se sacrifico por su hermano Blas para cambiar todo y espero que cambie Blas
2025-02-03
0
Maria Nancy Rincon Galvis
osea Leila sacrificó su don para que el hermano viviera nuevamente
2024-06-21
0
Andre
osea que Leila le pasó el don a si baboso hermano, 🤔🤔🤔
2023-12-05
1